domingo, abril 03, 2016

Piden conciencia para controlar el despilfarro de alimentos y recursos naturales.

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El despilfarro de alimentos tiene múltiples caras y perjudica tanto a los bolsillos de los consumidores como al medio ambiente.

Un tercio de la producción alimentaria mundial para consumo humano, más de mil millones de toneladas, se pierde con un coste de 550 mil millones de euros al año, dice la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

La Comisión del Parlamento Europeo calcula que unos 179 kilos de alimentos en buen estado se desperdician por persona al año y el 50% de los productos aptos para el consumo que se desechan se convierten en residuos a lo largo de la cadena alimentaria.

Sugiere que el despilfarro de alimentos esconde graves problemas sociales y ambientales.

Una de cada 7 personas en el mundo se va a la cama hambrienta y más de 20 mil niños de 5 años mueren de hambre cada día, según datos de Naciones Unidas.

En la Unión Europea se establece que 79 millones de personas viven por debajo del umbral de pobreza y no son capaces de abastecerse de alimentos de manera digna.

El desperdicio de comida es un grave problema ambiental, una de las actividades que más deteriora la biodiversidad y del suelo, agota los recursos naturales, contamina por el uso de pesticidas, abonos nitrogenados, transporte, empaquetado, producción de residuos y gases de efecto invernadero implicados en el cambio climático.

La ONUE dice que la producción global de alimentos requiere un 25% de la superficie habitable, un 70% de consumo de agua, es responsable del 80% de la deforestación y un 30% de las emisiones globales.

Mientras que la FAO ofrece algunos ejemplos esclarecedores de que cada año, los alimentos producidos sin ser consumidos causan un gasto de agua equivalente al caudal anual del Volga en Rusia y generan en la atmósfera 3 mil 300 millones de toneladas de GEI.

No es de extrañar que el tema elegido para el Día Mundial del Medio Ambiente es para reflexionar, pensar, aliméntate.

Esas agrupaciones llaman animar a los consumidores de todo el mundo a reducir su huella alimentaria y a concienciarse del impacto ambiental del derroche y desperdicio de alimentos.

Se pueden llevar a cabo manera para reducir el desperdicio de alimentos, impacto en el medio ambiente, mejorar la cadena productiva, apoyar a los productores para que logren una gestión sostenible, no fijar como prioridad la apariencia de los alimentos, reducir los modelos de consumo de derroche en restaurantes, crear canales de cooperación, aprovechar productos, y aumentar la conciencia ambiental.

Los consumidores pueden hacer más de lo que creen para evitar o reducir en lo posible este problema.

Llevar a la práctica las "siete erres del consumo ecológico", organizar bien las compras o programar el consumo de alimentos para que no se estropeen son algunas pautas sencillas que pueden conseguir grandes resultados.

Los alimentos no son el único recurso que se despilfarra sino que están el hecho de dejar la luz encendida en una habitación sin que haya nadie, tener las llaves del agua abierta, desaprovechar el agua que sale, ir una única persona en un carro son acciones perjudiciales para la economía y el medio ambiente.

Se aconseja a los humanos tener eficiente energía para mejorar el aislamiento del edificio, utilizar bombillas de bajo consumo, contadores inteligentes que informan del consumo, evitar los "vampiros eléctricos" -televisiones de plasma, ordenadores, videoconsolas, microondas, cepillos de dientes recargables son los más peligrosos porque consumen el doble en todo.

Además, hay que tener sistemas de calefacción y climatización de alta eficiencia energética, utilizar páginas web que ayudan gratis a ahorrar energía.

Plantean que hay que tener ideas para reducir el impacto energético es bajar la potencia eléctrica contratada y fijarla según las necesidades reales de cada consumidor.

Este concepto fijo ha aumentado su peso en la factura eléctrica, de manera que el consumidor puede deducir que despilfarrar energía ya no es tan preocupante, porque paga lo mismo gaste mucha o poca electricidad.

Respecto al usado del agua plantean que debe ducharse de manera moderada, arreglar las fugas, goteos de grifos, instalar sistemas de ahorro, dosificación del caudal, aprovechar el agua de la lluvia.

Evitar los gastos económicos innecesarios y ambiental asociado que puede evitarse es el consumo de agua embotellada.

El agua de grifo en España es en general de suficiente calidad, y puede guardarse y consumirse en una botella reutilizable.

Hay que consumir lo necesario y antes a comprar algo si en realidad lo necesitamos, no dejarse influir por modas, publicidades agresivas, comparar productos para elegir la mejor relación, precio, calidad, intercambiarlos, buscarlos de segunda mano, reutilizar al máximo lo que tengamos en casa.

Consideran que hay que viajar de forma sostenible y siempre que se pueda, es más barato y ecológico utilizar el transporte público, ir en bicicleta, a pie, hacer un uso combinado de todos ellos.

Y si no queda más remedio que utilizar el coche, al menos hacerlo de forma eficiente y puede ahorrarse hasta un 25% en combustible, compartir vehículo y garaje.

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