viernes, noviembre 11, 2022

La política migratoria es autoría de cada país.

Por Marcelo Peralta

Causa impacto social y cultural la presencia masiva de haitianos amenaza la paz y seguridad de República Dominicana.

La injerencia del comisionado de la Organizaci1ɯn de Estados Americanos-ONU- Volker Türk, de nacionalidad austriaca lesiona la Soberanía Dominicana y el presidente Luis Abinader tiene la responsabilidad de proteger la patria de Juan Pablo Duarte.

Ante el éxodo de haitianos en este territorio crea preocupación entre dominicanos ha llevado surgimiento de cambio y aparecen desafíos para la actual y venidera generación.

La injerencia en los asuntos internos de un Estado tradicional se entiende como perjudicial.

A través de esa injerencia se puede desestabilizar el orden de los países y avivar las luchas étnicas.

En ese sentido, la regla de no injerencia anima a los Estados a resolver sus propios problemas internos.

Se impone evitar se extiendan y conviertan en una amenaza para la paz y la seguridad internacional.

Forzar a un país a hacer algo que viole su Constitución implica el uso de la fuerza.

Constituye una amenaza a la paz y seguridad del país al que se ataca a acatar forzosamente a endurecer algunas medidas.

Hoy, la ONU, en particular, interfiere y presiona a República Dominicana a no deportar haitianos, cuando la realidad que ignora el comisionado de esa entidad creada por Estados Unidos tras las matanzas de millares de chinos con la bomba atómica de Hiroshima y Nagasaki en la Segunda Guerra Mundial.

¿Por qué el comisionado de la ONU no investiga los millones de pesos República Dominicana se despoja para atener a parturientas de origen haitiana?.

¿Tendrá el comisionado de la ONU las estadísticas cuantos dominicanos son asesinados por haitianos y esos criminales no están presos?

¿Sabe ese intruso la actitud de los haitianos?

¿Sabrá ese iluso de la ONU la forma de convivencia de esas huestes africanas?

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