Mario vivirá por sus fotos.
Si
algo caracterizaba a Mario Terrero, era su temperamento tranquilo y su actitud
de buscar las mejores imágenes para El Nacional.
Perteneciente
a una familia de fotoperiodistas entregados a su oficio.
Esta
semana despedimos los restos mortales de Mario Guillermo Terrero Sánchez.
Ha
partido y deja a sus parientes a quienes le apreciamos y descubrimos sus
valores más interiores, en enorme pesar.
Sus
hijos informaron de su fallecimiento a los 74 años, afectado por condiciones de
salud que le afectaban desde hace varios años.
Y
ante la noticia luctuosa, se produce un hecho singular: los fotógrafos que
tomaron en serio su oficio, que se ocuparon de ser testigos de generaciones.
Registraron
hechos históricos que documenta, entre otras realidades, la lucha de la
comunidad nacional por soberanía, libertad, respeto a los derechos humanos.
Estos
captadores sensibles y profesionales de la imagen, revivirán cada vez que
alguien observe una foto suya.
Mario
Terrero, primo de Valentín Pérez Terrero y de Juan Pérez Terrero, fotógrafo que
documentó visualmente la guerra de abril y la intervención militar
norteamericana de 1965 con fotos icónicas, tomadas al calor de las batallas.
Logró
plasmar un legado propio con imágenes, descargadoras por su poder de denuncia
social con tan solo una imagen, como por haber captado en una instantánea, la
belleza sutil del paisaje o la expresión inocente de un niño haitiano, cuando
se recrudecía la oleada discriminadora de estos nacionales hermanos.
Mario
Terrero, callado, profesional, preciso en el uso de las palabras, observador
acucioso, se ha marchado físicamente, pero sus fotos seguirán describiendo su
actitud y su valentía, su papel de testigo de la historia que veía pasar ante
sus ojos.
Sus
fotos, que están depositadas en el Archivo General de la Nación, al que fueron
donadas, al igual que la del Grupo de Comunicaciones Corripio, por don José
Luis Corripio, testimonian un trabajo fotográfico que muchas veces fue de
primera página en El Nacional.
Su
labor fotográfica es digna de estudios de tesis, de análisis y referencia por
parte de los nuevos artistas de la fotografía periodística o artística.
Preciso
en su mirar fotográfico, Mario Terrero era una marca del lente. Sereno, callado
y trabajador.
A él
y a su memoria, nuestros respetos.
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