Arzobispado exhortas a ciudadanos ir a votar el domingo 15 de marzo.

 

Por Marcelo Peralta

Santiago, R.D.     Como la conciencia es la capacidad de los seres humanos, la que está asociada a la actividad mental, el Arzobispado de Santiago instó a los ciudadanos acudir a los centros de votaciones el domingo 15 de marzo a ejercer su derecho para servir a la Patria.

Igual llamado hizo a los integrantes de la Junta Central Electoral organismo preparador de los comicios; partidos políticos, la ­sociedad civil garantizar la diafanidad, transparencia y pureza  como anhela la sociedad por un porvenir y un mejor país.

A través de su periódico Camino, la entidad religiosa exhorta a la población dejar los efectos de las frustraciones de las pasadas elecciones del 16 de febrero; diatribas, ofensas y por el contrario abrir las ­puertas al respeto,  tolerancia, comprensión para de esa formar ganar todos.

Considera que cada ciudadano tiene derecho a votar por los candidatos de su preferencia para que dirijan por 4 años las alcal­días y distritos municipales. 

Admite la Iglesia Católica que aún persiste en la población el antro de la indignación, frustración y la incertidumbre de los motivos que dieron origen a la suspensión de los comicios del pasado 16 de febrero, no obstante, reafirma su llamado de que vayan a las urnas a ­fortalecer la democracia.

Pide aumentar el grado de conciencia que ha echado raíces en diversos sectores de la sociedad y ­vigilantes activos de los comicios del domingo 15 de marzo del año 2020.

Y asegura que en esta tarea, la finalidad es de ir a servir a la Patria y fortalecer el sistema democrático.

El editorialista afirma que la paz del pueblo debe estar por encima de “todas las trabas” que puedan procesarse en este proceso.

Dice  que la política es una especie de plataforma que sirva para edificar a la ciudadanía.

Que es la actividad del hombre, aunque hay quienes participan ella que la ven de otra manera.

Sostiene que la política partidista hay que verla como un servicio a la comunidad humana, jamás como un instrumento de ­opresión.