De Pitágoras a Coopsano

Coopsano
Por Marcelo Peralta
Hoy día la juventud está en éxtasis.

Muchos de ellos se sienten transportados fuera del mundo y habitad sensible.

Actúan intentando hacer desaparecer cualquier sentimiento.

Viven en un mundo de fantasías  completamente ajeno al que les rodea.
Por las calles deambulan como los moribundos.

Hay quienes andan por las calles y habitan lugares imitando a las “momias”.
Enferman sus odios con audífonos.

No se puedes ir a ningun lugar a compartir, porque prestan mas atención al celular que a las personas.

Los matriculados en las escuelas y liceos cantan el Himno Nacional como “mulos halando carretas”.

Desvirtúan la canción más linda que tiene la Patria: Himno Nacional Dominicano y escrito por el puertoplateno Emilo Prud”Homme.

Cuando desaparezca la actual generación, como lo estipula la ley biológica, esa a esa “caterva” de jóvenes, a quienes les corresponderá guiar destinos de la Patria.

Si esos jóvenes no tienen encendida la luz de la sabiduría y de los conocimientos no podrán conducir por buenos senderos la tierra de Juan Pablo Duarte y de los demás prohombres y mujeres que ofrendaron sus vidas en aras de la “Libertad e Independencia Nacional.

La historia de un país se va forjando con hombres y mujeres dotadas de conocimientos del diario vivir.

Ha de recordarse que, en la vida, los hombres y las mujeres, en ningún país del mundo actúan de la misma manera.

Muchos los hacen al lado de la verdad y del interés del país porque les duele su Patria y los sacrificios hecho por nuestros ancestros.

Pero hay otros que no tienen conciencia, que no les crece el bien y actúan del lado de la mentira, de los desafueros y del engaño, aunque hundan al país, porque luchan por el “dame lo mío”.

Aunque muchos se divorcien de la realidad, hay que seguir creciendo y enderezar el camino de los que actúan “torcidos”.

Pero, para poder tomar el camino del lado positivo hay que conocer mas a los hombres y sus instituciones.

Un ejemplo es el plausible programa implementado  por la Cooperativa de Servicios múltiples Sabaneta Novillo-COOPSANO a través del Departamento de Educación que dirige el inquieto, Licenciado Félix Tejada de educar, estimular a jóvenes y alfabetizar a  adultos.

Muy loable fue el de premiar a 188 estudiantes meritorios pertenecientes a las comunidades de Jaibón, Laguna Salada, Hatillo Palma, Cruce de Guayacanes y La Caya, pertenecientes a las provincias Valverde y Montecristi en la Línea Noroeste.

Programa así, hay que apoyarla, porque con esa iniciativa, el personal reclutado a nivel nacional para trabajar en  COOPSANO y su pléyade de socios y socios, demuestran que aún queda un “ápice” de interés por la Nación Dominicana.

La doctrina de Pitágoras era la filosofía, la escuela y el de multiplicar.

Era tan evidente que la osadía de Pitágoras era tan amplia que lo hizo llegar a decir: Educad a los niños y no será necesario castigad a los “hombres”.

Partido de esa pura y bellísima realidad, parece que en la Cooperativa de Servicios Múltiples Sabaneta Novillo-COOPSANO- le cogió la “señala como un buen dirigente de equipos de beisbol que aplica e impone en sus sucursales la tabla pitagórica.

Ojala otras instituciones y empresarios que amasan millones y millones de pesos a costa del pueblo humilde y trabajar que con el pago de los impuestos al fisco aumentan cada día sus arcas financieras.

Deben dkignarse y emular ese encomiable y maravilloso ejemplo por el desarrollo del país que están haciendo las gentes de la Cooperativa COOPSANO.

Todos, sin excepción, debemos examinar y revisar el camino que trillamos en la actualidad para tener una Patria mejor.

Seguros estamos, que de ser así, el país será conducido por un buen sendero, porque de lo contrario solo nos queda recordar a esa mujer nacida y criada en Francia:”Madame Roland”.

Un sobresaliente y figura histórica que sin cometer infracciones a las leyes en Francia, y solo por ser adversaria política de quienes gobernaban en ese entonces, fue condenada por un Tribunal a la horca y antes de ser ejecutada: Exclamó ¡0h, libertad!.

¡Cuántos crímenes se cometen en tu nombre!

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