Costerna a Iglesia Católica muertes por imprudencia de choferes y accidentes de tránsito
La Arquidiócesis de las provincias Santiago y presidente Ulises Francisco Espaillat consternada por imprudencia de choferes.
Por: Marcelo Peralta
Santiago, R.D.-Un ferviente llamado a la sensatez
y la prudencia ausentes en el comportamiento a la conducta de quienes conducen
vehículos y motocicletas hizo a las autoridades arquidiócesis de Santiago.
Muestra indignación al ver seres humanos guiando vehículos por encima de
las personas, se suben por las aceras, los de bajas y alta gama, haciendo un
rol peor ante la sociedad.
En el editorial del semanario Camino, observa la imprudencia, insensatez,
irrespeto de choferes y conductores convierten las vías en peligro permanente.
Aunque sería lanzar voces en el Desierto de Sahara, el rotativo llama a la
sensatez, prudencia a choferes y conductores que andan vestidos con el “traje
de guerra”, propiciando “un encuentro prematuro con la muerte” deponer sus
actitudes, evitando luto, llanto y muertes.
Destaca transitar por vías del país se ha convertido en un acto
prematuro con la muerte, debido a que calles, autopistas, avenidas y carreteras
están más peligrosas.
“No sólo por la cantidad de accidentes que ocurren en ellas, sino choferes
y conductores andan revestidos con el traje de guerra, ocasionando choques,
roces, que por discusiones son escenas de muertes”, expresa.
Dice que lo ocurrido esta semana en Santiago, en donde un conductor le
dispara a un señor que lleva a sus dos hijos al Colegio Padre Fortín, nos
muestra el grado de intolerancia y violencia que se vive en el país.
“Ya el proverbio que reza de que hablando la gente se entiende se ha
sustituido por la prepotencia, acompañada con un arma de fuego”, precisó.
Dice que lo más lamentable de estos hechos es que vayamos cayendo en la trampa de volvernos insensibles ante esta dolorosa realidad, y que la indiferencia se haga cotidiana.
Nos preocupa que sigamos pasivos ante tantas
tragedias, porque el acontecimiento de hoy se olvida al día siguiente, frente a
otro hecho cometido con más odio y saña.
Asegura que todavía estamos a tiempo de ponerle freno a esta
descomposición social que crece cada día.
Tiene que haber consecuencias para los que hacen de la vida del pueblo
un tormento.
Los violentos no pueden continuar cometiendo atrocidades sin que paguen
ante la ley el daño que están haciendo.
Por lo que nunca se cansaran de promover una cultura de paz, que debe
comenzar en el hogar y extenderse a los medios de comunicación, grupos
comunitarios, y la sociedad en sentido general.
No perdamos más tiempo.
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