Ha muerto un amigo.

Manuel Agustin Saint Hilaire
Por Marcelo Peralta

Un gran amigo ha partido al más allá.
Nos ha dicho adiós.
¿Cuánta falta nos hará?.
Pero sabemos que está en el cielo.
Que siempre vivirá en nuestra memoria.
Es uno de los eventos más difíciles en la vida, la muerte de alguien cercano.
Cuando un amigo fallece, nos invade una tristeza muy grande.
En vida no será posible volver a verlo ni compartir con él instantes maravillosos.
Por más fuertes que seamos, no es posible evitar el llanto que nos causa su deceso.
Las únicas consolaciones que tenemos es saber que Dios le está brindando el descanso eterno.
Ahora, lo que se impone es recordar los momentos alegres y tristes que compartimos juntos.
Este momento nos trae tristeza.

Manuel Agustín Saint Hilaire era alguien que nos tratábamos como hermanos.

Seguros estamos, que desde el cielo nos observa y velará por nosotros.

Es muy triste admitirlo pero la muerte forma parte de la vida.

 Manuel Agustín Saint Hilaire cumplió su misión en la tierra.

Fue un gran ejemplo y siempre nos brindó su cariño y el respeto adecuado.

 Nos hará una gran falta, extrañaremos tanto su compañía y buen humor.

Recortarte nos reconforta.

El saber que estas en la paz del Señor.

Siempre fuiste optimista y diste lo mejor de sí.

Fuiste un gran ejemplo de vida.

Fuiste hermano y padre de tus hermanos.

Siempre será recordado ya que era persona incondicional.

Nunca te olvidaremos.

Gracias por habernos brindado la sinceridad de tu amistad.

Hoy tu partida nos embarga de tristeza y deja corazones adoloridos por su partida.

Fuiste una persona honrada.

Siempre te esforzaba por hacer el bien a los demás.

Eres un gran ejemplo a seguir.

Adiós amigo, hasta el día que nos veamos de nuevo en la gloria de Dios.

Gracias por ser uno de los valientes.

Consuelo a tus deudos.

Descansa en paz.






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