lunes, mayo 02, 2022

¿En Sabaneta se perdió la cordura?.

Por Marcelo Peralta.-mperiodista1958@bhotmail.com
Miembro del CDP,SNTP, IPPP.

El crecimiento desenfrenado del desequilibrio mental, desintegración familiar, promiscuidad sexual, falta de valores morales, “broncas callejeras”, causas, consecuencias delincuenciales, acciones criminales, están socavando los cimientos sociales y morales en el Municipio de Sabaneta, Provincia Santiago Rodríguez.

Un alto segmento de la sociedad está insolente, indolente, permisivo, que se convierten como en hechos incorregibles basado en el auge adquirido por la delincuencia que surge en este pedazo de tierra de gentes humildes, solidarias, hospitalarias y de buena convivencia.

En los últimos tiempos, han ocurridos aquí una serie de hechos que van desde robos en negocios, casas, atracos a comerciantes y el atentado a tiros contra Martín Luciano Jumelles Reyes están adquiriendo ribetes inaceptables.

Estos acontecimientos, ameritan el urgente reagrupamiento de organizaciones sociales, culturales, educativas, deportivas, clubes, sindicales, estudiantiles, empresarios, abogados, locutores, periodistas, actores del sistema judicial, policial, militares, gobierno municipal, provincial, regional y nacional.

La delincuencia no se produce de forma aleatoria, sino que es parte de una cultura, deterioro de valores, conflictos económicos, políticos, sociales, jóvenes que carecen de planes, proyectos vitales, en que el sistema famélico actual los hace considerarse incapaces de adaptarse al medio social para competir en igualdad de condiciones, lo hacen tomar como aliciente la delincuencia por no tener otra alternativa de conducta.

Jamás quienes nacimos, criamos y crecimos en esta tierra debemos permitir que la delincuencia sustituya los cimientos en que nos criaron, que debido a diversas circunstancias debimos salir por mejoras condiciones laborales, sin embargo, no nos hemos olvidado de nuestro puede y duele la situación en que sectores enemigos están dañando la convivencia humana.

En Sabaneta, han ocurridos tragedias inesperadas, ahí un segmento social sabe, conoce, tiene identificado quiénes forman partes de esa “claque” y tipo de “bacterias humanas” promotores de robos, atracos, asaltos que se cometen.

Conscientes estamos que los gobiernos municipales, provinciales y nacionales  surgidos hace 26 años, no han encausado iniciativas de prevención, actividades útiles que enfrente este infausto fenómeno exigiendo al Estado Dominicano empresas que generen empleos directos en esta demarcación.

Algunos funcionarios, han hecho lo contrario, incentivan jóvenes a la vagancia, uso, tráfico, consuno de drogas, enriquecimiento ilícito, a la vida “fácil”, al lujo para “romperle” los ojos a los demás, usando tenis, camisas, pantalones de alta gama y derrochando dinero a granel obtenidos en formas inadecuadas a su paso por el poder político.

La delincuencia juvenil, son delitos que se cometen niños y adolescentes que observan a adultos cometiendo acciones inmorales e incorrectas.

Esas mentes vacías crecen viendo que sus padres, madres, tutores, parientes y allegados cometiendo esos actos y cuando estos se convierten en adultos, también permiten, desde la primera vez que llevan algo a la casa lo aceptan sin cuestionamientos.

Ahí se van arraizando con ahínco, creciendo como las plantas “parásitas”, que en esa etapa cometen delitos sin que familiares sean capaces de corregir y el sistema de justicia “cómplice” deja sin imponer castigo por sus condiciones de “menores”.

Cometido un delito, actúan actores familiares, sociales y judiciales, llegando a acuerdos de conductas constitutivas por las infracciones penales cometidas.

Hay causas diversas que llevan al menor y adolescente a cometer delitos, entre ellos el fenómeno de la multicausal, aunque viole leyes, no pueden ser juzgados debido que en muchos pueblos no existen Juzgado de Menores, tampoco centros de detención destinados únicamente a esa edad y la complicidad familiar.

Desde ese momento, se le da al niño y el adolescente facultad plena para caer en robos, ausentismo a clases, deja los deportes, ir a actividades sanas, cae en vicios, alcoholismo, drogadicción, irrespeto a sus padres, hermanos, amigos, descarrilamiento.

Innúmeras son los orígenes, teorías, aparición y crecimiento de la delincuencia juvenil, comportamiento delictivo atribuido a factores genéticos, psicobiológicos, psicofisiológicos que impulsan al individuo a exceso de agresividad, estados biofisiológicos, psicológicos, sociológicos patológicos.

Bienes las anomalías de genéticas, egocentrismo, agresividad, indiferencia afectiva, labilidad afectiva, falta de estímulos individuales, sociales, situacionales, carecer recursos personales adecuados, condiciones vulnerables a delinquir cuando el estímulo en cuestión.

Conflicto individual, contradicciones internas y las sociales modernas, las que provocan el desencadenamiento del acto delictivo.

Se une la frustración, inestabilidad social de la época actual del consumismo desmedido, el resentimiento orientado al futuro incierto que pueden provocar agresividad y conductas delictivas.

