Museo de Sabaneta rico en cultura
Los pueblos crecen
y se desarrollan con iniciativas como las emprendidas por el odontólogo
y mayor del E.N, Pedro Juan Thómas Jáquez pensionado en el año 1982 con
a la mísera suma de 800 pesos, al pasar el tiempo ha ido aumentando
proporcionalmente.
Por: Marcelo Peralta/Papanín"
mperiodista1958@hotmail.com"
Sabaneta, Santiago Rodríguez, R.D. Hay ciudades que producen hombres sabios, de nobles sentimientos, de frágiles corazones, pensadores y forjadores para el bien común.
Sabaneta, Santiago Rodríguez, R.D. Hay ciudades que producen hombres sabios, de nobles sentimientos, de frágiles corazones, pensadores y forjadores para el bien común.
Si Viena se muere por Jhon Straus: Toledo lo hace por
Carlos: Barcelona entrega todo por Gaudí y París con su impresionante
torre tiene varios amores, mientras que la provincia Santiago Rodríguez
tiene al genial personaje, odontólogo y mayor retirado del Ejército
Nacional, Pedro Juan Thómas Jáquez.
Este humilde hombre ha creado uno de los
museos más impresionantes que sirven de orgullo a la provincia Santiago
Rodríguez y especialmente a San Ignacio de Sabaneta.
Uno de nuestros héroes anónimos, quien no sólo es un genio de la odontología, sino de ciencia, la cultura.
Es un irrepetible compuesto de grandeza personal, bondad, inteligencia, generosidad, sacrificio, amor al género humano, fe en el esfuerzo, entrega ilimitada en sus creaciones, carisma, cultura, humildad, perseverancia y simple humanidad compartida con sus conciudadanos.
Thómas Jáquez ha convertido su casa en un museo, y pese a que el pueblo tiene esas riquezas culturales es poca conocida por los ciudadanos y ciudadanas.
Este
inquieto y dinámico hombre que entregó 24 años, de sus 87 de edad a
servir a la Patria de Juan Pablo Duarte y Diez y demás prohombres que
ofrendaron sus vidas en aras de la libertad e independencia del país, es
una persona digna de elogios y a ser imitado.
Ha conservado y coleccionado más de 3,500 objetos de un valor inconmensurable, y a pesar de su importancia, pocas personas en Sabaneta conocen de este museo.
Su ingenio es digno de elogios y reconocimientos, porque ha invertido tiempo y dinero en estas creaciones.
Poseo desde árboles de procedencia argentinos, figuras y platos en porcelana, reloj de pared, objetos tainos, haitianos y africanos uniendo, así culturas de diferentes latitudes.
Uno de nuestros héroes anónimos, quien no sólo es un genio de la odontología, sino de ciencia, la cultura.
Es un irrepetible compuesto de grandeza personal, bondad, inteligencia, generosidad, sacrificio, amor al género humano, fe en el esfuerzo, entrega ilimitada en sus creaciones, carisma, cultura, humildad, perseverancia y simple humanidad compartida con sus conciudadanos.
Thómas Jáquez ha convertido su casa en un museo, y pese a que el pueblo tiene esas riquezas culturales es poca conocida por los ciudadanos y ciudadanas.
Ha conservado y coleccionado más de 3,500 objetos de un valor inconmensurable, y a pesar de su importancia, pocas personas en Sabaneta conocen de este museo.
Su ingenio es digno de elogios y reconocimientos, porque ha invertido tiempo y dinero en estas creaciones.
Poseo desde árboles de procedencia argentinos, figuras y platos en porcelana, reloj de pared, objetos tainos, haitianos y africanos uniendo, así culturas de diferentes latitudes.
Conserva discos de personalidades con
apellidos de abolengo y de fama mundial, como de Carlos Gardel, Mario
Moreno- Cantinflas-, Mercedes Sosa, Toña La Negra, Mari Trini, Leo
Fabio, Sandro de América, Felipe Pirela, José Manuel Calderón, Gilberto
Monroy, Juan Locklard, Guarionex Aquino, entre otros.
Fotos de personalidades como del Papa Juan Pablo II; Benedicto XVI; del tirano Presidente dominicano Rafael Leónidas Trujillo Molina y de su hija Angelita, entre otras.
