Presidente de Cuba dice revolución socialista por los humildes
Raul Castro
Hemos
escuchado con profunda atención las palabras solidarias y generosas de
los Jefes de Estado y de Gobierno de la Alianza Bolivariana de los
Pueblos de Nuestra América, y también del Presidente de Uruguay, quien
se encuentra en Cuba (en visita oficial) de visita una vez más, José
Mujica, que estuvo aquí, por allá por el año 1960, cuando esta fortaleza
fue convertida en escuela. Era un joven soñador igual que hoy, pero sin
reumatismo (Risas y aplausos).
Llegue asimismo nuestra gratitud a las destacadas personalidades de otros países que nos acompañan.
Saludamos
al propio tiempo a los integrantes de la vigésimo cuarta Caravana de la
Amistad Estados Unidos-Cuba (Aplausos), organizada por la agrupación
interreligiosa Pastores por la Paz (Aplausos), continuadora del esfuerzo
solidario del inolvidable Reverendo Lucius Walker.
La
presencia de todos ellos en este acto, en que conmemoramos el 60
aniversario del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de
Céspedes, constituye una manifestación fehaciente de apoyo y solidaridad
con la Revolución Cubana y demuestra cuánto ha cambiado Nuestra América
desde los días difíciles y oscuros del año 1953.
Ya
entonces nosotros, y sobre todo Fidel, habíamos leído sobre las hazañas
de Bolívar y otros próceres de la independencia americana y percibíamos
la importancia de una región latinoamericana y caribeña independiente y
unida.
En
el trascendental alegato de autodefensa de Fidel, conocido como “La
Historia me Absolverá”, se anticipaba cito: “… la política cubana en
América sería de estrecha solidaridad con los pueblos democráticos del
continente y que los perseguidos políticos de las sangrientas tiranías
que oprimen a las naciones hermanas, encontrarían en la patria de Martí,
no persecución, hambre y traición, sino asilo generoso, hermandad y
pan. Cuba debía ser baluarte de libertad y no eslabón vergonzoso de
despotismo”, fin de la cita.
La
muerte prematura de Martí en combate había frustrado el anhelo que
expresó en su carta inconclusa al mexicano Manuel Mercado, “… de impedir
a tiempo con la independencia de Cuba que se extiendan por las Antillas
los Estados Unidos y caigan, con esa fuerza más, sobre nuestras tierras
de América”.
La
Revolución Cubana ha sido solidaria y fiel a ese legado, aun en los
momentos más difíciles, cuando se pretendió aislarla, rendirla por
hambre mediante un bloqueo criminal que ya dura más de medio siglo y
destruirla con todo tipo de agresiones.
Nunca
olvidaremos que México, tras la prisión, nos dio albergue y después del
triunfo fue el único gobierno de América Latina que se negó a dejarnos
solos.
Jamás
nos ha faltado el respaldo y la solidaridad de los pueblos de todos los
continentes, en particular los de esta región, que siempre vieron a
Cuba como parte indisoluble de Nuestra América, que unida en su
diversidad avanza con determinación hacia su segunda y definitiva
independencia.
Veinte
años después del triunfo del Primero de Enero, se produjo la victoria
de la Revolución Sandinista, que Nicaragua, llena de juventud, celebró
hace una semana, con su Comandante Daniel Ortega al frente (Aplausos).
Pasadas
otras dos décadas el entrañable hermano Hugo Chávez encarnó los ideales
de Bolívar y multiplicado en su pueblo avanza hoy junto a su
Revolución, conducida firmemente por el compañero Presidente Nicolás
Maduro (Aplausos).
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