Soto Jiménez: Es necesaria una ley de seguridad y defensa en donde se repartan roles policiales y militares
El exsecretario de las Fuerzas Armadas, el general José Miguel Soto Jiménez, dijo que este país está lleno de muchas leyes vírgenes que se emiten, se aprueban ¡y ya!, igual que la reforma orgánica de la ley de las Fuerzas Armadas.
A
propósito de las medidas anunciadas recientemente para enfrentar la
delincuencia, Soto Jiménez considera que lo que procede es hacer una ley de
seguridad y defensa, fundamentalmente para que se repartan los roles policiales
y militares.
Llamó
a no festinar la medida de lanzar a las calles el patrullaje mixto, el cual
describió como un recurso que se ha utilizado en varios gobiernos ante el
repunte de la violencia y actos delictivos, porque en la actualidad no tiene el
mismo efecto que antes.
“Es
un recurso que no se puede festinar porque es un factor disuasorio. No se manda
a los guardias a matar gente a la calle, pero la gente ya, como dicen los
tigueres: ´no cogen de esa´, porque cuando ven la guardia… antes decían… ¡…ño
los guardias están en la calle´, pero ya eso no hace el efecto”, rememoró.
Consideró
que hay que ir a la raíz, porque todos los gobiernos han caído en el famoso
asunto de la reforma policial, “que es necesaria, pero no en desmedro de lo que
la Policía Nacional representa”.
“El
problema de la Policía básica no es el de la represión, es en la disuasión del
delito y eso tiene que ver con aspectos tan básicos como el patrullaje
continuo”, manifestó.
Soto
Jiménez piensa que al Estado se le ha desbordado el tema de la delincuencia, y
consideró que no se puede cifrar la reforma solo en la Policía, sino también en
la sociedad y otras instituciones.
“Hay
que plantearse una reforma que incluya la PN, la Justicia… y hay que visualizar
y continuar la reforma en ese sentido, en el tema correccional”, apuntó.
De
acuerdo con la verja perimetral
Al
preguntarle sobre su parecer en cuanto a la verja perimetral que se ha
comenzado a construir en la línea fronteriza, el exsecretario de las FF. AA.
Manifestó que “hay que montar el muro sobre el muro que debe haber en la
conciencia nacional”.
“Es
una obra física que creo necesaria. Ese muro tiene que ser más inexpugnable o
montado sobre la conciencia del dominicano, inclusive se pueden integrar con
las organizaciones y las escuelas”, manifestó durante su participación en el
programa Reseñas, que conducen los periodistas Rafael Núñez y Adelaida Martínez
R. por Entelevisión los sábados a las 9:00 de la noche.
Expresó
que es la marca, la señalización de ese sentimiento, pero que, naturalmente,
hay que comprender que el muro sin el hombre vale poco y el hombre no es solo
el dominicano común, sino las Fuerzas Armadas: “Y ahí deben integrarse todas
las agencias”.
“A
Trujillo hay que volverlo a matar”
El
historiador José Miguel Soto Jiménez considera que el dictador Rafael Leónidas
Trujillo sigue vivo, no solo en la funcionalidad del Estado, sino también en
otros muchos aspectos de la vida nacional.
“Yo
tengo una tesis: a 61 años de la muerte del dictador… y ahora está de moda
porque se está hablando de destrujillización y de la vida nacional… Yo digo que
hay que volver a matar a Trujillo otra vez y eso parece un tremendismo”,
manifestó Soto Jiménez, a propósito de compartir detalles de su libro “Malfiní.
Radiografía de un magnicidio”.
El
exsecretario de las Fuerzas Armadas manifestó que sin ser muy pretencioso,
piensa que uno de los culpables de que se esté hablando de destrujillización
del Estado es él mismo.