Conserva muebles que datan decenas de años, pipas para fumar tabaco; platos, objetos, bolas de cristales usadas en los barrios por jóvenes, revistas con reportajes de personalidades de renombres vinculadas a la farándula; al deporte; el arte, la cultura, la ciencia, la tecnología; la política, el comercio, el arte, entre otras.
Además, tiene adheridos a las paredes de su casa de la calle Pedro Juan Thómas número 54, en el piso y en mesitas miles de platos de cristal, en porcelana y cerámica que datan decenas de años.
Reloj de pared, pipas para fumar tabaco, y además, conserva reportajes de la escritora de origen español radicada en República Dominicana, fallecido hace algún tiempo Marianna de Tolentino.
Tiene Discos de larga duración y ejemplares de revistas como la revista Ritmo Social del Listín Diario especializadas en arte y cultura.
En su casa tiene objetos muy valiosos comprados en Argentina, Haití, República Dominicana y otras nacionalidades.
La impresionante iniciativa y esfuerzo de éste hombre, a pesar que está a poco metros del Palacio de Justicia; de la Fortaleza General Santiago Rodríguez; de la Gobernación Provincial; del Ayuntamiento Municipal; de la Policía; el Parque Municipal; Oficias Públicas; Colegio Parroquial e Iglesia Católica, llama poderosamente la atención de que es poca conocida en Sabaneta.
Las autoridades municipales debían hacer aportes económicos y disponer de personal para ayudar a este hombre en su iniciativa.
Título:
Algo que llama poderosamente la atención, es que el título de médico otorgado por la Universidad Autónoma de Santo Domingo a Thómas Jáquez, el cual fue destruido por los insectos, quedando desfigurado como un terreno erosionado por la sequía, sin embargo, lo ha enmarcado y lo conserva como un testimonio de lo que quedó de éste.
Thómas Jáquez, es nativo de la tierra del General Santiago Rodríguez, que entregó parte de su juventud a servir en el Ejército Nacional dominicano.
De sus 87 años de edad, 24 de ellos lo destinó a servir al país en las filas de las Fuerzas Armadas y a la Odontología.
En el país existen ciudadanos que concentran de modo preferente el amor colectivo y en Santiago Rodríguez, existe Thómas Jáquez.
Conocía a Thómas Jáquez cuando me desplazaba en silla de ruedas por los pasillos del Seguro Social en Santiago y éste caminaba con un bastón y me invitó a observar su museo.
Accedí y fue impresionante lo que ví.
Escuché un disco grabado por el comediante mejicano Mario Moreno-Cantinflas- cantando.
Esta es una de las creaciones más atractiva y llamativa que jamás he observado en el país y otros que he visitado.
Ha hecho de su humilde hogar un lugar para la exhibición de antigüedades manejadas con las mismas manos que con agudeza con las cuales sirvió en sus tiempos de juventud a cientos de ciudadanos en la odontología y militar al servicio de la Patria.
Aunque no lo manifiesta por su humilde convicción, el creador de este museo, el mayor retirado de las Fuerzas Armadas y odontólogo Pedro Juan Thómas Jáquez, espera un soplo de vida para convertirlo en uno más grande, en un lugar amplio, como lo proyectó para ser de forma permanente homenaje vivo al genio y estímulo constante a las generaciones venideras.
Thómas Jáquez es un hombre de ideas brillantes, amante de la cultura y la ciencia.
Este inquieto, dinámico e ilustre hombre, por su iniciativa y grandeza cultural sin par, por su estimulante personalidad, por los objetos antiguos que exhibe para que la generación actual pueda adquirir conocimientos históricos y pueda trillar con claridad de sus caminos, la definición de sus metas y por la grandiosidad, este señor es digno de elogios y respaldo.
Thómas Jáquez, con la instalación de este museo, abrió un camino de grandeza a su historia, distinto de las gestas heroicas, y a trillar un horizonte nunca pisado hasta entonces y enlaza con las avanzadillas de la ciencia nacional, regional y mundial.
Se puede decir que la población de Sabaneta con los amplios conocimientos de Thómas Jáquez encontró en su grandeza sencilla, en su universalidad lugareña, en su cultura amistosa, en su sabiduría indulgente, en su laboriosidad abrumadora compatible, el hombre necesario para superar su depresión, el médico bondadoso que sus desgarros precisaban, el ideal novedoso que, de un golpe, la devolvió, por caminos insospechados, a las candilejas del escenario ideal.
Fotos de personalidades como del Papa Juan Pablo II; Benedicto XVI; del tirano Presidente dominicano Rafael Leónidas Trujillo Molina y de su hija Angelita, entre otras.
