Juan Carlos I abandona España para salvaguardar la Monarquía.
El periódico El País de España revela la tarde de este martes que el Rey Juan Carlos I se ha marchado de España.
El rey emérito comunicó
la tarde de este lunes a su hijo, Felipe VI, su “meditada decisión” de
trasladarse al extranjero ante la “repercusión pública” de las noticias sobre
sus cuentas en paraísos fiscales y “para contribuir” a que el jefe del Estado
pueda desarrollar su función “desde la tranquilidad y el sosiego” que el cargo
requiere, según la carta que difundió la Casa del Rey.
Juan Carlos I de 82 años de
edad, abandonó el Palacio de la Zarzuela donde vivió en los últimos 58 años
y este martes se ha marchado de manera definitiva.
En la Casa del Rey nadie
quiso revelar el paradero de Juan Carlos I y tampoco confirmar ni desmentir a
los medios que lo situaban en República Dominicana o Portugal.
Pero, desde principio
del año 2020, se dijo que el Rey se mudaría a Punta Cana, en la República
Dominicana donde tiene muchos amigos.
Pero, en España, el
presidente Pedro Sánchez, que a preguntas de los periodistas, rechazó dar esa
información. Por otra parte, fuentes próximas al padre de Felipe VI señalan que
el país donde pase las próximas semanas no tiene por qué ser su residencia
definitiva.
El Rey Don Juan Carlos es
investigado por la Fiscalía del Tribunal
Supremo español y la de Suiza respecto a sus cuentas en el extranjero, aunque
ninguna de ellas lo ha imputado, pero, su abogado, Javier Sánchez-Junco, ha
hecho pública una nota en la que asegura que su cliente “permanece a
disposición en todo momento del Ministerio Fiscal para cualquier trámite o
actuación que se considere oportuna”.
La ausencia definitiva
parece que es muy seria, porque hasta las fotografías del Rey son retiradas del
Palacio por el personal de mantenimiento.
Los problemas para Juan Carlos I comenzaron en el verano de 2018, cuando agentes de la Policía Judicial suiza enviados por el fiscal Yves Bertossa entraron a registrar la gestora de fondos del administrador de fortunas Arturo Fasana.
En aquel registro, Bertossa halló dos fundaciones con cuentas en bancos suizos. La fundación de Liechtenstein Zagatka, de Álvaro de Orleans, primo lejano del rey emérito, que pagó vuelos privados de Juan Carlos I y de Corinna Larsen; y la fundación panameña Lucum, cuyo primer beneficiario era Juan Carlos I y el segundo Felipe VI.
La investigación suiza reveló que Arturo Fasana ingresó el 8 de agosto de 2008 en la cuenta de Lucum en la banca privada Mirabaud 100 millones de dólares (64,8 millones de euros al cambio de entonces) procedentes del Ministerio de Finanzas de Arabia Saudí.
Cuatro años después, el
dinero fue transferido por orden del entonces jefe del Estado a una cuenta en
Nassau (Bahamas)
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