martes, junio 07, 2022

A Orlando Jorge Mera lo mató la confianza y un amigo desleal.

Por Marcelo Peralta.

El cuerpo humano está regido por las imperfecciones y de los cambios que surgen en el mundo sensible.

La muerte es una dimensión de la vida.

Es la única que nunca abandona.

Rechazar la muerte, es negarse a vivir.

Para vivir plenamente hay que tener el coraje de integrar a la muerte en la vida.

Hay que saber que la muerte trágica de un ser humano noble como era Orlando Jorge Mera “duele” y “duele” fuerte.

A Orlando Jorge Mera lo mató la confianza, promovida por un amigo “desleal”, “ambicioso” y violento que anhelaba tener más dinero del que ha acumulado.

Ha sido un hecho trágico y lamentable.

Más dureza se percibe cuando el autor es de absoluta confianza de la víctima.

Haber perdido a este funcionario y amigo a quien conocí y traté en diversos escenarios y la forma de como murió tan atroz, eso causa más dolor.

Parece Fausto Miguel de Jesús Cruz de la Mota, hizo desde que salió de su caso como los aparatos eléctricos que se programan para desarrollar una acción.

Orlando Jorge Mera era abogado y persona sencilla, afable, decente que ha dejado este globo terrenal por la “ira” de un amigo.  

La muerte está impregnada de miedo, sentimientos, recelos, violencia, angustias, sufrimientos.

Entonces, Orlando Jorge Mera murió por depositar confianza en un hombre creyendo era su amigo.  

La muerte es intransferible, igual que la vida.

El país está lleno de consternación al acontecer este hecho trágico.

Perder a un hombre ecuánime como era Orlando Jorge Mera, duele más.

Esa pérdida por la calidad humana de Orlando Jorge Mera causa dolor en lo más profundo el alma.

Genera tristeza y desesperación.

En algunos casos odio y rencor.

La muerte de Orlando Jorge Mera impacta en el “pueblo” por haber sido un hombre de respeto y admiración.

El país está lleno de llanto, tristeza y desesperación, por ser hombre de personalidad sosegada.

Hijo de un pasado presidente de la República, aunque jamás hizo cambiar su comportamiento y sus virtudes.

Hay que reflexionar respecto a este hecho trágico y muy lamentable.

Da pena tener que hablar de este tipo de acontecimiento.

Es difícil entender las razones de que una persona de la estirpe de Orlando Jorge Mera muera de esa forma.

Acuñamos la frase de “Dime cómo mueres y te diré quién eres”.

En la vida, hay casos, sujetos que generan afecto, cariño, alegría, dependencia y hasta confianza.

Por eso reza el dicho: “En la confianza es donde está el peligro”.

Paz a los despojos de Orlando Jorge Mera y solidaridad a sus familiares.

 

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