El lamento de EU y su errada política

foto Luís Céspedes Peña*El Mirador*
-Por Luís Céspedes Peña-

Son muchas las veces que me pregunto por qué el gobierno demócrata de Estados Unidos, el gran poder económico, militar y político del mundo, comete tantos errores en su trato con sus aliados latinoamericanos y europeos.

Estamos seguros de que la política proteccionista exagerada de los demócratas, es lo que viene arrastrando a ese gobierno a aplicar decisiones que cada día alejan a ese poder de sus aliados.

Quizás el problema mayor no sea la pérdida, paulatina, de muchos de sus aliados europeos, los cuales no necesitan tanto del apoyo de Estados Unidos, sino los latinoamericanos, que siempre fueron un soporte para las políticas norteamericanas.

Esos gobiernos, históricamente, fueron inseparables receptores de las políticas norteamericanas, pero sus errores, como la de espiar a muchos de sus líderes o aceptar que instituciones no oficialistas, pero que reciben recursos de su Estado, hagan campañas en contra de la soberanía de Estados de sus aliados. 

El gobierno norteamericano debe pedir repetidas excusas por sus errores en perjuicio de sus aliados.

Esos errores ayudaron a construir la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), la cual es un foro para debatir problemas y posiciones en busca del mejoramiento de esos regímenes.

La República Dominicana, para poner un ejemplo, fue un blanco de la presión de parte de Organizaciones no Gubernamentales, las cuales gastan muchos millones de dólares para tratar de desconocer la soberanía nacional, especialmente para combatir la sentencia del Tribunal Constitucional, que fijó el camino para resolver el problema de los indocumentados o dominicanos descendientes, básicamente de haitianos, que siguen sin papeles legales que los identifique como nacionales.

Pero hay que admitir que también gobiernos europeos financian campañas en busca de desconocer la soberanaza nacional.

Fue eso lo que provocó que el Presidente Danilo Medina advirtiera, durante la Segunda Cumbre del CELAC, que la República Dominicana no le aceptará a ningún país, pequeño o grande, que se atente en contra de su soberanía. 

Ahora, el presidente Barack Obama se queja de que los gobiernos latinoamericanos traicionaron el compromiso con la democracia para abrazar al castrismo.

No es cierto que los gobiernos latinoamericanos están traicionando la democracia. 

Es todo lo contrario: Se están fortaleciendo.

Tampoco es verdad que los gobiernos latinoamericanos sean enemigos de Estados Unidos, que es lo que da entender el Presidente Obama.

Lo que sigue ocurriendo es que el gobierno de Estados Unidos no quiere entender que todos los latinos quieren tener al gobierno cubano participando en los debates y también están exigiendo que Norteamérica ya le quite el embargo comercial, que no tiene ningún sentido.

Lo que conviene es que Estados Unidos revise su comportamiento con los gobiernos latinoamericanos y se siente con sus líderes a discutir, como hermanos, los problemas de la región en busca de soluciones.

Sin dejar de reconocer mi simpatía personal con el Presidente Barack Obama, debemos admitir que los republicanos fueron más estratégicos con los gobiernos latinoamericanos, a los cuales ayudaron con una gran cantidad de programas, como fue la Iniciativa para la Cuenca del Caribe, que tantos beneficios le produjo a la República Dominicana, especialmente por la exoneración del pago de impuestos o la disposición de recursos norteamericanos para fomentar las pequeñas o medianas industrias.

Estados Unidos debe cambiar rápidamente su postura política con sus aliados y, en el caso de los latinoamericanos, ya no hay forma de separar al régimen de Raúl Castro de ellos, en virtud de que éste lo único que hace es cooperar con la zona enviándole millares de médicos, enfermeras, profesores, técnicos agropecuarios u otras ayudas de las que tiene disponible.

Estados Unidos también es parte de Latinoamérica, pero erróneamente comenzó a separarse de la región y esto ya provocó un alto costo para sus políticas.
Norteamérica todavía tiene la oportunidad de construir un gran bloque en la región, con la inclusión de Cuba, pero respetando la soberanía de cada Estado. La participación de Cuba en los diferentes escenarios, es la mejor demostración de que sus autoridades están conscientes de que deben obrar de acuerdo a los tiempos.

La Segunda Cumbre del CELAC mostró a todos los participantes satisfechos de compartir con el gobierno de los Castro.

Si Estados Unidos no cambia, cada mes tendrá menos incidencias en la región. 

¡Que satisfacción le daría al mundo ver a Obama debatiendo ideas para el desarrollo de la región con todos los Presidentes latinoamericanos, incluyendo a Raúl Castro!

¡Ahí está en reto, señor Obama!
-Gracias por leernos

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