sábado, junio 13, 2020

Exdiputado y empresario Miguel Rodríguez deplora muerte de Juan Rafael Peralta Pérez.


Murió Juan Rafael Peralta, expresidente del Senado y padre de ...

Por Marcelo Peralta
Santiago, R.D.-El pasado diputado reformista por el Municipio General Benito Monción, empresario Miguel Rodríguez, deploró la muerte de Juan Rafael Peralta Pérez, atrás vaticinar que habrá que esperar mil año para volver a nacer un hombre de carácter noble, solidario, altruista, admirado, valorado, de principio y capacidades innatas de su estirpe.
Rodríguez se hizo eco del deceso de Peralta Pérez, pasado presidente del Senado de la República; de Interior y Policía; secretario de Estado sin Cartera; dirigente político leal, responsable, valiente; dotado de grandes atributos; defensor cabal de la Provincia Santiago Rodríguez y de sus habitantes.
El pasado congresista entrevistado en su empresa, una  tienda de ropas extranjera y lavandería, ubicada en la avenida Circunvalación Sur en la ciudad Santiago de los Caballeros, dice que Peralta Pérez  fue un hombre leal a la provincia, al país, a la familia y los amigos.
Dice que siempre cuando ayudaba a las personas priorizaba el rol de la familia, la lealtad, que valoraran las compañeras sentimentales, los hijos, hijas, los padres, las madres, que son atributos que llevan unidad a la sociedad y que son orientaciones que se desprenden de un hombre confiable.

Rodríguez se disculpó ante la familia de Peralta Pérez ya que debido a la presencia en el país de la pandemia del COVID19 no podría estar presente en las honras fúnebre por el distanciamiento social, no obstante lamentó la ida a destiempo del dirigente reformista y se solidarizó con sus familiares.

Explica que Don Juan mostraba el sentido del humor, porque era un hombre alegre, divertido, bromista, trataba de liberar el estrés de la rutina los demás, que una de las incontables cualidades que lo caracterizaba.

Recuerda que era un ser humano desprendido, sin apego, nunca tenía nada oculto para los necesitados, poseedor de carácter apacible, hombre bueno que reflejaba empatía, compasión y de cualidades indispensables.

De inigualable integridad moral, coherente, hombre práctico, que hacia lo que sentía, no traicionaba, era ético, observador, inteligente, listo, transmitía seguridad y protección a los demás.

Escuchaba y valoraba a las personas que tenían necesidades que reflejaba con cariño y paciente.

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