Comerciantes detallistas afirman delincuencia y presiones fiscales los arruinan.
Santiago,
R.D.-Comerciantes de las 32 provincias y el Distrito Nacional, afiliados a la
Federación de Comerciantes Detallistas -FENACODEP-, denunciaron que la ola de
robos, atracos, asaltos, muertes violentas de sus socios, los apagones
eléctricos, altas facturaciones, tráfico ilegal de ajo por la frontera
dominico- haitiana, la inseguridad, altos costo de la vida y las
presiones fiscales de la administración tributaria los lleva a la
desesperación.
Juan Anselmo
Jiménez, Coordinador del Bloque Norte-Noroeste y presidente de la Asociación de
Comerciantes Detallistas en el municipio de Esperanza, provincia José Desiderio
Valverde, quien fungió como vocero, declara que los hombres y mujeres que
laboran detrás del mostrador están viviendo una situación dramática ante la
práctica inexistente de autoridades responsables que frenen estos flagelos.
Exigen que
para poder operar sus negocios, desde el gobierno central se deben aplicar
acciones contundentes y efectivas contra los forajidos que cometen estos
delitos, aplicando medidas preventivas y aumentando el número de agentes en las
calles, áreas comerciales, dotada de equipos sofisticados, buenos sueldos,
motorizados y mejores condiciones humanas.
Hombres y
mujeres negociantes del país, demanda de los miembros y miembras del sistema
judicial, tratar de quitarse la venda, que sean menos permisivos con los
delincuentes y que a la hora de juzgados por cometer delitos, actúen con
drasticidad en contra de esos criminales sancionando con todo el rigor de
las leyes.
Sostiene que
ahora, debido a los efectos de la delincuencia, para proteger sus vidas y
bienes, tienen que trabajar encerrados en estructuras de hierros con
ventanillas vigiladas por cámaras de vídeos, contratar a guachimanes, y a pesar
de todos, lo hacen temerosos de que cualquier extraño ingrese a sus
negocios, los maten a ellos, a sus empleados y familiares que estén trabajando.
Aseguran que
hacer esos gastos, conlleva una situación que ha encarecido los costos de
inversión y haciendo más difícil la comercialización de los productos y
afectando directamente al pueblo consumidor.
La posición
de los comerciantes fue fijada a vía el
Coordinador del Bloque Norte-Noroeste, Anselmo Jiménez y por un documento de
cuatro páginas leído por el periodista Adriano de la Rosa, director de
comunicaciones de la FENACODEP en la Región del Cibao.
Tras sostener
un acto deploran la indiferencia de las autoridades encargadas de enfrentar el
auge de la delincuencia y la benignidad con que actúan las autoridades judiciales
a la hora de juzgar a los crímenes.
Subrayan que
la blandenguería de las autoridades para frenar la ola delictiva se ha
combinado con la impunidad de los miembros de la judicatura nacional,
convirtiéndose en una vergüenza, el ver cómo los delincuentes, después de hacer
sus fechorías, salen riéndose, sonantes, campantes y burlándose de los
afectados y regresando con más fe a cometer fechorías.
Consideran
que debido a la complicidad de muchas autoridades, a quienes el pueblo tiene
que pagar impuestos al Estado que es de donde salen los sueldos de policías,
jueces y fiscales, estén viviendo en una situación cada vez más tensa e
insegura.
La atribuyen
a la decidida de autoridades que realizan unos supuestos operativos
disfuncionales que no han servido para nada.
Se quejan de
la errónea política que en materia de seguridad aplica el gobierno central,
sumados a los grandes gastos millonarios y a la cadena de corrupción del Estado
en su conjunto.
En ese tenor,
los comerciantes organizados de todo el país, manifiestan su descontento e
inconformidad ya que la mayoría de sus afiliados a nivel nacional han sido
víctimas directa e indirecta de las maquinarias y acciones delictivas de los
criminales, de los que dicen, están protegidos por autoridades policiales, judiciales
y el gobierno.
Hacen saber
que la ola de violencia, unido a los actos delictivos que los afecta, está
creando un clima de inquietud y de incertidumbre en donde muchos negociantes
han tenido que cerrar sus establecimientos y dedicarse a otras labores para no
perder la vida.
Dicen que la
inseguridad se constituye en una bomba de tiempo que en cualquier momento
podría estallar y dejar secuelas imborrables.
Deploran lo
declarado en Santiago por el ministro de Interior y Policía, Carlos Amarante
Baret en donde afirmaba que en lo que va de año 2018, los actos delincuenciales
han disminuidos en el país.
Los hombres y
mujeres del mostrador piden al funcionario hacer revisión en los medios de
comunicación de masas, respecto a los efectos negativos de este flagelo.
Recordaron
que hace poco, un reportaje difundido en medios de comunicación de la Capital,
comerciantes detallistas, decía que solo en Santo Domingo y San Cristóbal,
habían perdido más de 30 millones de pesos comprando equipos de seguridad para
tratar de identificar a los ladrones.
Advierte que
la ola de violencia continúa manchando de rojo y negro los hogares de ese
sector comercial y negocios de diversas índoles, pese a la desinformación
oficial que no ha podido evitar, el clima de desasosiego que esa situación
genera.
Los
comerciantes detallistas en provisiones dicen sentirse atemorizados y
seriamente perjudicados por la cantidad de miembros que son asesinados cada día
para sustraerle sus bienes ganados con mucho sacrificio y esfuerzos cotidianos
de servicios al pueblo, que abarca las jornadas de trabajo y hasta por espacio
de 18 horas al día.
Reiteran que
los problemas que los afectan son tan graves han tenido que hacer grandes
sacrificios e inversiones instalando cámaras de seguridad de vídeos,
contratando miembros de seguridad, comprando escopetas, colocando barras y
puertas de hierro y viviendo como los presos entre barrotes para cuidar sus
vidas.
Aseguran que
centenares de sus afiliados han sido asesinados por delincuentes y que cada
día, en diversas poblaciones del país se originan hechos de violencia, con
sangre derramada y muertes.
Demandan de
las autoridades policiales, judiciales y del propio presidente de la República,
Danilo Medina que adopten medidas urgentes y coordinadas, que sirvan de
plataforma que frenen a los crímenes que cometen atracos, asaltos y asesinatos
en todo el país.
A su
entender, los mayores propulsores de los hechos de violencia contra miembros de
ese sector, son metidos por jóvenes que son encubiertos por autoridades y
quienes se benefician de sus actos delictivos.
Tras el encuentro
sostenido aquí, los comerciantes detallistas reiteran que esos jóvenes siguen
manteniendo a raya a una sociedad que se siente vulnerable e impotente ante las
violaciones de sus derechos, quebrantando la tranquilidad y la convivencia
humana.
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