República Dominicana -Haití-

Juan Pablo Duarte 

Por Marcelo Peralta

 Los organismos internacionales están maniobrando contra la República Dominicana para fusionar a Haití como una especie de aquella llamada la Guerra Espiritual.

Eso no era un mito, ni una invención de los Cristianos Evangélicos, sino que era una realidad de nuestros días y cada vez más real.

La República Dominicana debe y necesita conocer a fondo las artimañas del enemigo, las maniobras de los anti dominicanos, los traicioneros de la Patria de Juan Pablo Duarte sin importar que millones de sus hermanos se hundan como un barco a la deriva,

La Biblia dice que el mundo está bajo el maligno, y asimismo se sitúa a la República Dominicano ante las pretensiones de Estados Unidos vía Organización de Estados Americanos, la USAID, la Amnistía Internacional.

Maniobra ahí Canadá a través de sus ONGs y Francia, naciones que saquearon las arcas financieras y riquezas de Haití en sus años de “bonanzas cuando controlaba toda la Isla Española”.

Canadá y Francia después de llevarse las riquezas dejaron pobre, desierta y abandonada a Haití y ahora echan esa carga a la República Dominicana que acoja a esos pobres diablos de haitianos que deambulan harapientos, hambrientos y enfermos.

Estados Unidos, Canadá y Francia persuadieron a Inglaterra y a Alemania para que presionen a través de otros estamentos a que denuncien a República Dominicana  de que viola los derechos de los haitianos sobre supuestas repatriaciones de los haitianos.

No sé si la información que me ha  llegado sea genuina, pero de lo que si estoy seguro es que el plan de fusión de Haití hacia República Dominicana va en camino y que la Organización de Estados Americanos –OEA- presiona al gobierno dominicano para que no haga repatriaciones de haitianos que no calificaron en el Plan nacional de Regularización y Naturalización.

Es plan de esas naciones y los traicioneros de la Soberanía Nacional son como Satanás que es el enemigo de Dios quiere destruir lo más preciado de la creación espiritual, como lo es el ser humano, y en muchas ocasiones utiliza personas que han llenado de maldad su corazón para propósitos malignos como es la fusión de Haití a República Dominicana.

Esta maniobra hará muchos daños a la patria de Juan Pablo Duarte y la victoria seria de los haitianos y su infausta forma de accionar contraria todos los estamentos y hasta la forma de actuar de los dominicanos.

Esa infausta manera de controlar un país y unirlo arbitrariamente a otro mancillando su Soberanía es una abominación que cambiaria hasta la manera de pensador de los habitantes del país invadido y ocupado.

Quienes obran por dinero desde dentro y fuera contra la República Dominicana para esa fusión solo les interesa el lucro y no el devenir y la tinieblas de sus seres humanos y el porvenir de la Patria de Juan Pablo Duarte que tanto dolor, sacrificio y sangre costara.

Así que como los evangélicos hicieron la guerra espiritual contra el reino de las tinieblas y aunque muchos no crean el fin de los tiempos darán la razón y ahí será el lloro y el crujir de dientes.

En mi escrito no se trata de odio a los haitianos, sino a su cultura, costumbres, maniobras, intervenciones de potencias irresponsables que le robaron sus riquezas y los dejaron abandonados y la carga se le echa la carga a República Dominicana.

Tengo la fe y la certeza en Dios de que no permita ese tipo de fusión, que arroje luz, sapiencia, sabiduría, valor y coraje al pueblo dominicano para defender su Nacionalidad, Soberanía, su Escudo, Bandera, su Himno, su libertad, Independencia, su niñez y sus adultos.

Si mantenemos esa inercia, los ojos vendados ante la cuestión haitiana, lo que los espera son días aciagos, difíciles, la misión del enemigo es la de cegar el entendimiento y movimiento de los dominicanos y cogerlos asando batata como dice el refrán.

El ladrón no viene a traer bondades, sino para hurtar, matar, destruir, adueñarse de lo que no es suyo y la experiencia está ahí en los 22 años que Haití nos controlara 1822-1844.