De Luis Abinader a Negro Veras: "La sociedad necesita voces rebeldes"
Negro Veras una foto sistémica en jovencitas embarazadas desnudas y solicitarle la exhiba en una vitrina.
Por Marcelo Peralta
Santiago,
R.D.-El presidente Luis Abinader elogió al abogado Ramón Antonio Veras por su
nueva obra literaria “Mi parecer sobre la sociedad dominicana de hoy” a la que
asistió el jefe de Estado.
El
gobernante dijo “El autor como un humanista y una voz rebelde que hace grandes
aportes a la sociedad dominicana”.
“Todo
el mundo sabe que lo que escribe don Negro Veras es porque él lo siente, es
porque él lo cree” sostuvo Abinader.
Añade:
”Y esas voces son las que debemos de respetar y defender aún no estemos de
acuerdo, porque sabemos que son una opinión sincera, honesta, humanista y
rebelde”, agregó.
Abinader
dio gracias don Negro por recordar lo que tenemos que cambiar y mejorar.
Afirma:
“Yo creo que estamos avanzando en muchas cosas y sí es bueno tener siempre esa
voz humanista, rebelde, honesta, seria y sincera que nos recuerde cuando la
sociedad no va bien” significó el gobernante.
Mientras
el autor de la obra literaria Don Ramón Antonio- Negro- Veras expresó: “Yo
quisiera que el presidente Luis Abinader salga del Palacio Nacional con el
mismo respeto y consideración que hoy le tiene su pueblo”.
Veras,
pasado presidente de la Asociación de Abogados de Santiago dijo que con su nueva
obra dejaba constancia que ha sido patrocinado por gentileza agencia
comercial CECOMSA, disposición de sus ejecutivos, que deben ser imitados por aquellos
capitalistas del país, que han hecho su patrimonio económico mediante prácticas
normales pensando como burgueses nacionales y no simplemente ricos.
La
motivación de publicar el libro
A la
pregunta de qué motivó a Negro Veras, a publicar el libro: “Mi parecer
sobre la sociedad dominicana de hoy”, relata algunos de mis verdaderos
amigos, amigas, familiares, me habían expuesto la idea de que, en el futuro,
edite en forma de libros los escritos que he publicado en la prensa.
Resaltó
que analizó el consejo, comprendió “nadie ha tenido a los dioses tan a su favor
que pueda prometerse a sí mismo el día de mañana”, en vista de que mi porvenir
está en el día a día, decidí aceptar la sugerencia y comenzar a recoger pasajes
lo que ya he desarrollado en los medios de comunicación”.
Empezó
a ejecutar el proyecto de reproducir en hojas debidamente encuadernadas lo que
ya está en periódicos, me dirigí a Radhamés Acevedo, Flavio Darío Espinal J.,
José David Fadul Lantigua, Johnny González Corona, Lincoln López, Juan Reyes
Eloy, Benjamín Rodríguez Carpio, Rafael Olivo Rodríguez Huertas, Emerson
Soriano, Julio Aníbal Suárez D, María Alejandra Veras P., y a Rafael Emilio
Yunén, solicitándoles hicieran el favor de escribir la introducción a los capítulos
que ya había escogido, y en conjunto formarían el libro.
El
libro: Mi parecer sobre la sociedad dominicana de hoy, está dividido
en trece capítulos, cada uno con un prólogo que se refiere a algunos de los
escritos que componen la sección.
CAPÍTULO
I
Lo que
es un amigo: Cita Negro Veras al momento de proceder a desarrollar los
trabajos que integran el texto, en cada uno me sentí impulsado por alguna
causa.
El
móvil para exponer mis ideas en el Capítulo I, tomé en cuenta lo que es la
amistad auténtica y me inspiré en Arsenio Ureña, a quien, en vida, en su
oportunidad le dije: “Siempre te he dicho que tú eres de mis líderes
empresariales de Santiago”.
Admiro
en ti tu decisión de emprender nuevos centros de producción generadores de
empleos.
Esto
ha impulsado respeto y admiración hacia ti en lo mejor de la sociedad
dominicana que ve en ti un hombre de bien, un gran ser humano dispuesto a
extenderle la mano solidaria a quien precise de ella.
