Hombre estafa mujer con 300 mil euros para comprar casa en el cielo.

En un hecho sin precedentes en la historia, un hombre se hace pasar por Dios y estafa con 300 mil euros a una mujer a quien prometió casa en el cielo. 

 

En un hecho increíble, una mujer de edad avanzada, ha sido estafada con la suma de 300 mil euros a quien un hombre prometió comprarle una casa en el Cielo.

 

El acusado se habría aprovechado de su estado mental para convencer a la víctima, que sigue convencida de que ha sido nombrada "santa“.

 

Una mujer de avanzada edad empezó a recibir llamadas de un vecino que se hacía pasar por Dios y por la Virgen, y le pedía que depositara cantidades cada vez mayores de dinero en un cajón de su tienda de tratamientos naturales a la que denominaba “el banco del cielo”.

 

Le decía que el interés allí rentaba más que en los bancos de la tierra y podría construirse una casa en el cielo junto a las de su madre y su marido ya fallecidos.

 

La víctima entregó todos sus ahorros y llegó a pedir dos créditos para cumplir con las entregas.

 

El caso llegó el pasado miércoles a la Audiencia Provincial de León y la Fiscalía pide 8 años de prisión para el vecino de León acusado de estafar más de 250,000 euros a la mujer de avanzada edad.

 

El acusado se habría aprovechado de su estado mental para convencer a la víctima, que sigue convencida de que ha sido nombrada santa“.

 

Así funcionaba “el banco del cielo”

 

“Yo soy santa desde 2013. En un viaje en coche sentí unas manos en los hombros y al llegar a casa me llevaron al baño. Allí, en el espejo escribió con sangre ‘Soy la Virgen, aquí derramo toda mi sangre.

 

Hija mía eres santa. Borra esto con esa esponja’”, asegura la mujer. Sin embargo, es consciente de que todo el asunto del dinero es fruto de una estafa.

 

 

El acusado ha negado los hechos a pesar de que en el juicio del pasado miércoles se ha escuchado una grabación en la que fingía varias voces para hablar con la mujer y la amenazaba con “matar a sus hijos y dejarla sola en la vida” si contaba algo.

 

La mujer no le contó nada a sus hijos hasta que se vio ahogada por las deudas.

 

El dinero no ha aparecido pero el acusado cerró su negocio, que ha reconocido generaba deudas, unos meses después de que se presentase la denuncia y se cortasen las aportaciones.