Prisión preventiva “guardias” habrían vendido fusiles por 500 mil pesos porque no tenían comida.

Se rumorea; Se trató de un “falso” asalto y los guardias presuntamente habrían vendido los fusiles en 500 mil pesos. La versión no es oficial.

Las armas aún no han sido recuperadas, ni apresadas las personas que sirvieron como compradoras.

El ministerio público y el Ejército República Dominicana, trabajan unidos en la investigación.

La Vega, R.D.-El Tribunal de Constanza dictó tres meses de prisión preventiva a los soldados Ybrailin Morillo y Julio Ángel Casanova, acusados de vender dos fusiles mientras prestaban servicios en la Fortaleza Carlos A. Castillo Pimentel.

Trasciende “habrían vendido sus armas porque no tendrían dinero para comprar comida y ahora ni aparece las armas de guerra y menos los compradores”.

El Ministerio Público y el Ejército República Dominicana, andan desesperados buscando las armas y a compradores, por lo que trabajan unidos en la investigación.

Los militares a quienes no se le ha podido sacar “nada” y tampoco dicen “pío” lo mandaron a la “chirona”.

En principio se sospechó se trató de un asalto, sin embargo, uno de los militares, aunque está implicado en el caso tendría más consideración, se conoce habría confesado a sus superiores “el supuesto robo se trató de una farsa”, sino que decidieron vender sus armas de reglamento, porque no tendrían dinero para comprar comida”.

Aseguran que estos simularon que fueron atracados para vender los fusiles “sin levantar sospecha” y tras ser presionados, presuntamente uno de los militares “dijo la verdad” y culpó a su compañero del incidente.

El comandante de la segunda brigada del Ejército Nacional está al frente de las operaciones con el fin de conseguir los fusiles.

Igualmente afirmaron que las autoridades del Ejército y la Policía buscan activamente al individuo que habría comprado los fusiles.

El hecho se registró en la madrugada de este lunes cuando los militares alegaron que dos sujetos a bordo de una motocicleta los asaltaron y despojaron de sus fusiles mientras se encontraban de servicio en la Fortaleza Carlos A. Castillo Pimentel en el municipio de Constanza, provincia La Vega.