Sabaneta 160 años de vida municipal.


Por: J R Orlando Reyes.
El 27 se septiembre de 1858, el pueblo de Sabaneta, recibe la gran noticia de que el presidente Pedro Santana, mediante el decreto número 567 eleva a la categoría de común (hoy equivalente a municipio) a esta localidad que hasta ese momento era sección de San José de Las Matas y luego pasa a ser municipio de Santiago.
Decreto.

En el periodo entre 1844 a 1858 Sabaneta había alcanzado un notable desarrollo económico, crecimiento poblacional e importancia política, tal como lo consigna el propio decreto del presidente Santana.
Para algunos historiadores, la fundación de Sabaneta se produjo con la llegada de Santiago Rodríguez y otras cuatro familias a este lugar en 1844, pero la aparición de importantes documentos, indican que se habían establecido otras familias varias décadas atrás. 
Lo innegable es que la llegada de Santiago Rodríguez, Alejandro Bueno, Feliciano Bueno, José Bueno, Benito Monción y otras familias, le dieron más relevancia al poblado, sobre todo por el prestigio militar y la posición económica del señor Rodríguez, que había alcanzado el grado de coronel en la Guerra de Independencia y era un rico hacendado.
El 27 se septiembre es una fecha significativa para Sabaneta, pues a partir de 1858 comenzó a tener identidad propia. Al ser elevada a municipio ya podía contar con autoridades locales: síndico (alcalde), regidores y un ayuntamiento. 
Pero esta fecha no tiene tradición de celebrarse año tras año, tal vez por la cercanía de las tradicionales fiestas de Las Mercedes que absorben la atención de la población.
Las evidencias documentales que poseemos, dan cuenta de dos grandes celebraciones: la primera fue la del centenario en 1958, organizada por el ayuntamiento, la gobernación y líderes políticos locales.
El síndico de turno era el señor Mario A. Concepción, los regidores: Rodolfo Schaeffler (presidente), Pedro María Espinal, Ramón González y Antonio Echavarría (Chavá). El gobernador era el Dr. John Molina Patiño. Se eligió como reina a la señorita Casi Concepción Vargas.
Los actos tuvieron un alto contenido político orientados a resaltar la figura del presidente Trujillo, tal como lo indican las publicaciones en el periódico Listín Diario de la época.
La segunda gran celebración fue la del año 2008, en el sesquicentario del municipio (150 años). El ayuntamiento eligió un comité para tales festejos integrado por las siguientes personas: J R Orlando Reyes (presidente), Astacio Castro (vicepresidente), Annery García y Ana Victoria Torres (secretarias), Francis Tejada (prensa y propaganda), Fausto Bueno (tesorero), Yulissa Durán, José Blas Durán, Guillermo García, Carlos Villalona, Flora Rodríguez, Hilda Durán de Cruz, Raquel Hidalgo y Olga Bernard (miembros).
El síndico de turno era el Lic. César Octavio Saint-Hilaire y el concejo de regidores estaba integrado por: Modesto Taveras (presidente), Isabel Rodríguez, Nicolás López, Paíno Chávez y Juan de Dios Jiménez.
Fue escogida como reina del sesquicentenario la señorita Luz Eliana Espinal Peralta (poetisa y abogada) quien fue coronada la noche del 20 de septiembre.
A los festejos asistió una amplia delegación de senadores y diputados de todo el país, quienes entregaron una resolución emanada del Congreso Nacional reconociendo el legado de Sabaneta a la patria.
A pesar de la barahúnda de las “fiestas patronales” del parque, el comité organizó un programa que incluyó actividades deportivas, siembra de 150 árboles conmemorativos en diversos puntos del municipio por niños y jóvenes en mayoría; homenaje a los primeros fundadores del pueblo registrados en los documentos históricos, homenaje al poeta Domingo Moreno Jimenes. Se dio el primer picazo para construcción la iglesia Las Mercedes, construcción de un mural ilustrativo de la Sublevación de Sabaneta, entre otras actividades.
En el aniversario 160 de esta efemérides, rendimos tributo a los forjadores de la identidad histórica, cultural y comunitaria de Sabaneta, tierra sagrada desde donde se fijaron los cimientos para restaurar la soberanía nacional.

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