jueves, marzo 17, 2022

Paradoja de la vida. Haitianos dejan su territorio para venir a República Dominicana a recoger basura.

 

Desechos sólidos: Perjudiciales para uno; Buenos para otros. Estos haitianos son empleados del Ayuntamiento de Santiago de los Caballeros. Están incorporados al retiro de desperdicios.

Texto y fotos por Marcelo Peralta

Santiago, R.D.- Un importante segmento de la sociedad critica el incremento de la presencia haitiana indocumentada.

Algunos lamentan dominicanos han sido desplazados de centros laborales.

Otros, en cambio, el país está llenos de haitianos y haitianas, que “paso a paso” se ha perdido la Soberanía Nacional.



Prácticamente, el Río Yaque del Norte en sus casi 200 kilómetros de longitud desde La Rucilla en Jarabacoa hasta la desembocadura en Montcristi es una "cloaca".  

Existen dominicanos que han echado de lado hacer trabajos forzosos.

Una cantidad echan el día durmiendo y en horas de las noches dedican ese tiempo a cuestiones inmorales.



Aquí,  jóvenes voluntarios en labor altruista realizan limpieza en el Río Yaque del Norte en Santiago para librar las aguas de montones de plásticos.

La basura en las calles, es frecuente el resultado del mal manejo que dan ciudadanos por falta de educación.

E ocasiones se quejan de alegadas deficiencias de las autoridades municipales en el retiro de los desechos del frente de sus hogares.

Aumenta cada día la cantidad de desperdicios generada por consumidores y continúa en tendencia alcista por el uso de materiales plásticos.

Cuando bienes de consumo como productos desechables de un solo uso, son tirados a las calles por parroquianos.

Se les da a los desechados manejos de manera inadecuada, elevando los riesgos de enfermedades y contaminaciones.

Al llover, es notorio observad a hombres y mujeres irresponsables arrojar fundas de basuras a los contenes las que taponan imbornales y algunas que son liberadas por las aguas van aparar los ríos, con la consecuencia de provocar muertes de miles peces.

 Debido a la carencia de conciencia, ríos, arroyos, cañadas, imbornales, caminos, canaletas y vías fluviales están atascadas de desperdicios.

Los desechos fluyen hacia áreas fluviales donde son depositados desperdicios que se convierten en basura contaminante.

Observan desechos, empaques, residuos eliminados de manera incorrecta cuyos orígenes provienen de hogares, barrios, urbanizaciones y su destino final son las aguas de ríos que consumen humanos, animales, aves, a canales de riego, usados para cultivos agrícolas y ganaderos.

Aparte de plásticos, las personas depositan en basureros improvisados desperdicios de alimentos, botellas de bebidas alcohólicas, plásticos, vasos, botellas, sorbetes, utensilios y mezcladores.

Un alto porcentaje de los elementos que conforman la basura van a depósitos de agua, descargado a océanos, equipos de regadíos, trampas que se pierden, dejan acumulaciones y  ocasionan brotes epidémicos.

Consecuencias de una gestión deficiente de la basura

La basura esparcida sin control llega a ríos, océanos se  acumula en playas, giros causado daños irreversibles a la salud.

Los factores esenciales son atribuidos a malos hábitos ciudadano, que sin prever consecuencias transportan contaminantes químicos, amenazan la vida humana, animales, aves, peces, medio ambientes, zonas fluviales y mares.

La basura y residuos plásticos tienen mayor potencial nocivo, impactos negativos al medio ambiente, vida humana, silvestre, producciones agrícolas.

Acercarse al río Yaque del Norte es ver flotar en la superficie, suspendidos en columnas de plásticos, basuras en las masas de agua que la contaminan al impedir circular libremente.

El plástico que va a las aguas absorbidos por aves y peces, que concentran sustancias químicas tóxicas en sus tejidos, dañando sus estómagos, provocan enfermedades y al ser capturados y comidos por humanos transmiten enfermedades que derivan en muertes de quienes los ingieren.


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