Relata.
“Las lacras sociales aquí”.
Afirma
en el capítulo II, identifico a esos individuos con los cuales nos
encontramos en cualquier lugar, y muchas veces somos víctimas de sus maldades,
porque no les conocemos sus características las cuales pongo de relieve.
Quién
no ha padecido un daño causado por el sinvergüenza, mentiroso, ingrato, traidor,
trepador social, oportunista, envidioso y a esa rata que es el intrigante.
Las
campañas electorales: El Capítulo III, del texto, recoge lo que
entiendo es parte del accionar político del país.
Por
tal razón, me refiero a algunos asuntos de los que adolece la actividad
política dominicana y en particular las campañas electorales que padecemos, la
forma de acondicionar a los votantes, ineficacia de los partidos tradicionales,
la palabra en la política, mi apreciación en el debate político de hoy y la
necesidad de cambiar la intervención en el quehacer político nacional.
La
nuestra, una sociedad incapaz: El Capítulo IV, lo tomo muy en cuenta
porque en el mismo expongo: “La forma como está organizada la sociedad
dominicana, la hace incapaz de garantizar una existencia digna; resulta
inservible para generar felicidad; inútil para crear solidaridad; imposible de
motivar el decoro, la honradez y las virtudes cívicas y ciudadanas.
Ella
es una calamidad, porque es incompetente para satisfacer las necesidades
materiales y espirituales más apremiantes de nuestro pueblo.
Ella
es inoperante porque no valida al ser humano por sus méritos, sino por su
patrimonio económico”.
Una
foto sistémica: El Capítulo V de la obra, contiene artículos que deben
poner a pensar muy detenidamente a cada una de las personas que tengan la
oportunidad de leer el libro que motiva el encuentro de esta tarde.
Así,
con el título “La lectura de una foto con sentido sistémico”, me
llevó a describir algo que me impactó profundamente, y que me permito narrar
así: Hace unos días, mientras caminaba por una de las principales calles de la
ciudad de Santiago de los Caballeros, al momento de pasar por el frente de un
negocio, observé en una de sus vitrinas la exhibición de la fotografía de una
joven embarazada acostada boca arriba y desnuda.
Recuerda
Negro Veras: “Mi reacción fue de asombro, quedé pasmado, totalmente
sorprendido. Confieso que por primera vez en mi vida vi algo semejante”.
Reacciona:
“Una joven embarazada decirle a su esposo o compañero sentimental que le tome
una foto para conservarla como recuerdo de su proceso de gestación, no es nada
del otro mundo”.
No
obstante, cita “Pero una mujer preñada, visitar un centro fotográfico,
desnudarse, solicitar ser retratada y autorizar que la fotografía sea puesta a
la vista del público, es un asunto que entraña, es una conducta extraña en la
dama preñada, y si semejante proceder se generaliza, entonces la cuestión tiene
un carácter de habitualidad generacional.
La
información de que dispongo es que se ha hecho algo
frecuente en jovencitas embarazadas fotografiarse desnudas y solicitarle al
dueño del estudio fotográfico que la exhiba.
El
hecho de que este proceder se haya hecho común y corriente nos dice que hay un
segmento de la sociedad dominicana que moralmente lo ve normal.
De
seguro que nunca le pasó por la mente a la abuela de la joven fotografiada,
estando embarazada, posar boca arriba desnuda para fotografiarse y pedir ser
puesta a la vista del público.
CAPÍTULO
VI
La
sociedad dominicana no se sostiene solamente con zonas francas, turismo,
préstamos y remesas
En
el Capítulo VI del libro que comentamos, sin mucho esfuerzo, podemos comprobar
lo que lamentamos tener en educación y conducta.
De
esta sección he retenido tres ideas. Las cuales son:
1.
a) Aquel que ponga en duda, la certeza de la
bajeza moral de la sociedad en que vivimos, le basta con saber que el
movimiento económico nacional también se alimenta, entre otras cosas, de
recursos económicos provenientes del tráfico de drogas narcóticas; armas y
personas físicas; del dinero lavado de operaciones del crimen organizado; de la
prostitución de niñas, niños y adolescentes; del trabajo infantil y de otras
actividades que tienen su fuente en la corrupción, la degradación, la
deshonestidad y el envilecimiento más repugnante.
