EXIGE RESPETO PARA LAS MUJERES
La preocupación del arzobispo de Santiago fue expuesta en su articulo Un Momento del digital 55.
Por NELSON PERALTA
Por NELSON PERALTA
LA INFORMACION
SANTIAGO, R.D. Monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio, arzobispo de Santiago, clamó ayer por el respeto a la vida de las mujeres que “mueren como moscas” en una violencia intrafamiliar, que es parte de los problemas de la desigualdad hombre-mujer.
“Pongamos nosotros una mano en nuestros labios, y sigamos nosotros proclamando la dignidad y la igualdad de todos los seres humanos, defendiendo sus vidas, como humanos que somos”, explica el prelado católico.
Dijo que ayer domingo de diciembre del año 2012, de nuevo en República Dominicana se proclamó aquel evangelio de Fray Antón de Montesino en el año 1511: “Una voz clama en el desierto”, decía Juan el Bautista, y el predicador dominico decía: “Una voz clama en el desierto de esta isla”; “¿No son estos indígenas almas racionales?”.
“La voz sigue clamando hoy, repitiendo: ¿No son estas mujeres seres humanos, almas racionales? Puesto que ellas son aplastadas y mueren como si fueran moscas, que igual que en el pasado decían con los indígenas, ¿no son estas almas racionales, seres humanos, los niños que son explotados, que son abusados?
Y agregó monseñor de la Rosa y Carpio, ¿no son estos niños los que están en los vientres de las madres seres humanos que merecen seguir viviendo, que tienen dignidad humana? ¿No son todos estos hombres y mujeres, que sufren de alguna manera miseria de cualquier tipo, seres humanos?
Informó el arzobispo de Santiago que la voz de Juan el Bautista, sigue clamando en esta isla, como lo hizo en tiempos de Montesino, y sigamos nosotros clamando, como la estatua inmensa que está en la entrada del Puerto de Santo Domingo”.
Monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio, arzobispo de Santiago, clamó ayer por el respeto a la vida de las mujeres que “mueren como moscas” en una violencia intrafamiliar, que es parte de los problemas de la desigualdad hombre-mujer. “Pongamos nosotros una mano en nuestros labios, y sigamos nosotros proclamando la dignidad y la igualdad de todos los seres humanos, defendiendo sus vidas, como humanos que somos”, explica el prelado católico.
Dijo que ayer domingo de diciembre del año 2012, de nuevo en República Dominicana se proclamó aquel evangelio de Fray Antón de Montesino en el año 1511: “Una voz clama en el desierto”, decía Juan el Bautista, y el predicador dominico decía: “Una voz clama en el desierto de esta isla”; “¿No son estos indígenas almas racionales?”.
“La voz sigue clamando hoy, repitiendo: ¿No son estas mujeres seres humanos, almas racionales? Puesto que ellas son aplastadas y mueren como si fueran moscas, que igual que en el pasado decían con los indígenas, ¿no son estas almas racionales, seres humanos, los niños que son explotados, que son abusados?
Y agregó monseñor de la Rosa y Carpio, ¿no son estos niños los que están en los vientres de las madres seres humanos que merecen seguir viviendo, que tienen dignidad humana? ¿No son todos estos hombres y mujeres, que sufren de alguna manera miseria de cualquier tipo, seres humanos?
Informó el arzobispo de Santiago que la voz de Juan el Bautista, sigue clamando en esta isla, como lo hizo en tiempos de Montesino, y sigamos nosotros clamando, como la estatua inmensa que está en la entrada del Puerto de Santo Domingo”.
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