Vida de pobladores de Santiago Rodríguez se transforma por casos de coronavirus.
La vida de los habitantes en la
provincia Santiago Rodríguez ha comenzado a tener retos, porque es transformada
por la presencia del mortífero coronavirus que ya hizo su aparición.
Con ello, se ha iniciado una nueva
etapa, porque de acuerdo al ministro de Salud del Gobierno, doctor Rafael
Sánchez Cárdenas, se ha detectado tras análisis de laboratorio tres personas
contagiadas del coronavirus.
Recomienda que los afectados deberá ajustarse
a la cuarentena en sus hogares, aisladas de las demás personas, llevar el
tratamiento indicado y aplicar las normas sanitarias de rigor.
Los
casos están en los municipios General Benito Monción y Sabaneta, provincia Santiago
Rodríguez.
Psicólogos, psiquiatras, trabajadores de la salud mental, social, comunitaria, educadores de la salud consultados, establecen que se impone que la situación, hay que evitar su expansión, reclutando a personal con experiencia en manejo de procesos graves como lo requiere el actual pandemia.
Establecen que debe
haber estimulación del espíritu solidario, favorecimiento de participación comunitaria, organización de los servicios adecuada a respuesta
en la emergencia; capacitación, formación de equipos móviles, unidades de
intervención en crisis, servicios de enlace en hospitales, clínicas privadas y autoridades.
Creación de redes de trabajo; necesidad de supervivencia, liderazgos
espontáneos, aparición de conductas heroicas, solidarias, conciencia en adaptación a eventuales cambios de vida, indispensables uso de mascaras, guantes, vestimentas especiales, disminución en los contactos físicos directos entre personal que no esté debidamente protegido y los infectados.
Incluir y capacitar
a dirigentes competentes de Juntas de Vecinos en aspecto de salud mental que oriente a los pobladores sobre
el peligro del coronavirus; que desde el Estado se les ofrezcan las garantías de
seguridad, protección en vestimentas, equipos y remuneraciones económicas a los orientadores comunitarios.
Estar
preparados a eventuales ansiedades depresivas, estrés peritraumático, crisis
emocionales, pánico en algunos casos, actuaciones rápidas de las necesidades
psicosociales de la población en las condiciones específicas del lugar donde se
desarrolla la epidemia.
Que a los afectados se impone ofrecerle ayuda relacionada a
la salud mental, psicosocial, psicológica, concientización humanitaria y
programas amplios y efectivos evitando de esa manera que se expanda la
enfermedad a personas y zonas vulnerables.
El
personal debe recibir apoyo a las acciones esenciales de detección temprana,
notificación, atención, control de la propagación, comunicación, fluidez en la información,
orientación capaz de lo qué está ocurriendo, qué se está haciendo y qué deben
hacer las personas.
Tratar
de trabajar sin agitación, ni trastornos de origen psíquicos, apropiarse de
mecanismos de autoayuda; ayuda mutua, en grupos, elevar la autoestima, control social,
emocional en especial a familias en duelo por pérdida de algún pariente.
Prestar
servicios especializados a la población en función de la atención a la pandemia
evitando infundir miedo, conductas agresivas, secuelas sociales, depresión,
duelos patológicos, estrés postraumático.
Estrategia
de comunicación social que favorezca a toda la población de lo serio que es la
pandemia, prepararse de manera mental y apropiada
de lo que generaría esa enfermedad en las respectivas zonas.
Concientizarlos
de que esa pandemia no debe hallar a ninguna persona desprevenido y que cada
uno de ellos se conviertan en multiplicadores de una buena estrategia comunicacional,
estando preparados para informar al público de lo que está sucediendo en el
país.
Hacerle saber que
el brote de coronavirus que está matando a dominicanos dejando viudos, viudas,
huérfanos, familias destrozadas, hogares destruidos, médicos, policías, militares,
bomberos, enfermeras infectados y para evitar hay que respetar las
recomendaciones de las autoridades.
Se
impone la necesidad de involucrar a comunidades tras la epidemia; invertir en la formación eficaz, mejorar
la atención a la población; integrar a los miembros de Juntas de Vecinos,
maestros, profesores, estudiantes a las orientaciones ciudadanas del peligro
sanitario de este desastre viral.
Organizar
a las personas en el desarrollo de planes, la vigilancia epidemiológica, mejoramiento
sanitario por el alto riesgo de la enfermedad, orientar que muchos de los
problemas actuales del coronavirus tienen su origen en el miedo de las personas
a ser infectadas.
El
riesgo psicosocial, indignación, en la población que se enoja, enfurece, preocupa, se deja arrasar por no valorar y acatar las informaciones
oficiales.
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