Paradoja de la vida. Haitianos dejan su territorio para venir a República Dominicana a recoger basura.
Desechos sólidos: Perjudiciales para uno; Buenos para otros. Estos haitianos son empleados del Ayuntamiento de Santiago de los Caballeros. Están incorporados al retiro de desperdicios.
Texto y fotos por
Marcelo Peralta
Santiago,
R.D.- Un importante segmento de la sociedad critica el incremento de la presencia
haitiana indocumentada.
Algunos
lamentan dominicanos han sido desplazados de centros laborales.
Otros,
en cambio, el país está llenos de haitianos y haitianas, que “paso a paso” se
ha perdido la Soberanía Nacional.
Prácticamente, el Río Yaque del Norte en sus casi 200 kilómetros de longitud desde La Rucilla en Jarabacoa hasta la desembocadura en Montcristi es una "cloaca".
Existen
dominicanos que han echado de lado hacer trabajos forzosos.
Una cantidad
echan el día durmiendo y en horas de las noches dedican ese tiempo a cuestiones
inmorales.
Aquí, jóvenes voluntarios en labor altruista realizan limpieza en el Río Yaque del Norte en Santiago para librar las aguas de montones de plásticos.
La
basura en las calles, es frecuente el resultado del mal manejo que dan
ciudadanos por falta de educación.
E
ocasiones se quejan de alegadas deficiencias de las autoridades municipales en
el retiro de los desechos del frente de sus hogares.
Aumenta
cada día la cantidad de desperdicios generada por consumidores y continúa en
tendencia alcista por el uso de materiales plásticos.
Cuando
bienes de consumo como productos desechables de un solo uso, son tirados a las
calles por parroquianos.
Se
les da a los desechados manejos de manera inadecuada, elevando los riesgos de
enfermedades y contaminaciones.
Al
llover, es notorio observad a hombres y mujeres irresponsables arrojar fundas
de basuras a los contenes las que taponan imbornales y algunas que son liberadas
por las aguas van aparar los ríos, con la consecuencia de provocar muertes de
miles peces.
Debido a la carencia de conciencia, ríos, arroyos, cañadas, imbornales, caminos, canaletas y vías fluviales están atascadas de desperdicios.
Los
desechos fluyen hacia áreas fluviales donde son depositados desperdicios que se
convierten en basura contaminante.
Observan
desechos, empaques, residuos eliminados de manera incorrecta cuyos orígenes
provienen de hogares, barrios, urbanizaciones y su destino final son las aguas
de ríos que consumen humanos, animales, aves, a canales de riego, usados para
cultivos agrícolas y ganaderos.
Aparte
de plásticos, las personas depositan en basureros improvisados desperdicios de alimentos,
botellas de bebidas alcohólicas, plásticos, vasos, botellas, sorbetes,
utensilios y mezcladores.
Un alto
porcentaje de los elementos que conforman la basura van a depósitos de agua,
descargado a océanos, equipos de regadíos, trampas que se pierden, dejan acumulaciones
y ocasionan brotes epidémicos.
Consecuencias
de una gestión deficiente de la basura
La
basura esparcida sin control llega a ríos, océanos se acumula en playas, giros causado daños irreversibles
a la salud.
Los
factores esenciales son atribuidos a malos hábitos ciudadano, que sin prever
consecuencias transportan contaminantes químicos, amenazan la vida humana, animales,
aves, peces, medio ambientes, zonas fluviales y mares.
La
basura y residuos plásticos tienen mayor potencial nocivo, impactos negativos
al medio ambiente, vida humana, silvestre, producciones agrícolas.
Acercarse
al río Yaque del Norte es ver flotar en la superficie, suspendidos en columnas
de plásticos, basuras en las masas de agua que la contaminan al impedir circular
libremente.
El
plástico que va a las aguas absorbidos por aves y peces, que concentran
sustancias químicas tóxicas en sus tejidos, dañando sus estómagos, provocan enfermedades
y al ser capturados y comidos por humanos transmiten enfermedades que derivan
en muertes de quienes los ingieren.
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