
Ana Infante narra lo que hicieron con el cadáver de su esposo Tomás Ramírez.
Por Jesús Carrasco y Euris Vargas.
Loma de Cabrera, Dajabón, R.D.-Se ha
convertido en un “relajo” que desaprensivo sigan cometiendo la macabra acción
de profanar tumbas en los cementerios del país y robarse los esqueletos.
Parientes de fallecidos cuestionan y
condenan las acciones en satánicas.
Algunos la atribuyen a la descomposición,
deterioro de la sociedad, en tanto otros, a la falta de castigos severos a los
autores sin importar sus edades por el sistema judicial, para hacer “brujería”.
Reportes establecen que otra vez,
delincuentes acuden al cementerio del Municipio José Cabrera, Provincia Dajabón
profanando tumbas y sus autores nunca son castigados por las autoridades.
El caso preocupa a pobladores y el dirigente
social Virgilio Antonio Clime, cuestiona la actitud de los delincuentes
que se dedican a esa malsana tarea.
Cita que la tumba saqueada es la
de su cuñado Tomás Ramírez, persona de la que dijo, mientras estuvo en la
Tierra no hizo daños a nadie.
Mientras que Doña Ana Infante,
compañera sentimental del fenecido Tomás Ramírez, relató que ella fue a la misa
en la parroquia de Loma de Cabrera, al regreso a la casa, halló encima de una
mesa parte del esqueleto de su difunto esposo.
Señala que quienes se dedican a
esa malsana tarea dañaron la estructura donde estaba depositado el cadáver,
sacaron huesos y se lo dejaron en su casa mientras ella estaba en la misa.
Demanda de las autoridades
policiales investigar y si apresan a los culpables, que el sistema judicial
imponga las sanciones severas que
establecen las leyes.
Relata que su esposo hace seis
meses que murió y su cuerpo sepultado en el cementerio de Loma de Cabrera.
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