Recuerdan el 159 aniversario en Santiago de la Batalla del 6 de septiembre 1863 españoles y dominicanos.
En este acontecimiento de impuso la bravura de los dominicanos.
Por Marcelo Peralta y Argenis Quiñones.
Santiago, R.D.- Con diversos actos autoridades,
personalidades locales, provinciales, regionales y nacionales recordaron el 159
aniversario de la Batalla de 6 de septiembre del 1863 efectuada en Santiago entre
dominicanos españoles que marcó el principio y fin de la anexión y la
restauración de la República y la Independencia.
La
gobernadora de Santiago, profesora Rosa Santos encabezó los actos en la antigua
Fortaleza San Luis, con izamiento de la Bandera y entonación del Himno Nacional;
discursos de maestros, historiadores, la gobernadora, intercambios de ideas, impresiones
respecto a esta epopeya.
Lectura
de la Orden del Día y los honores militares de estilo a los héroes de la
Batalla de Santiago 1863.
Depósito
de ofrendas florales frente a los bustos de los próceres; invocación religiosa
por el padre Francisco Rodríguez Núñez.
Palabras
de Marieta Díaz, directora regional de Educación, exhortando a estudiantes aprender
las lecciones de la historia del país.
La
gobernadora, Rosa Santos, elogió el desempeño de los héroes de la gesta que se
produjo el 6 de septiembre de 1863, uno de los acontecimientos más importante
de la historia, con la cual se logró derrotar las tropas españolas en Santiago,
dando paso al gobierno restaurador y rectificación de la Soberanía Nacional.
Mientras
que Juan Pablo Uribe, presidente de la Comisión Permanente de Efemérides
Patrias, afirmó que la Batalla del 6 de septiembre de 1863 fue el
enfrentamiento militar de dominicanos restauradores contra el ejército del
imperio español que defendía la anexión a España.
Dijo
constituyó un capítulo glorioso de la guerra popular, anticolonial y
nacionalista de la Restauración digno de figurar en los anales de la historia
épica universal.
Manifestó
que esta confrontación bélica que duró siete días, demostrando la valentía y la
inteligencia militar del pueblo que con menos armas de fuego derrotó a españoles
entrenados y bien armados.
El
coronel Sócrates Suazo Ruiz, del Ejército Dominicano y director de Historia del
Ministerio de Defensa, leyó la reseña de la Gesta Restauradora.
Batalla:
Tras
la famosa batalla el día 6 de septiembre de 1863, en el lateral oeste del cementerio
municipal de Santiago, una calle lleva el nombre de ese acontecimiento histórico
que marcó una epopeya de dimensiones ciclópea.
En el
pueblo dominicano representado por la masa más desposeída y dirigida por
verdaderos defensores de la patria generales Gaspar Polanco, José Antonio
Salcedo-Pepillo-, Gregorio Luperón, Benito Monción y Pedro María Pimentel, que
con sus valentías enfrentaron al ejército español que estaban bien armado de
fusiles modernos, amplia artillería.
Españoles
trajeron a República Dominicana soldados entrenados, experimentados en conflictos africanos;
mientras los criollos solo tenían a Dios, “machetes afilados”, “coraje”, corazones
henchidos, pechos de frente y valor patrióticos.
La
llamada “Batalla de Santiago”, empezó antes del 6 de septiembre de 1863, ya que
el General Gaspar Polanco partió desde Quinigua el día 30 de agosto con 6 mil
hacia Santiago armados de palos y valor patriótico.
Los
españoles que sobrevivieron a la batalla abandonaron la ciudad rumbo a
Puerto Plata sin deponer las armas como lo había pedido el alto mando militar
de los restauradores, encabezado por el General Gaspar Polanco, jefe de
Operaciones.
Las
tropas españolas iniciaron la marcha el 13 de septiembre, al salir con las
armas, perseguidas por los restauradores logrando causar “gran cantidad de
bajas” y quitaron dos piezas de artillería.
Dominicanos
al mando del general Gaspar Polanco derrotaron a los españoles en los combates
de El Limón y El Carril, dice el informe militar donde precisa combates se
decidieron por el empleo de las armas blancas.
El 12
de septiembre de 1863, restauradores avanzaron contra las tropas españolas en
el Cibao, en que militares españoles sufrieron derrotas en la zona Jácuba,
Marilópez y la Otra Banda, en Santiago.
Militares
españoles fusilados por orden del general Gregorio Luperón, además, fracasó un
intento de mediación hecho por el prebístero Francisco de Charboneau, a
petición del brigadier español Manuel Buceta.
Buceta,
el general Gaspar Polanco, jefe de los ejércitos en operaciones del país;
generales, jefes, oficiales presentes, plantearon españoles debían deponer las
armas.
Restauradores
reclamaron entrega de billetes dominicanos de las denominaciones de 40 y 20
pesos que se cambiaron por billetes españoles.
Dieron
un plazo de 6 días a los españoles para que sacaran a sus heridos por el puerto
de Montecristi y 8 días para la entrega de las armas, planteamiento que el
general dominicano Manuel Buceta respondió airado y advirtió que el Ejército
español no se rinde nunca.
Buceta
explicó al mando militar restaurador que tampoco podía devolver los billetes
dominicanos ya que decía no existía ninguno en la Tesorería.
Pidió
a los restauradores, por sentimientos humanitarios, conservación de la vida de
militares españoles heridos internados en el hospital de Santiago.
Restauradores
derrotaron en Jácuba, a las tropas del general Primo de Rivera, quien había
salido de Puerto Plata con el propósito de reforzar a las tropas españolas que
enfrentaban la resistencia dominicana.
Fue el
día 12 de septiembre que restauradores al mando del capitán Medina apresaron a miembros
de una compañía que trataban de romper el sitio atacando en la comunidad
Marilópez.
Españoles
detenidos por Medina y ejecutados por disposición del general Gregorio Luperón.
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