Alejandro Pilarte:Hombre autodidacta
JANDITO PILARTE
Por Marcelo Peralta
Foto Papanin.
Sabaneta, Santiago Rodríguez, R.D. Alejandro
Pilarte, ronda los 54 años de edad.
Es un hombre autodidacta.
Jandito, como se le conoce en el argot popular es excepcionalmente,
modera y profundamente dotado.
Pese a su pequeño cuerpo, es probadamente inteligente.
Es gente, decente y querido en el municipio de San
Ignacio de Sabaneta.
A prueba ha sido sometido las capacidades que
posee.
Sobre talento en este pequeño cuerpo.
Vive en la calle Petronila Gau, en el sector La
Joya, situado al Sur de la ciudad.
Sus condiciones excepcionales están directamente
relacionadas con la noción de inteligencia.
Su comprensión surge de múltiples concepciones que
parten desde información del sentido común, hasta propuestas con pretensiones
teóricas que se han sostenido a lo largo de su exitencia.
El padre de Jandito era conocido como Sijito.
Obrero incorporado a la recogida de basura en
carreterillas por las calles de Sabaneta.
En sus horas libres, las dedicaba a transportar
mercancías a parroquianos para alimentar a sus hijos.
La mayoría de los hermanos de Jandito alcanzan una
media estatura.
Esas limitaciones no han sido obstáculos para hacerse
profesionales en diversas ramas del saber.
Sin embargo, Alejandro Pilarte, no se amilana por
su pequeño cuerpo y como respuesta asume con valentía, autoestima y se embarca en
acontecimientos históricos en el contexto del auge de la ciencia y la
especificidad de las disciplinas, que comienzan a producir conocimiento sobre el
sujeto, donde aparecen las técnicas de medición de la inteligencia y con éstas
la noción de superdotación personal y familiar.
Demuestra que es los humanos demostrando la forma
como el constructo de la excepcionalidad ha estado ligado a los tests de medición
de su inteligencia que se refleja en la creencia de que sólo se es excepcional
cuando el resultado de la prueba de inteligencia autentifica las características.
Para Jandito no es sorprendente que el resultado de
la prueba de inteligencia haya sido usado para categorizar a individuos dentro
del grupo de personas identificadas como superdotadas.
En ese pequeño cuerpo sobran niveles que a muchos
espigados y matodontes les faltan.
Creerse que la noción es un constructo de la Época
Moderna no supone que estas personas no hayan existido a lo largo de la
historia, sino que han sido interpretadas de manera diferente a como lo hizo la
visión científica del siglo XX.
Así por ejemplo, en la antigüedad a estas personas
se las nominaba sabias.
El sabio se encarnaba en aquellos que daban un uso
original a cualquier arte u oficio.
En aquellos tiempos el sabio debía tener
experiencia, porque no separaba lo teórico de lo experiencial, ni el
conocimiento de la ética.
A ésta persona también se le llamaba hombre
prudente, ya que en aquella época, desde el pensamiento aristotélico, el saber
se orientaba a realizar la perfección y alcanzar la felicidad humana.
Jandito no tiene nada que envidiarle nada a un
hombre que pida 6 pies o más altura.
Nuestro protagonista es hoy es un
hombre preocupado por ayudar a su
hijo durante en los primeros años de la adolescencia.
Es bien sabido que cada familia tiene sus formas de
pensar y poner en prácticas sus prioridades y cualidades.
Este es el caso de Jandito que es
un aficionado al deporte.
Seguidor
del equipo de baloncesto Moisés Género, representante del sector La Joya en los
campeonatos que se organiza en la zona.
Jandito es un padre excepcional
que se interesa y desvela por lo que
hacen sus hijos.
Vela
por el presente y porvenir de sus vástagos.
Pone en movimiento muy clara la
convicción de la dignidad del hombre como hijo de Dios.
Este hombre es capaz de superar
el mal y, por más funesto
que sea trata de superar los escollos que se interpongan en el camino.
Con su actitud evidencia siempre
que hay que vivir para ganarse con el trabajo y el sudor de su frente, los medios para subsistir.
Todos los sabaneteros conocen y reconocen
a Jandito, hombre de bien, abnegado, verdadero padre de la familia,
honesto, trabajador y depositario de confianza.
A pesar de la ergonomía física, nunca su pequeño tamaño le
limitó para estudiar.
Se adapta al trabajo como
cualquier otro hombre, al
considerar que en cada hombre es
propicio el trabajo.
Sus limitaciones físicas y características no son relevantes para para avanzar hacia un
mejor porvenir en la vida.
Hacia adelante Jandito.
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