El motoconcho: un medio de transporte peligroso y caro.
Sandino Bisonó.
Por: Sandino Bisonó.(Presidente de CONADECO).La perentoria demanda de servicios de transporte público de pasajeros y las deficiencias del sistema actual en la República Dominicana, ha obligado a establecer dos medios de transporte esencialmente obsoleto, peligroso, inseguro y costoso: el motoconcho y el carrito de concho.

En un
país donde el congestionamiento vehicular va en vertiginoso ascenso, el
servicio de transporte público de pasajeros en vez de mejorar empeora y eso lo
demuestra el último boletín publicado por la Dirección General de Impuestos Internos
(DGII), que dice que durante el 2015, al parque vehicular motorizado del país
se le sumaron 214,302 unidades adicionales, para un crecimiento de 6.3% en
comparación con los que ya existían en el 2014.
El año
pasado, entre motores (motocicletas), automóviles, jeepetas (jeeps), autobuses,
vehículos de cargas, de volteo y de máquinas pesadas en circulación, las
unidades alcanzaron la cifra de 3,612,964, que viene a ser un poco más de uno
por cada tres habitantes.
La cantidad de unidades de motores alcanzaron casi los dos millones o
sea 1,946,594, para un crecimiento de 7.9%. Mientras que la cantidad de yipetas
sumaron las 357,028 para un crecimiento de 7.3%.
Los motores son los vehículos más asequibles para los estratos sociales
más humildes, que lo utilizan como medio de transporte, y como medio de trabajo
(el ejemplo más notorio es el servicio de transporte conocido como Motoconcho),
entre otros usos.
Los datos de la Dirección General de Impuestos Internos (DGII), sobre el
parque vehicular describen una ciudad que rinde culto a los vehículos
individuales como reacción al estancamiento y al deterioro del transporte
colectivo.
El parque vehicular de nuestro país en el 2015, (como ya dijimos), según
estadísticas de la Dirección General de Impuestos Internos (DGII) alcanza los
3,612,964 unidades y de ellos el 57% son motocicletas de las cuales el 71% está
dedicada al servicio de transporte de pasajeros en campos y ciudades.
El Gran Santo Domingo concentra el 52% de esos vehículos dedicados en su
gran mayoría al sistema de motoconcho, otra parte a las mensajerías y el menor
al uso privado de sus dueños.
Miles de paradas de este sistema de transporte se han establecido
desordenadamente en calles y avenidas de nuestras ciudades y ellos suplen los
lugares donde no llega el sistema de transporte público.
Por un lado es un mal necesario y por el otro son los responsables de que la República Dominicana sea el segundo país del mundo y el primero de América Latina con mayor número de accidentes automovilísticos y con mayor número de hogares afectados por la pérdida de algunos de sus miembros o sufrido mutilaciones de las secuelas de accidentes que a diario ocurren en todo el territorio nacional, empobreciendo estas familias que deben dedicar el dinero del sustento diario a las atenciones medicas del accidentado.
La República Dominicana es el segundo país de los 182 pertenecientes a
las Naciones Unidas con más muertes de tránsito por cada 100 mil habitantes,
con una tasa de 41.7 fallecimientos, solamente antecedida por la isla Niue -en
el Pacífico- que tiene 68.3. Donde el 23% son de motociclistas.
Con 41.7 muertes por accidentes por cada 100 mil habitantes, República
Dominicana también supera la media en América que es de 16.1.
Somos el país con mayor número de muertes, al tener una tasa de 34.60
muertes por cada 100 mil habitantes y estos accidentes viales se atribuyen a
falta de conciencia, a la imprudencia de muchos conductores, a la ausencia de
educación vial y al congestionamiento de las calles.
Para solo mostrar un dato, del año 2010 al 2015, los accidentes experimentaron
un aumento de 3.5%, alcanzando 40.77 muertes por siniestralidad vial por cada
100 mil habitantes de los que se reportaron en su gran mayoría fueron de
motocicletas en un 60%, lo que está llevando a un conflicto con las compañías
aseguradoras que se están negando a vender pólizas de seguros contra
accidentes.
Los accidentes de tránsito les cuestan al país RD$128,000 millones al
año, y empobrecen más a las familias de bajos ingresos porque la mayoría de las
víctimas son los motoristas.