Conserva muebles que datan decenas de años, pipas para fumar tabaco; platos, objetos, bolas de cristales usadas en los barrios por jóvenes, revistas con reportajes de personalidades de renombres vinculadas a la farándula; al deporte; el arte, la cultura, la ciencia, la tecnología; la política, el comercio, el arte, entre otras.
Además, tiene adheridos a las paredes de su casa de la calle Pedro Juan Thómas número 54, en el piso y en mesitas miles de platos de cristal, en porcelana y cerámica que datan decenas de años.
Reloj de pared, pipas para fumar tabaco, y además, conserva reportajes de la escritora de origen español radicada en República Dominicana, fallecido hace algún tiempo Marianna de Tolentino.
Tiene Discos de larga duración y ejemplares de revistas como la revista Ritmo Social del Listín Diario especializadas en arte y cultura.
En su casa tiene objetos muy valiosos comprados en Argentina, Haití, República Dominicana y otras nacionalidades.
La impresionante iniciativa y esfuerzo de éste hombre, a pesar que está a poco metros del Palacio de Justicia; de la Fortaleza General Santiago Rodríguez; de la Gobernación Provincial; del Ayuntamiento Municipal; de la Policía; el Parque Municipal; Oficias Públicas; Colegio Parroquial e Iglesia Católica, llama poderosamente la atención de que es poca conocida en Sabaneta.
Las autoridades municipales debían hacer aportes económicos y disponer de personal para ayudar a este hombre en su iniciativa.
Algo que llama poderosamente la atención, es que el título de médico otorgado por la Universidad Autónoma de Santo Domingo a Thómas Jáquez, el cual fue destruido por los insectos, quedando desfigurado como un terreno erosionado por la sequía, sin embargo, lo ha enmarcado y lo conserva como un testimonio de lo que quedó de éste.
Thómas Jáquez, es nativo de la tierra del General Santiago Rodríguez, que entregó parte de su juventud a servir en el Ejército Nacional dominicano.
De sus 87 años de edad, 24 de ellos lo destinó a servir al país en las filas de las Fuerzas Armadas y a la Odontología.
Conocía a Thómas Jáquez cuando me desplazaba en silla de ruedas por los pasillos del Seguro Social en Santiago y éste caminaba con un bastón y me invitó a observar su museo.
Accedí y fue impresionante lo que ví.
Escuché un disco grabado por el comediante mejicano Mario Moreno-Cantinflas- cantando.
Esta es una de las creaciones más atractiva y llamativa que jamás he observado en el país y otros que he visitado.
Ha hecho de su humilde hogar un lugar para la exhibición de antigüedades manejadas con las mismas manos que con agudeza con las cuales sirvió en sus tiempos de juventud a cientos de ciudadanos en la odontología y militar al servicio de la Patria.
Aunque no lo manifiesta por su humilde convicción, el creador de este museo, el mayor retirado de las Fuerzas Armadas y odontólogo Pedro Juan Thómas Jáquez, espera un soplo de vida para convertirlo en uno más grande, en un lugar amplio, como lo proyectó para ser de forma permanente homenaje vivo al genio y estímulo constante a las generaciones venideras.
Thómas Jáquez es un hombre de ideas brillantes, amante de la cultura y la ciencia.
Este inquieto, dinámico e ilustre hombre, por su iniciativa y grandeza cultural sin par, por su estimulante personalidad, por los objetos antiguos que exhibe para que la generación actual pueda adquirir conocimientos históricos y pueda trillar con claridad de sus caminos, la definición de sus metas y por la grandiosidad, este señor es digno de elogios y respaldo.
Thómas Jáquez, con la instalación de este museo, abrió un camino de grandeza a su historia, distinto de las gestas heroicas, y a trillar un horizonte nunca pisado hasta entonces y enlaza con las avanzadillas de la ciencia nacional, regional y mundial.
Se puede decir que la población de Sabaneta con los amplios conocimientos de Thómas Jáquez encontró en su grandeza sencilla, en su universalidad lugareña, en su cultura amistosa, en su sabiduría indulgente, en su laboriosidad abrumadora compatible, el hombre necesario para superar su depresión, el médico bondadoso que sus desgarros precisaban, el ideal novedoso que, de un golpe, la devolvió, por caminos insospechados, a las candilejas del escenario ideal.
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