1.
b) La realidad nos dice que no podemos seguir
como hasta ahora, que esto tiene que cambiar para bien. Es imposible seguir
viviendo en igual forma de comportamiento; perpetuar lo que estamos practicando
desdice de nosotros como pueblo del siglo veintiuno; prolongar el estado de
desorden sería un desatino, un absurdo. Esto tiene que cesar, debemos hacer un
alto en el camino que nos está llevando a la sinrazón.
1.
c) El derrotero por el cual vamos pinta mal.
El camino que estamos trillando no nos lleva a buen destino; el comportamiento,
la conducta que exhibe la generalidad de los dominicanos y las dominicanas no
es nada halagüeña. El panorama es, lamentablemente, desalentador. Y que conste,
soy optimista, pero trato de ser realista; me gusta tener mi reloj en hora con
respecto a la realidad nacional.
CAPITULO
VII
LA
FAMILIA, porque es la célula principal de la sociedad humana, en el libro
no podía dejar de referirme a ella y pintarla tal cual es en la actualidad en
el país.
La
depravación que hoy exhiben diferentes segmentos de la sociedad, es la ausencia
de una correcta orientación hogareña. Las niñas y los niños que en nuestro país
andan por esas calles de Dios, compitiendo para ver cuál es el más crapuloso,
malcriado y pervertido, son víctimas de una paternidad tragada por el medio
social que desconoce la decencia y lo virtuoso.
CAPÍTULO
VIII
Comunistas
y católicos. Creo firmemente que en el mundo terrenal, comunistas y
católicos pueden luchar juntos contra las injusticias, aunque luego, en el
cielo, cada quien ocupará su lugar, sea en la gloria o en el infierno.
En el
mismo capítulo refiere el autor una persona que hoy lleva buenos mensajes a la
humanidad: El papa Francisco.
Mi
admiración por el papa Francisco, la expreso en el libro cuando
digo: El Papa Francisco, se ha ganado a las personas sensibles del
mundo, sin importar creencia religiosa.
Él
llega a comunicarse con facilidad; no tiene nada de introvertido o reservado a
la hora de manifestar su sentir con relación a un asunto de interés general.
La
legalidad o ilegalidad de los haitianos indocumentados: El Capítulo IX de
la obra: contiene un profundo análisis a manera de prólogo, escrito por el
brillante jurista licenciado Olivo Rodríguez Huerta, en la cual hace un
análisis profundo respecto a la nacionalidad de los hijos de los indocumentados
haitianos.
La
democracia dominicana. El Capítulo X lo tomo para referirme a la
democracia representativa que impera aquí, de la cual digo que:
1.
a) Para el pueblo dominicano la democracia no
ha sido más que una ficción en la cual ciudadanas y ciudadanos, no son más que
simples números, objetos, figuras decorativas motivadas por las cúpulas de los
partidos del sistema para que cada determinado tiempo comparezcan a las urnas a
depositar sus votos, y así legalizar las instituciones que conforman el Estado.
Una vez el elector o electora cumple con la formalidad del voto, deja de ser
actor dentro de la democracia representativa.
1.
b) No hay que estar dotado de una gran
inteligencia ni ser un sabihondo de las ciencias sociales, para comprender que
la generalidad de los que hablan de los avances, logros y virtudes de la
representativa, lo hacen conscientes de que están confundiendo al pueblo
dominicano. La democracia que padecemos dominicanos y dominicanas descansa
sobre bases falsas en su asiento económico, en sus instituciones y en los
partidos políticos que la defienden.
1.
c) La miseria, la indigencia en que vive la
generalidad de nuestros connacionales, el estado de abandono en el orden de la
salud y educación pública, es la expresión clara de que la democracia que
predomina aquí es la del presupuesto nacional, la cual tiene su razón de ser en
la posibilidad que ella da para que un grupo pueda enriquecerse con los
recursos del erario, mientras el pueblo sigue viviendo al margen del progreso.
