Piden conciencia para controlar el despilfarro de alimentos y recursos naturales.
Un
tercio de la producción alimentaria mundial para consumo humano, más de mil
millones de toneladas, se pierde con un coste de 550 mil millones de euros al año,
dice la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura
(FAO).
La
Comisión del Parlamento Europeo calcula que unos 179 kilos de alimentos en buen
estado se desperdician por persona al año y el 50% de los productos aptos para
el consumo que se desechan se convierten en residuos a lo largo de la cadena
alimentaria.
Sugiere que el
despilfarro de alimentos esconde graves problemas sociales y ambientales.
Una de cada 7 personas
en el mundo se va a la cama hambrienta y más de 20 mil niños de 5 años mueren
de hambre cada día, según datos de Naciones Unidas.
En la Unión Europea se establece
que 79 millones de personas viven por debajo del umbral de pobreza y no son
capaces de abastecerse de alimentos de manera digna.
El desperdicio de comida
es un grave problema ambiental, una de las actividades que más deteriora la
biodiversidad y del suelo, agota los recursos naturales, contamina por el uso
de pesticidas, abonos nitrogenados, transporte, empaquetado, producción de
residuos y gases de efecto invernadero implicados en el cambio climático.
La ONUE dice que la
producción global de alimentos requiere un 25% de la superficie habitable, un
70% de consumo de agua, es responsable del 80% de la deforestación y un 30% de
las emisiones globales.
Mientras que la FAO
ofrece algunos ejemplos esclarecedores de que cada año, los alimentos
producidos sin ser consumidos causan un gasto de agua equivalente al caudal
anual del Volga en Rusia y generan en la atmósfera 3 mil 300 millones de
toneladas de GEI.
No es de extrañar que el
tema elegido para el Día Mundial del Medio Ambiente es para reflexionar,
pensar, aliméntate.
Esas agrupaciones llaman
animar a los consumidores de todo el mundo a reducir su huella alimentaria y a
concienciarse del impacto ambiental del derroche y desperdicio de alimentos.
Se pueden llevar a cabo manera
para reducir el desperdicio de alimentos, impacto en el medio ambiente, mejorar
la cadena productiva, apoyar a los productores para que logren una gestión
sostenible, no fijar como prioridad la apariencia de los alimentos, reducir los
modelos de consumo de derroche en restaurantes, crear canales de cooperación,
aprovechar productos, y aumentar la conciencia ambiental.
Los consumidores pueden
hacer más de lo que creen para evitar o reducir en lo posible este problema.
Llevar a la práctica las
"siete erres del consumo ecológico", organizar bien las compras o
programar el consumo de alimentos para que no se estropeen son algunas pautas
sencillas que pueden conseguir grandes resultados.
Los alimentos no son el
único recurso que se despilfarra sino que están el hecho de dejar la luz
encendida en una habitación sin que haya nadie, tener las llaves del agua
abierta, desaprovechar el agua que sale, ir una única persona en un carro son
acciones perjudiciales para la economía y el medio ambiente.
Se aconseja a los
humanos tener eficiente energía para mejorar el aislamiento del
edificio, utilizar bombillas de bajo consumo, contadores inteligentes que
informan del consumo, evitar los "vampiros eléctricos" -televisiones
de plasma, ordenadores, videoconsolas, microondas, cepillos de dientes
recargables son los más peligrosos porque consumen el doble en todo.
Además, hay que tener
sistemas de calefacción y climatización de alta eficiencia energética, utilizar
páginas web que ayudan gratis a ahorrar energía.
Plantean que hay que tener
ideas para reducir el impacto energético es bajar la potencia eléctrica
contratada y fijarla según las necesidades reales de cada consumidor.
Este concepto fijo ha
aumentado su peso en la factura eléctrica, de manera que el consumidor puede
deducir que despilfarrar energía ya no es tan preocupante, porque paga lo mismo
gaste mucha o poca electricidad.
Respecto al usado del agua plantean que debe ducharse de manera
moderada, arreglar las fugas, goteos de grifos, instalar sistemas de ahorro,
dosificación del caudal, aprovechar el agua de la lluvia.
Evitar los gastos
económicos innecesarios y ambiental asociado que puede evitarse es el consumo
de agua embotellada.
El agua de grifo en
España es en general de suficiente calidad, y puede guardarse y consumirse en
una botella reutilizable.
Hay que consumir lo necesario y antes a comprar algo si en realidad lo
necesitamos, no dejarse influir por modas, publicidades agresivas, comparar
productos para elegir la mejor relación, precio, calidad, intercambiarlos,
buscarlos de segunda mano, reutilizar al máximo lo que tengamos en casa.
Consideran que hay que viajar de forma sostenible y siempre que se pueda, es
más barato y ecológico utilizar el transporte público, ir en bicicleta, a pie,
hacer un uso combinado de todos ellos.
Y si no queda más remedio que
utilizar el coche, al menos hacerlo de forma eficiente y puede ahorrarse hasta
un 25% en combustible, compartir vehículo y garaje.
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