martes, febrero 04, 2020

Hay elecciones el 16 de febrero. ¿Y qué nos espera?


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Las elecciones no se ganan con encuestas. Ni con caravanas. Se ganan los días 13, 14, 15 y el 16 llevando gentes a depositar el voto con respeto.

Por Marcelo Peralta.
mperiodista1958@hotmail.com

El 16 de este mes, el pueblo tiene oportunidades para elegir alcaldes y concejales.

Es un ensayo en que el votante tienes que escoger entre ser la estrella de tu propio equipo o un mero espectador en la tribuna.

Estamos en el preludio de un ensayo electoral con un nuevo modelo nacional.

Es algo es agotador, en que los que van a las urnas deben seleccionar a autoridades rodeadas de “honestidad”·

En quienes salgan electos el 16 de febrero, recaerá el luchar para el día 20 de mayo para elegir a diputados, senadores y presidente de la República para el 2020 al 2024.

Quienes salgan triunfadores en febrero deberán poner tus energías y no puede dispersarse, sino tener el “ojo mágico” para saber qué diputado, senador y presidente conviene al país.

Debes diseñar un plan estratégico, tener muy claras las prioridades, estar dotado de actitud seductora en los votantes, ahora y el 20 de mayo.

Lo aconsejable es que no se puede ser empalagoso, ridículo, hipócrita, embustero, ofrecer lo que no posee si no lo va a cumplir, debe ser real, natural y sincero para que el 20 de mayo el pueblo no se las cobre en las urnas.

Ahora el 16 de febrero, fecha histórica, ya que el día 16 de febrero en la loma de Nizaíto ajusticiaron el coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó del año 1973.

Esa es una fecha que debe ser recordada en el país y analizar lo que hizo cuando el país fue invadido por Estados Unidos en el año 1965.   
En este 16 de febrero, se impone que el carácter del candidato debe ser natural, demostrarlo cada día, en las tomas de decisiones, mantener una personalidad fuerte, dura, pero,  sin ser insensible.

Ante las masas, el líder debe crecerse cuando su gente lo necesita, y es “clave” que nunca puedes ni debes estar por debajo de las circunstancias. 

Si el candidato quiere crecer, debes mostrar que tienes coraje, que se entienda que no es sinónimo de ausencia de miedo, sino tratar de superarlo en determinadas circunstancias. 

Atreverse a hacer cosas midiendo eventuales consecuencias adversas, porque el mundo está reservado para los que arriesgan el “huevo para tener el pollo” y, en esas circunstancias, tienes que darle ejemplo a tu equipo, para que se inspiren depositar el voto a su favor.

“El ejemplo no es la mejor forma de influenciar a los demás, sino que es la única manera de hacerlo”. 

El líder debe tener carisma, que es esa fuerza interior, impregnar el magnetismo que hace que la gente se sienta atraída hacia ellos y les crea, que la haga sentirse a gusto y gobernada por una autoridad responsable.

Los humanos, somos seres ilimitados, en que la mente es la que nos limita, los miedos, los temores nos impiden volar, y para ser un líder real y confiable, ante el pueblo tienes que demostrar mucho coraje, y en tus manos está.

Todos los días hay que solucionar problemas.

La gente vota para tener una autoridad que resuelvan problemas, más el día que dejes de hacerlo, pierdes tu liderazgo y se comienza a reducir su credibilidad.

Quienes votan por una persona para ser autoridad, siempre esperan que solucionen los problemas, en que los retos de un dirigente, aunque sea agotador, pero es el compromiso que adquiriste el día que fuiste a pedir el voto.

La inteligencia es la capacidad de resolver problemas, eso tienes que hacer la autoridad como primera condición, en que debes exigir a cada uno de sus colaboradores cumplir con lo programado.

Debe ser un “visionario” como lo hacen los grandes líderes, anticiparse a la realidad, generar fuerza interior para que siempre estés desarrollando una visión clara sobre la solución de cada problema que se presente y entusiasmar a tu equipo de trabajo en la misma dirección.

Algo esencial es la “comunicación”, en que, no solo es ser inteligente, diseñar solución a cada problema, concebir los mejores proyectos para que la ciudadanía entienda bien lo que prometiste y dijiste en campaña.

La capacidad de servicio se impone en el verdadero líder, que debe ser ante todo, un servidor que le gusta a sus semejantes lo que haces, porque ahí está la esencia de la carrera del buen líder, de donde se nutre en el contacto estrecho con su gente.

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