La Reforma Policial y sus cosas. El Mirador

  
Por Luís Céspedes Peña
          El Mirador


Independientemente que la nueva Ley de Reforma Policial tiene algunas cosas con las cuales no estamos de acuerdos, es una importante iniciativa que busca crear mecanismos que van a contribuir con el mejoramiento de la seguridad nacional, considerada, hasta el momento, como la gran debilidad del gobierno del Presidente Danilo Medina.

El propio jefe de Estado admitió que es su gran preocupación. Y nosotros decimos que es la gran preocupación nacional. Cuando se comenzó a poner en retiro a muchos oficiales calificados en las investigaciones, pero que no eran profesionales de las universidades, dijimos que la delincuencia, que comenzaba a coger fuerza en el segundo año de gobierno del Presidente Medina, no se combatía con títulos académicos, sino con buenos investigadores.

Los hechos nos están dando la razón. Hoy tenemos a casi todos los comandantes dotados de títulos universitarios, pero la delincuencia se multiplicó. Decíamos, en aquella ocasión, que difícilmente un comandante, con un salario bajo, se metiera en problemas enfrentando a los delincuentes. ¡La ubicación de los delincuentes, es la primera labor para combatir ese mal y cada comandante sabe donde están!

Pensamos que es por ahí donde andan las cosas. La propia Ley de Reforma Policial establece mejoría salarial y es muy correcto. No solamente para los altos oficiales, sino para todos.

No estamos de acuerdos con el inmediato retiro de los generales que llegan a la Jefatura de la Policía, debido a que eso se convertirá en un aspecto negativo, en virtud de que la mayoría de ellos preferiría que no se les tome en cuenta para la más alta función de esa institución.

El retiro de muchos uniformados, que viven su carrera, les causa depresión y mueren. De hecho, la Policía contará con 20 generales. Pero no debemos olvidar el papel que juega la experiencia en la buena gestión pública. Debemos actualizarnos, sin dejarnos llevar del populismo.  

Las Leyes siempre deben ser el sentir de la mayoría. Si hoy la República Dominicana es la gran referencia para la mayoría de los países de América Latina, en materia de calidad en la gestión de los servicios públicos, es porque el ministro de Administración Pública, Ramón Ventura Camejo, visita continuamente las naciones más desarrolladas para conocer de  sus mejores prácticas  y aplicarlas en el país.  

Y las mejores prácticas son frutos de las experiencias. La versión del experto internacional, el argentino Eduardo Salas, de que tener cinco títulos universitarios no garantiza que un empleado del Estado va a trabajar con calidad en su dependencia, si éste no tiene la voluntad y la experiencia para ser un buen servidor público, aunque no se debe renunciar a la capacitación.  

Pero como la misma Ley dice, con respecto a los generales,  que  habrá casos especiales para reusar sus servicios, entendemos que la legislación tomó en cuenta nuestra expresada preocupación anterior.

Podría darse el caso que un jefe de la Policía haga un excelente trabajo a favor de la seguridad ciudadana. ¡Entonces su premio no debería ser el retiro! Estados Unidos, la mayor potencia militar del mundo,  utiliza, para casos especiales, a muchos de sus comandantes retirados en misiones militares especiales.

El falleció Presidente, Don Silvestre Antonio Guzmán Fernández, cuando tuvo que poner en retiro, por la presión política de entonces, a muchos generales, coroneles u otros oficiales,  con experiencia en el servicio, lo que hizo fue entregarles una placa de reconocimiento y reutilizó, a una mayoría de ellos, en otras funciones del Estado, permitiéndoles ponerse el uniforme hasta que permanecieran en algún cargo público.

¡Y dio buenos resultados, porque sus familiares, amigos y relacionados todavía recuerdan, con respecto, a Silvestre Antonio Guzmán Fernández!

¡Esta sería una buena salida hasta política! No consideramos correcto que en estos momentos se esté discutiendo si la nueva legislación es constitucional o inconstitucional, porque eso no es lo que le interesa al país, sino que haya seguridad ciudadana, sin importar qué tipo de mecanismo se utilice.

Pero entendemos que cuando los civiles, con formaciones o conocimientos militares, puedan dirigir al Ministerio de Defensa, la  nueva Dirección General de la Policía Nacional y las Direcciones Regionales, la seguridad ciudadana encontraría a otros importantes aliados, porque se les quitaría presión a los uniformados, los cuales pasarían a ser los que pondrían  en práctica las estrategias salidas desde la Presidencia de la República, ejecutadas por los civiles.

En este caso, para el Ministerio de Defensa, habría un viceministro adjunto que se encargaría de la aplicación las operaciones instruidas por el ministro civil, que también podría serlo un militar retirado. El almirante Sigfrido Pared Pérez, un brillante militar que ocupó en dos ocasiones el Ministerio de Defensa, podría volver a ocupar esa función  o la Dirección General de la Policía Nacional, para poner un ejemplo.   

Al país no le importa quién dirija los altos organismos militares y policiales, sino lo que único que le interesa es que se reconquiste la confianza para que los ciudadanos puedan vivir en paz.

Pero es importante destacar que desde la Presidencia de la República, en la persona del licenciado Danilo Medina, hay una voluntad expresa para que al país retorne la seguridad ciudadana. La aprobación del nuevo Ministerio de Interior, que lo faculta para intervenir en los Ayuntamientos, en materia de seguridad, es otra acción encaminada a satisfacer al pueblo.

Uno de los graves problemas que hay en el país, es que, hasta el momento, los Ayuntamientos no están participando en el control de la seguridad. Algunos Municipios, como son los casos de Santiago, Tamboril, San Francisco de Macorís u otros, hay Cuerpos de Seguridad, pero sólo funcionan para proteger sus propiedades y no para hacer servicios de vigilancia a nivel general, como existe en todos los Estados de Estados Unidos. Estos cuerpos policiales estatales son dirigidos por el alcalde de cada ciudad.

Suponemos que la organización de esos cuerpos municipales, amparados por una Ley nacional, como es la del nuevo Ministerio de Interior, será una de las tareas para enfrentar la delincuencia en cada Municipio. ¡Si eso se hace, no hay duda de que la inseguridad será “golpeada” con rudeza!


-Gracias por leernos.

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