Mujer de 90 años quiere ser regidora en El Seibo.

Afiche promocional. Fuente externa
Lucila Vastro
El Seibo, provincia La Altagracia, Este de Republica Dominicana, R.D.-Lucila Castro viuda Aybar (Nelsy), a sus 90 años y con discapacidad psicomotora, anunció que aspira a regidora por el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) para representar a los envejecientes de El Seibo, que a su juicio han sido olvidados por los políticos.

Lucila Castro viuda Aybar.
En una carta pública al presidente del PRSC, Federico Antún Batlle (Quique), la señora, que se hizo famosa por regalarle un brazalete de oro con valor superior al millón de pesos a la vicepresidenta Margarita Cedeño de Fernández, expone que lanza su candidatura, a pesar de su impedimento para caminar y como muestra de su entrega y "desprendimiento hacia los demás".

Este fue la morocota que le regalara la hoy vicepresidenta Margarita de Fernandez.

Se quejó de que con miras al torneo electoral congresual y municipal de 2016, la mayoría de las aspiraciones a regidores están enfocadas en los sectores juveniles del país, obviando a su generación.

Cuando Lucila Castro estaba joven. 
"Es por eso que he decidido representar y proteger a los ancianos de mi comunidad, presentándome como candidata a regidora por mi provincia natal, Santa Cruz de El Seibo", precisó.
Lucila Ozema Castro entregó el brazalete a la Primera Dama.
Margarita de Fernandez abraza a Lucila Castro el dia del obsequio.

 A Lucila Castro viuda Aybar se le atribuye ser una de las personas más adineradas de El Seibo y de tener una un espíritu altruista a favor de los más necesitados.

La longeva mujer sostiene en su misiva dirigida a Antún Batlle que su salario iría bajo firma notarial en un acuerdo,  a la filial del Centro de Rehabilitación en El Seibo, como una forma de proteger a todos los ancianos del municipio.

Recordó que hace 15 años donó su casa para un Hogar de Ancianos y obsequió la citada prenda a la Vicepresidenta. 

"El don de servicio que llevo en mi sangre se debe a que desde muy joven he trabajado en servicios comunitarios, además, fui vicepresidenta de la Cruzada de Amor y con mucho orgullo asistente de doña Emma Balaguer", expone en la misiva.

Donacion de morocota:
Porque se parecía a ella en su juventud y por su altruismo a favor de los más necesitados, una anciana de 87 años de edad, nativa de El Seibo, quiere regalar un brazalete de morocota en oro, confeccionado en 1878 en Mallorca, España y que según la octogenaria mujer, perteneció a la primera dama Trina de Moya, esposa del presidente Horacio Vásquez hacia 1930.
La prenda a donar tiene un valor estimado en el mercado de un millón de pesos, pero que para la anciana Lucila Ozema de Castro Aybar su valor histórico trasciende los límites de la pasión y el amor.

A sus largos años de edad Mamá Nersy, como es conocida en el mundo católico, vecinos y familiares, goza de una estupenda lucidez y su decisión de donar o regalar la pulsa en oro a Margarita Cedeño de Fernández, es tan decidida que para recibir la prenda buscó a un notario para hacer una declaración jurada.
La ajorca es de 21 quilates y según la dama fue elaborada a mano en Mallorca, España y la misma presenta una figura del Rey Alfonso XII de un lado y el escudo heráldico de España del otro.

El testamento legal, preparado por el notario seibano, Guarionex Moreno Altagracia, señala que la valiosa prenda en oro, la señora Lucila Ozema de Castro, la recibió en donación de manos de su abuela, Ramona Piantini de Morales, que se la donó su amiga, Trina de Moya, esposa del presidente Horacio Vásquez.

El testamento expone en uno de sus párrafos que el oro llegó a mano de su abuela por la gran amistad que existió entre Trina de Moya y la madre de Báez.
“Hago esta declaración por dos razones: La primera, como obtuve dicha prenda y la segunda, el valor histórico que posee por haber pertenecido a una Primera Dama, por lo que quiero dejar constancia de que mi declaración constituye una fiel verdad de lo declarado”, expone la dama ante e notario, Guarionex Moreno Altagracia.
La anciana llevó como testigo ante el notario para dejar constancia de la donación, a los testigos Federico Oscar Morales Beras y a Ramón Elpidio Morales Aybar.

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