Día de Juan Pablo Duarte


Juan Pablo Duarte, padre de la Patria.
Confieso que dada mañana mis primeros compromisos: Darle gracias a Dios por el nuevo día.

A Juan Pablo Duarte por lo que nos legó.


Saber cómo amanecieron mis hijas.

Realizar mis necesidades habituales.

Tomar mis medicamentos.

Mi desayuno y después lo que me depare el día.

Este domingo 26 de enero es el nacimiento del hombre más puro que ha parido la República Dominicana: Juan Pablo Duarte y Diez.

De los más sobresalientes patricio Duarte es, ha sido y será hasta estos tiempos, el más relevantes por sus proezas.

Hoy, que de estar físicamente estuviese cumpliendo 200 años de edad.

Para los dominicanos de conciencia, Duarte no está muerto, porque late en cada corazón de personas sensatas.

Hay que recordar en su honor sus obras a favor de su tierra.

La Constitución que creó meramente basada en el respeto a las leyes.

Esa Carta Magna es, en la actualidad pisoteada por foráneos.

Se debe a que malos dominicanos hipotecan nuestra República.

Gentes que nos han invadidos históricamente, hoy retornan mancillando el nombre y honor de Juan Pablo Duarte y los demás patricios y heroínas.

Es época y hora, de que los que tenemos un CHIN agradecimiento y honor a nuestra Patria tomemos conciencia del esfuerzo de Juan Pablo Duarte.

Honor, a quien honor merece.
Es tiempo de que nos empoderemos, si no queremos quedarnos sin Patria, sin bandera, sin Escudo, sin Constitución y con nuestros enemigos haciendo diabluras y nosotros boquiabierta.  

Los padres tenemos que enseñarles a los hijos los modales que nos dejó Juan Pablo Duarte.

El cuerpo profesoral en las deben, sabemos que son mal pagados, sin  embargo, hay que inculcarle a sus alumnos las obras de nuestro patricio.

Los niños y las niñas van a las escuelas a recibir orientaciones, porque la educación se forja en los hogares.

Reconozco que la sociedad está carcomida, deteriorada, desigual, entre padres, madres, hijos, hijas, hermanos, hermanos.

De esas vorágines y descomposición social, el único que sale ganando es el sistema político imperante, los imperios norteamericanos, europeo, canadienses y los dominicanos insensatos, irresponsables, saqueadores de la dignidad y traicioneros a la PATRIA.

Hoy día, los padres y las madres tienen que demostrarle a sus hijos e hijas, un Juan Pablo Duarte, sano, puro, diáfano, transparente, humilde, estudioso, respetuoso, solidario, capaz, sin malicia, sin intriga, fuera de egoísmo.

Cada padre y cada madre deben impregnar a sus vástagos, sentimientos patrióticos y no banales como sucede en muchos hogares.

Todos y cada uno, si queremos mantener identidad patriótica, debemos asumir, aunque nos cueste esfuerzos con nuestros hijos e hijas y nietos y nietas los idearios duartianos.

Para lograr esos objetivos, tenemos que disponer de tiempo con la familia y  empeño en el núcleo familiar.

Juan Pablo Duarte fue gloria y orgullo como dominicanos.

Busquemos en el diccionario las palabras Dominica………..
Y cano………………………….

Hombres y mujeres de hoy tenemos que ser fieles a Duarte.

Resaltar su orgullo y su grandeza.

Juan Pablo Duarte quiso una Nación de ciudadanos decentes.

Hay que darle seguimiento a las obras inclusas de Juan Pablo Duarte.

Ahí está la Administración Municipal con el cual soñó.

Ese concepto de Estado que quería Duarte sigue pendiente.


A los ciudadanos hay que mantener viva la llama de la esperanza y de la pluralidad, pero hay que luchar de manera permanente.

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