domingo, febrero 08, 2015

Ana Dilna Madera - "Nany", Mujer ordeñadora: Un ejemplo a emular.

Ana Dilna Madera-"Nany"-  
en plena faena. 
Por Marcelo Peralta.
Foto Juan Pablo Bourdierd.
EditorManuel Ramirez.
Caimito, San Ignacio de Sabaenta, Santiago Rodríguez, R.D.-La  obligación moral es algo propio de responsabilidad aprendida en el hogar materno y paterno.

Es capacidad de compromiso consigo misma y con todo lo de su alrededor, habitos que se logra durante los pasos que nos transmiten nuestros ancestros que retransmitimos a nuestros hijos e hijas.

Cuestiones de los padres y las madres responsables de ciudar, proteger, orientar, alimentar y educar a sus hijos e hijas hasta que lleguen a adultos.

La responsabilidad es una condición del ser humano que debe apreciarse y valorarse y la 
obligación moral es un asunto determinado entre hombre y mujer para ser buenos ciudadanos y ciudadanas.

Cada ser humano tiene una responsabilidad, imperiosa necesidad de responder a la hora de producirse  un acto concreto, determinado y en abstracto.


Un ejemplo a emular.
 Ana Dilna Madera - "Nany", es madre soltera.

Es hija de una pareja de esposos que ya avejenta y que sus fuerzas físicas disminuyeron, sus brazos y piernas se cansaron.

Pero, esta humilde y consagrada mujer, ha tenido que asumir el compromiso que antes tuvieron sus padres con ella.

Los siete días de la semana, los 29, 30 y 31 del meses, los 12 y los 366 días del año, tiene que  levantarse temprano, preparar el café a sus padres, enfundarse sus botas e irse al corral a ordeñar.

Su faena cotidiana es la de ir a ordeñar 12 vacas todos los días en la finca de su vecino Juan Pablo Torres, ubicada en la comunidad Caimito, municipio de San Ignacio de Sabaneta, provincia Santiago Rodríguez en la Región Noroeste.

Con este delicado y esclavizante trabajo, Ana Dilna Madera, que no tiene hijos ni hijas, pero, que por las condiciones de sus padres decidió “echarse la canana”, y dedicarse a trabajar para ganar dinero, honrar los compromisos económicos de la casa y mantener a sus padres.

Su madre es una mujer de avanzada edad, cuyas fuerzas de agotaron debido a las  condiciones físicas que ya no aguantan una jornada laboral diaria.

Y su padre, perdió la visión desde hace varios años y está ciego en su hogar.

El trabajo honrado dignifica al ser humano.

Ana Dilna Madera, es un ejemplo de sacrificio, baluarte de decoro, dignidad, trabajo, honestidad y de responsabilidad.

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