No debe ir a Haití.
Ojalá que República
Dominicana no se meta en camisa de ONCE VARAS, en ese embrollo, porque entonces
veras que ahí si es que el gas morado pela.
Sin pasión ni
resquemores ojalá que República Dominicana no se meta en ese lío, de
la supuesta petición hecha a la Junta Central
Electoral de ir a ese convulsionado territorio a organizar las elecciones faltando
a pena tres meses del certamen.
Eso implica muchos riesgos para el personal humano y técnico que nos ha
costado dinero y un descredito para el país más de los que nos han hecho los
haitianos y esos organismos internacionales quienes aprovechan cualquier error para
sacar ventajas
Si hay fallas durante el certamen eleccionario, toda la culpa recaerá contra
la República Dominicana y si salen con éxitos
será para los haitianos.
Con las fallas, aparecerán los alcahuetes de la Organización de Estados
Americanos-OEA-, los demás organismos internacionales y los propios haitianos a
acusar a nuestro país de todos los errores cometidos.
Nos han tildado de violar los derechos de los haitianos en nuestro propio
territorio, que somos xenófobos, haitianofobos, racista y nos endilgan epítetos
diversos.
Nadie en el mundo ha sido más solidario con el pueblo dominicano con el
territorio haitiano ante las desgracias y adversidades que han sufridos.
Creemos que ni el famoso personaje del Chapulín colorado tendría capacidad humana
posible de preparar unas elecciones nacionales en Haití en menos de tres meses.
Resultaría imposible hacer unas votaciones limpias en Haití, cuando el
mismo gobierno se niega a darles
documentos personales a sus propios ciudadanos a una población superior a los
diez millones y donde casi la mitad se ha mudado a República Dominicana en la
actualidad.
Si casi el 80% de los haitianos carecen de documentos: ¿De acudir a las urnas con qué votarían los haitianos?.
La República Dominicana se ha metido en un “berenjenal” trayendo a haitianos
y dando documentos donde gastó, ha gastado, gasta y gastará cientos de millones
de pesos de los impuestos que pagan los ciudadanos de la Patria de Juan Pablo
Duarte.
El Plan Nacional de Regularización ha sido un rotundo fracaso y un abuso por
parte del Estado Dominicano del gasto económico en que ha incurrido para la legalización
de millares de haitianos.
Este plan de proveer a los haitianos un documento básico que sirviera de
soporte para la regulación de la población a ilegales y enemigos auténticos de
los dominicanos y el gobierno de Danilo Medina tendrá un alto costo para la Nación
de Juan Pablo Duarte.
A los haitianos no parece convenirle que la situación prevaleciente se
normalice.
La mayoría de los haitianos quieren “cogernos de pendejos” y se “burlen una
vez más tanto en nuestro país como en su territorio”.
Pedir a la JCE que ayude a las elecciones faltando tres meses es un “gancho”,
una “vaina” que la República Dominicana caerá en una nueva “trampa” similar en la
ratonera el ratón buscando queso.
A Haití que lo ayude la Organización de Estados Americanos, Estados Unidos,
Canadá, Francia, Unión Económica, Amnistía Internacional, España quienes son
los agitadores y nuestros enemigos gratuitos que quieren “echarnos otra vaina más”.
Esa “claque” de enemigos gratuitos, que siempre están al asecho, nos ponen
trampas, zancadillas y buscando chivos espiratorios.
A los haitianos que hagan ellos y ellas sus elecciones pase lo que pase y
que dejen tranquila a República Dominicana.
Comentarios
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Saludos.
Mi blogs tiene problemas e ignoro las razones