Paro en Santiago. La presión aumentar el pasaje.


Por Marcelo Peralta
Santiago, R.D. Empleados públicos, privados, estudiantes y obreros que utilizan el medio de transporte urbano no pudieron llegar a tiempo sus puestos de trabajo debido a la huelga decretada a las seis de la mañana de hoy y terminará mañana jueves a la misma hora.

El paro en el transporte público es en demanda de que sea revisada la Ley de Hidrocarburos, por la supuesta reparación de las carreteras que bordean a Santiago.

Las rutas paralizadas con N, NC, F, L, CA, M, G, C, ZP, entre otras que operan en el polígono de la ciudad de Santiago de Los Caballeros.     

La huelga fue convocada por la Central Nacional de Trabajadores del Transporte (CNTT) y la Federación de Trabajadores del Transporte de la Región Norte (FETTRANRENO). 

La misma dejó varados a cientos de pasajeros y provocó la suspensión de clases en varias escuelas debido a la ausencia de estudiantes.

También, maestros y maestras no pudieron llegar a sus centros de trabajo debido a la carencia de medios públicos para desplazarse.

Mientras en la carretera Luperón desconocidos armados de bates y cuchillos desmontaron de los carros de la ruta G perteneciente al sector Gurabo ubicada al Norte de la ciudad, cuyas unidades incursionan al mismo centro de la ciudad.

La población estaba en calma a media mañana de éste miércoles y se espera que todo transcurra en paz aunque con la ausencia de miles de empleados, maestros y estudiantes que no pudieron llegar a tiempo a las empresas y escuelas.

Aunque las entidades choferiles dicen que es por el incremento de los combustibles, especialmente del gas de cocinar que usan los hombres del volante, sin embargo, se dice que esas paralizaciones es el preludio para elevar los precios del transporte.

Muchas personas que estaban en zonas de las rutas dicen que ese paro es un chantaje de los dirigentes sindicales para seguir explotando más al pueblo humilde y consumidor.
A la jornada de paralización del transporte se sumaron algunas paradas de motoconchistas que, también, al igual que los choferes exigen al gobierno beneficios.



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