Influencias en las teorías críticas, radicales que incentivan la mera etiqueta de la delincuencia impuesta, que es una forma social a las clases más bajas y pobres creadas por quienes han adquirido riquezas “fáciles”, que ahora ejercer el control de jóvenes de mentes débiles, informales, que los induce incursionar a la delincuencia de alta categoría, en que los “novatos” son los que están al frente para llevar alta sumas de dinero al propiciador.

Los novatos, no miden consecuencias de la delincuencia juvenil que los engloba en las cuestiones administrativas, psicológicas, sociales, algunos caen presos, otros caen muertos en dispuestas por el control de puntos de drogas, en conflictos con la policía y hay quienes, caen en las “frustraciones” y hasta llegan al suicidio.

Funestas son las consecuencias para el individuo, la familia y la sociedad que aparecen en circunstancias distintas debido a los comportamientos que el joven adopta al tener que acostumbrarse a la vida social, inmoralidad, cae en el más bajo grado, cometen delitos más severos, introducen cambios en la escuela, en la familia, persiste en mantener lo antisocial a los lugares frecuentados y estilo de vida en su carrera delictiva.

Ya arraizado en la carrera delictiva es insolente por su estructura psicológica y un patrón conductual condicionado por un trastorno de la función socializadora, educativa.

Con la experiencia adquirida, ya es el delincuente que se torna impulsivo, poseedor de un pobre autoconcepto, carece de habilidades interpersonales, asume actitud de oposición, de irrespeto a las normas sociales, tiene poca voluntad a la reinserción mayoritaria, a procesos resilientes, está estancado y con pocas posibilidades de cambio.

Ejerce la violencia, carece de motivación, planificación, es impulsivo, instrumental, a menudo está bajo los efectos de las drogas, alcohol, comete delitos en casas, comercios, vehículos, estafas, faltas a las normativas sociales, es indolente con estructura psicológica.

Es ausente de aceptar patrones de conducta, sino que ya está condicionado al trastorno de la función nutridora al "vínculo materno", muestra trastornos del apego, empatía que lo conduce, deterioro de su capacidad para mantener vínculos interpersonales por ser incapaz de reconocer necesidades y sentimientos de otras personas.

Llega a cometer niveles altos de agresividad, falta la posibilidad de rehabilitación, son mínimos los niveles de resiliencia, solo piensa en cometer delitos contra las personas, sin respetar sus condiciones físicas y morales.

Llena su ego con los abusos sexuales, violaciones, homicidios, robo con violencia, agresiones y causando a sus víctimas lesiones graves sin importar el dolor y sufrimientos de sus incautos.

Son incorregibles y presentan mayores niveles de reincidencia violenta, en ocasiones con el propósito de tener hegemonía, suelen actuar en solitario, son los más peligrosos en su expresividad, se convierten en potenciales criminales por el nivel de psicopatología global, crecen los trastornos agudos en funciones socializadoras, educativas y nutridoras.

Nunca llegan a sentir remordimiento por los hechos cometidos, presentan violencia extrema, disfrutan con el sufrimiento ajeno porque son psicópatas y depravados.

El porvenir de esos jóvenes estará basados en cometer delitos mayores, crímenes, violaciones seriales, secuestros con torturas, robos, homicidios, canibalismo, agresiones con resultados mortales.

Son factores que influyen en la delincuencia juvenil con factores de riesgo, en que siempre están de forma negativa en el desarrollo de la conducta de los jóvenes, más aún, pudiendo dar lugar a situaciones de mayor tensión, falta de control emocional y exhibiendo conductas delictivas.

Arropados con temperamento difícil arrastrados desde la infancia, tienen impulsividad, hiperactividad, no tienen autocontrol, son pobres en relaciones personales, llenos de rasgos cognitivos en la tendencia a atribuir la responsabilidad de su comportamiento a agentes externos, atribución de comportamientos hostiles a nivel social.

Desarrollan el estrés familiar, cometen abusos, hacen negligencia, tienen estilos parentales hostiles, tampoco son críticos de sí mismo y son punitivos.

Por su autoestima bajo, pretenden residir en áreas con bajo compromiso comunitario, donde hay alta tasa de desempleo, falta de oportunidades laborales y vivir en desconfianza con los vecinos, con bajos niveles de participación comunitaria.

Mientras algunos anhelan vivir en zonas donde predomine la pobreza, desempleo para que no le hablen de trabajar, estudiar a fin de no realizar tareas productivas.

Detectan que le hablen de vínculos sociales, afectividad, apoyo emocional, tener buenas relaciones familiares, creencias saludables, sólidos modelos de comportamiento, aprendizaje de normas, valores sólidos y buenos modelos de referencia.

No les interesa las intervenciones preventivas, porque nunca la escucharon cuando en la niñez.

Menos hacen hincapié en la prevención de cambios positivos personales, controles de autoimagen, autoconcepto, por lo que se convierten en jóvenes improductivos, no se esfuerzan por ser valorados socialmente, progresivos, emprendedores y creativos.

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