28.000 familias fueron víctimas de tragedias
causadas por los accidentes el año pasado.
Tomando en cuenta los datos suministrado por la Autoridad Metropolitana
del Transporte entre el 2014 y 2015 hubo un incremento de un 5% en los
fallecimientos por accidentes de tránsito, los heridos se incrementaron en 22%
y los accidentes registraron un incremento de un 18%.
Pese a los esfuerzos de AMET, Obras Públicas y el 9-1-1, los resultados
en el 2015 no fueron alentadores, pues se produjo la mayor cantidad de
fallecimientos en el asfalto de los últimos cinco años, y en la evolución de la
tasa de mortalidad desde el 2010 al 2015.
Más de un millón de dominicanos viven de la actividad del motoconcho con
unidades modernas importadas sobre todo de China y Japón lo que le ha costado
en divisas al país con que comprar por ejemplo una flota de unidades colectivas
para humanizar el transporte de pasajeros donde puedan trabajar estos padres de
familia del concho y el motoconcho y producir cientos de miles de empleos
seguros, más un servicio de transporte decente y estable (como algún día habrá
de ser).
Pero como ya hemos dicho, la motocicleta no es solo un medio de
transporte para los que acuden a su centro de trabajo, o de estudio.
La mayoría está dedicada al servicio de transporte de pasajeros, otro a
la mensajería y la entrega de todo tipo de mercancías que van desde los famosos
¨deliveris¨ de los colmados, entrega de remesas, de piezas de las casas de
repuestos y mecánicos, la compra del gas de amas de casa y hasta el servicio de
entrega de drogas a clientes de los puntos de venta de estupefacientes en los
barrios.
El motoconcho es el servicio de transporte más inseguro, peligroso y
caro con que cuenta el país, pues si una ruta de concho te cuesta 25 pesos, se
da el caso que esa misma distancia en Motoconcho te puede costar hasta 100
pesos dado que una carrera de motoconcho de cuatro cuadras en un sector te
cuesta entre 30 y 50 pesos.
Como la ciudad de Santo Domingo ha crecido de forma vertical de este a
oeste y viceversa, los corredores principales como el Duarte que va desde el
Hipódromo hasta el Km 13 de la Autopista Duarte, el Kennedy desde los
Alcarrizos hasta la Avenida Duarte y el corredor Independencia desde el Km 13
de la Avenida las Américas hasta el Km 12 de Haina, aun siendo muy deficiente,
cumplen mayor cometido que el transporte norte-sur con la excepción de la Av.
Máximo Gómez o la Av., Duarte y José Martí, todo lo demás lo cubre el
transporte informal de carritos de concho y en su gran mayoría el Motoconcho.
De dónde viene esta modalidad sino de la necesidad de suplir una demanda
de de la población ante un sistema de transporte deficiente y desordenado,
producto de la irresponsabilidad del Estado, de los gobiernos de turno, que no
quieren romper con el clientelismo político, sacrificando el interés nacional y
la misma necesidad creó el monstruo del espejismo que el pobre campesino ha
encontrado en esta desordenada urbe como medio de subsistir incluso arriesgando
su vida convirtiéndose en parásito social en decadencia.
El fenómeno del motoconcho se instaló y creció bajo el desorden y en
realidad las propias autoridades no han hecho nada para ordenarlo sino que
ellos mismos en forma espontanea han organizado las paradas por turno de salida
y se han afiliado a organizaciones realengas creadas por los más vivos.
Ahora en época de campaña electoral los motoconchistas están guisando
porque son el complemente de hacer bulla y bulto de los candidatos, en cuyas
marchas y caravanas no faltan las filas de motores bandera en ristre que recorren
las calles vendiendo candidatos impopulares que cuando vuelvan a ganar seguirán
haciéndose de la vista gorda ante el problema del transporte público de
pasajeros, hasta que con su barrilito vuelvan a necesitarlos en la próxima
campaña electoral.
La realidad es una: Santo Domingo es una ciudad sin suerte, con el peor
caso de desorden vial, solo superado por Thailandia, con alrededor de cinco
entidades estatales que regulan el transito, ninguna vela por el ordenamiento
real y los intereses de los usuarios del transporte.
Por eso,
a cada cual le importa un bledo el desorden del transporte de pasajeros, porque
así es como produce dinero y que viva la Virgen!.
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