1.
d) Lo que ofrece la democracia dominicana es
lo que a diario vemos en los barrios marginados, en la cara de los desocupados,
de los niños desnutridos, de los enfermos que no tienen acceso a los hospitales
público, y la descomposición social manifiesta.
Mi
profesión, la de abogado: El Capítulo XI, de la obra, lo
tomo para referirme a la profesión de abogado y cómo llegué a la misma y
termino con dos razonamientos de lo que hoy creo de ella y por qué.
No
estoy formado para la trampa, la fullería ni el argumento embaucador y,
lamentablemente, hoy el que predomina es el trampista, chocarrero y jugador de
ventajas. Este es el medio ideal para quien carece de talento para defender el
caso de su cliente con altura, al margen de la estratagema, la argucia y las
malas artes. La profesión de abogado hoy, al igual que todo lo que se mueve en
el medio social donde vivimos, hay que ejercerla apoyándose en el ventajismo y
comadreo, algo para lo que no debe prestarse quien respeta la ley, el derecho y
la justicia.
La
sociedad dominicana tenía que llegar a un alto grado de degradación, de
envilecimiento, y el fenómeno de la corrupción arroparla por entero, para que
una actividad enaltecedora como la abogacía se rebajara, se desacreditara hasta
el punto que asquea a quienes por vocación llegamos a ella venerándola.
CAPÍTULO
XII
Discriminación
a los LGBTQ: Cómo escribir un libro sobre la sociedad dominicana y no
hacer mención de los prejuicios, de las taras que reducen al ser humano, una de
las cuales es discriminar.
En
los marcos de la discriminación es que hay que ver a los que aquí, y en
cualquier otra sociedad, manifiestan u ocultan en el fondo de su alma actitudes
discriminatorias contra aquellos que ejercen su derecho a una preferencia de
sexo igual al suyo.
La
discriminación contra los LGBTQ busca aislarlos de los demás integrantes de la
sociedad, colocarles en estado solitario, de desterrados, abandonados, en
condición de segregados en su mismo lar nativo, como un emigrante viviendo en
su propio país.
En la
discriminación contra los LGBTQ se busca afincar en la conciencia nacional, con
la perversidad aliada a la cizaña, sembrar discordia, hostilidad, disensión y
desavenencia, que es la obra de los limitados mentales en su proceder de
envenenadores, incapaces de cultivar y motivar la concordia y la sana
comprensión para la convivencia civilizada, sin importar la preferencia sexual.
En el
medio, la discriminación inducida contra los homosexuales, busca que estos
acepten que su preferencia sexual no es el ejercicio de un derecho suyo, sino
un lastre, una ofensa a la sociedad, una carga maldita, una rémora para sus
compatriotas, que su condición de LGBTQ le coloca como un estorbo social que no
merece vivir.
El
discriminador que respira odio hacia los LGBTQ anda, mentalmente, armado con su
lengua como un látigo para a la menor oportunidad azotar a aquel o aquella que
ha decidido darle riendas sueltas a su voluntad y, en pleno ejercicio de su
preferencia sexual, ha elegido amar a otro ser humano de su mismo sexo.
CAPÍTULO
XIII
Mi
adiós a los estadios de beisbol: Finalmente, en el libro no podía dejar de
referirme al deporte que, después de la lidia de gallos, es el más popular en
el seno de nuestro pueblo: El béisbol.
El
Capítulo XIII viene a hacer la función de aflojar la tensión creada con la
lectura de los doce apartados anteriores.
La
atenuación al abordar el asunto de la pelota, destaco mis vivencias en el
béisbol para concluir con Mi adiós a los estadios de béisbol profesional.
Qué
me motivó a dejar de asistir a los estadios de béisbol en mi país?
La
generalidad de los que hoy van a presenciar juegos de béisbol profesional a
estadios, disfrutar el momento, no solamente viendo a su equipo ganar, sino mirándole
el trasero a una “cubetera”, escuchando música buena o mala, por amplificadores
a todo dar; a un fanático bailando sin camisa sobre su asiento, o en estado de
locura por la emoción que le produce el oportuno cuadrangular disparado por un
bateador del equipo de su simpatía.
Sin
olvidar la forma cómo jovencitas ejecutan movimientos excitantes.
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