Dominicana y su oposición al meridiano de Grefnwich
Frank Sánchez Mena
Por: Frank Sánchez
Mena, Director Unidades Técnicas del Consejo Regional de Desarrollo,
Inc. (CRD), Ingeniero, Empresario y Catedrático Universitario.
Revisando
algunos datos sobre el Meridiano de Greenwich, nos enteramos de la hasta entonces inédita noticia de que en
el evento científico mundial donde fue designado éste como el meridiano que
marca la longitud “cero” del sistema de coordenadas geográficas, solo hubo un
voto disidente que lo fue de República
Dominicana., hecho el cual ocurrió en el
año en 1884.
Al
adentrarse en las razones de dicho voto disidente, a priori se podría pensar que siendo Ulises Hereaux el presidente del
país para esa fecha, a lo mejor se trataría de otra “Lilisada” más de su largo
anecdotario, sin embargo, al revisar los documentos relativos al caso, el hecho
resultó ser de gran trascendencia en la historia de la diplomacia dominicana,
de acuerdo a lo acontecido:
El
Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, James Abram Garfield, había
convocado en Washington a una conferencia internacional donde participarían
científicos de 26 países del mundo. El
objetivo: tratar sobre un meridiano primo.
Hasta la fecha, Inglaterra y Estados Unidos
utilizaban el meridiano de Greenwich como el meridiano de referencia en sus
sistemas de coordenadas geográficas y sus cartas navales estaban referidas a
dicho meridiano. Francia hacía del
meridiano de Paris su referencia, España el de Cádiz, así como otros tantos países
habían adoptado sus propios meridianos de referencia geográfica.
Y
aquí el primer elemento importante: tratándose de Galván, algún argumento de
peso debió tener para su oposición. Y en
efecto, esto queda más que evidenciado en unas publicaciones “online” del
Archivo General de la Nación.
En
esa importante institución estatal reposan las compilaciones de los escritos de
Galván, los cuales fueron recientemente editados en cuatro volúmenes
digitalizados.
En
el volumen IV, páginas 345 y 346, se encuentran publicadas dos cartas enviadas
por Manuel de Jesús Galván al Ministro de Relaciones Exteriores dominicano,
donde hace una explicación sobre su postura en aquel evento. Para no robarle brillantez a sus palabras,
citamos al propio Galván, en la primera de las cartas, fechada del 13 de
octubre del 1884:
“El
infrascrito Delegado de la República Dominicana estará donde crea que están
los intereses de ésta.
El
asunto, de puramente científico que parecía ser, ha asumido el carácter de
celosa competencia entre naciones importantes amigas nuestras, y no es de todo
indiferente adherirse a esta o a aquella opinión. Francia no propone su propio
meridiano de París, quiere uno neutral, que no pertenezca a nación alguna preponderante.
Hasta
el día la mayoría parece estar con los Estados Unidos e Inglaterra, que quieren
el Meridiano de Greenwich”.
El
20 de octubre, luego de largos debates, se efectuó la votación con el siguiente
resultado: a favor de la propuesta de Inglaterra y Estados Unidos votaron 23
delegados, Francia y Brasil se abstuvieron y solo una voz mantuvo la posición
contraria, la del delegado de Santo Domingo, Manuel de Jesús Galván.
En
su ponderación, éste argumentó su voto negativo ante la manera arrolladora de
cómo esas potencias imponían sus intereses en defensa de sus propias cartas
navales.
En la segunda de las cartas, expuso Galván que
“Inglaterra y los Estados Unidos, cuya cartografía marítima está arreglada por
Greenwich, obraban de concierto, y las otras naciones las siguieron, con
excepción del Brasil y nuestra República.
Francia
y el Brasil se abstuvieron en la votación definitiva, pero el infrascrito
prefirió emitir lealmente un voto negativo en nombre de Santo Domingo”
Galván
se había inclinado hacia la posición intermedia propuesta por los franceses, de
que se fijara el meridiano que pasa por Islandia, lo cual sería un intermedio
entre Francia e Inglaterra, y que reducía la discordancia del tiempo universal
respecto al tiempo local de Santo Domingo.
“No he creído justo que así se desairase la
proposición equitativa de los delegados franceses; por esto, y porque el
meridiano neutro hubiera disminuido la discordancia del tiempo universal, con
nuestro tiempo local de Santo Domingo, voté con Francia y contra Greenwich”
continuó explicando Galván en esa segunda carta, como argumento a su voto
negativo.
Luego
de debatida esa primera propuesta, vino la segunda propuesta: que se adoptara
oficialmente un día de 24 horas que iniciaría con el antemeridiano de
Greenwich, de tal manera que éste indicaría un horario universal, común para
todas las naciones del mundo.
Esto
trajo las naturales protestas de los asambleístas y sobrevino el
arrepentimiento de no haber acompañado al representante dominicano en la
primera votación.
Los delegados de Alemania, Francia, Italia, Suiza y otras
naciones, pasaron a ser causa común con Galván, quien mantenía una férrea
posición en contra de los planes de Inglaterra y en defensa de los intereses de
nuestro país.
Finalmente acordaron que se respetaría el
horario local de cada país y existiría un horario universal referido al tiempo
que marca el antemeridiano de Greenwich.
Al
arribar en este año al
140 aniversario de estos hechos, a la Dirección Técnica
del Consejo Regional de Desarrollo, Inc. (CRD) le parece propicio traerlos a
colación, como una referencia histórica que bien pudiera servir de paradigma para
nuestro Servicio Exterior, a propósito de los grandes retos y desafíos que
tiene en agenda en los actuales momentos nuestra República Dominicana en
materias de comercio exterior y relaciones internacionales.
Frank Sánchez
Mena,
Director Unidades Técnicas del Consejo Regional de
Desarrollo, Inc. (CRD), Ingeniero, Empresario y Catedrático Universitario. Tel.
809-244-5496 y Correo:crdnordeste@yahoo.es.
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