Nos cuida Dios o nos protege el Diablo


Camión traficante de haitianos.


Por Marcelo Peralta
La República Dominicana es dichosa.

Nos cuida Dios.


Vela por nosotros la Virgen de la Altagracia.

Nos ayuda la Virgen de Las Mercedes.


O en última instancia nos protege el Diablo.


El mismo 24 de Septiembre, día de la Virgen de Las Mercedes ocurrió un acontecimiento en el Sur del país.


La osadía de un militar dominicano y un chofer tuvieron al borde de meternos en un callejón sin salida.  

Casi le ponen la tapa al pomo.


Esos dos atrevidos casi le pone el cascabel al gato.


Nos referimos al caso de los 25 haitianos que traficaba un militar y un civil en un camión de los Comedores Económicos.


El sargento del Ejército dominicano Cristino Encarnación Morillo que traficaba con haitianos en complicidad con el chofer del camión Elías Montero García.


El militar y el civil fueron detenidos en el puesto militar de chequeo en Cabo Rojo en el Sur del país por miembros del Cuerpo Especializado de Seguridad Fronteriza.


Si por desgracia, uno de esos haitianos se hubiese asfixiado dentro del camión, de seguro que los que reciben dinero a través de las ONGs tuvieran acusando al país, al gobierno y al propio e inocente Presidente Danilo Medina de traficar con haitianos.


La sencilla razón era que el militar seguridad y el civil era chofer del camión propiedad de los Comedores Económicos que es propiedad del Estado dominicano.


Confieso que si uno de esos haitianos resulta con un RAZGUÑ0, la República Dominicana y el pobre Presidente Danilo Medina tuvieran en todos los periódicos mundiales ocupando las primeras planas como traficantes de ilegales o de la trata de personas.


A pesar de las denuncias, este pedazo de tierra es bendecida por algo sobrenatural.


Hemos sido condenados en tribunales internacionales.

Hemos sido desacreditados a nivel internacional.


Hemos sido afectados por enfermedades traídas desde Haití.

Hemos sido afectados por el cólera y otras patologías.


Nos han asesinados y quemados a compatriotas.

Los haitianos nos han invadidos con armas.

Nos han pegado fuegos.


Nos denuncia ante los organismos internacionales.

Nos acusan de maltratar a los haitianos.

Nos tildan de violadores de los Derechos Humanos.

Nos descalifican los productos alimenticios.


Nos acusan de que los pollos que producimos están enfermos.

Nos acusan que los vasos plásticos hacen daños.

Nos acusan de que los platos desechables contaminan.

Nos acusan que los pollos que vendemos a Haití hacen daños.

Los bloqueos los productos que van hacia Haití.

Nos invaden pacíficamente.


Les permitimos que sus gentes hagan carreras universitarias.

Les permitimos que se hagan médicos.


Les permitimos que se formen como agrónomos.

Les permitimos a los haitianos que manejen carros del concho.

Les permitimos que trabajen en el motoconcho.

Les permitimos que vendan comida.

Les permitimos que vendan maní.

Les permitimos que vendan frutas.


Les permitidos que trabajen en Educación.

Les permitimos trabajar en las construcciones.

Les permitimos trabajar en fincas agrícolas.

Les permitimos que ocupen edificios del pueblo.

Les permitimos que mujeres se prostituyan.

Les permitimos que los niños estudien.


Les permitimos que las mujeres paran en los hospitales.

Les pagamos dinero por las medicinas.

Les pagamos el dinero por parir en los hospitales.

Les permitimos entrar y salir a la hora que quieran.

Les cuidamos la frontera.


El presidente Leonel Fernández construyó una universidad.

Fuimos los primeros en llevar ayuda cuando el terremoto del año 2010.


Recibimos en los hospitales a miles de sus gentes para curarlos.

Fuimos a Puerto Príncipe a llevar medicinas y otras ayudas.

Todo eso está bien, no debemos pasarle facturas.

Esas ayudas es por humanismo.


Además, los parásitos de ONGs que reciben dinero en dólares norteamericanos, euros, dólares canadienses, de los franceses, los haitianos que viven escribiendo mal por Internet contra República Dominicana y los que viven en apartamentos de lujos, con carreras pagas en las universidades, ya tendrían a nuestro país en el mundo entero.

A nosotros nos cuida Dios o nos protege el Diablo.

   

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