“Y tú
te preguntarás: ¿pero Soto quiere volver a matar a Trujillo? Es una muerte
ritual, Yo lo que pienso es que Trujillo no solo en la funcionalidad del
Estado, sino también en otros muchos aspectos de la vida nacional y, sobre
todo, como lo demuestran los acontecimientos, sigue vivo en el imaginario de
poder del pueblo dominicano”, dijo.
Sobre
la opinión de algunos de que ese remanente trujillista se pone de manifiesto
hasta en el comportamiento de la Policía y las fuerzas militares, Soto
Jiménez dijo que hay un estudio inglés que se refiere a esta parte.
“A mí
me gustó lo que ellos dijeron, eso naturalmente ya no es una política de Estado
como lo fue en otras épocas. Sin embargo, quedan los residuos en la mentalidad,
pero no solo en los guardias y policías, sino en el ciudadano común”,
manifestó, al explicar que las Fuerzas Armadas son un reflejo de la sociedad
donde se desarrollan.
Señaló
que es una falta de respeto a los hombres y mujeres que sufrieron la dictadura,
decir a 61 años de la muerte de Trujillo que no se ha avanzado.
“Mira
lo que hemos avanzado: hay tratadistas que dicen que tenemos una democracia
electoral o electoralista, pero a la gente se le ha olvidado los traumas
subsiguientes que había en cada proceso. Pero yo no estoy hablando de esas
crisis electorales muy propias de aquí y de Latinoamérica… a la gente se le
olvidó que hubo campañas electorales aquí donde hubo batallas campales con
armas de fuego”, apuntó.
La
matanza de haitianos en 1937
Al
recordar sobre la matanza de haitianos en 1937, atribuida a la dictadura
trujillista, Soto Jiménez dijo que muchos desconocen que Trujillo tenía
ascendencia haitiana, al recordar que la abuela (Luisa Erciná Chevalier) y
bisabuela del tirano eran de origen haitiano.
El
general Soto Jiménez piensa que hubo una parte importante de la población que
estuvo con la dictadura y apuntó que eso lo dijo el mismo profesor Juan Bosch
de una manera sabia y muy política, quien planteó en un artículo que había que
dejar de rumiar el odio como las hienas.
“Y
dijo otra cosa Juan Bosch, y nadie puede dudar que es una figura
antitrujillista que pagó con el exilio, dijo otra cosa: que eso le hizo ganar
las elecciones, él dijo (Juan Bosch) que Trujillo había sabido gobernar. Él no
estaba diciendo que era bueno o malo”, rememoró.
Agregó
que “esa gente que era trujillista, que estaban amenazados por el doctor
Viriato Fiallo, votaron masivamente por el profesor Juan Bosch, quien ganó
abrumadoramente”.
Los
hombres del 30 de mayo asesinaron el miedo
Manifestó
que “todavía hoy se está discutiendo la motivación de los hombres del 30 de
mayo que no admite ninguna discusión, porque esos hombres más allá de la
concreción del hecho en realidad, esos hombres asesinaron el miedo de tres décadas,
esa es la figura y es más que poesía: ellos mataron el miedo”.
“Lo
que hay que ver claramente en la significación del 30 de mayo de
1961 es que benefició a República y al pueblo dominicano, que estaba
oprimido de una forma brutal, diría yo, por 31 años”, manifestó.
Señaló
que para él, Trujillo no era nacionalista desde el punto de vista ideológico de
la palabra, sino que era el dueño de una finca que se llamaba la República
Dominicana ·y no hay nada más celoso que un dueño de finca con sus colindantes”.
Como
aportes al país señaló que el tirano creó el Código de Trabajo que
se vino a modificar durante el gobierno que encabezó Leonel Fernández.
Llamó
a ver el antes y el después del 30 de mayo de 1961, acontecimiento que definió
como uno de los más importantes junto a la Guerra de Abril.
Los
cuatros poderes fácticos pisados por la bota de Trujillo
Al
citar su otro libro “Trujillicón”, dijo que el mismo concentra las
consecuencias políticas de la eliminación de Trujillo, donde en vez de
producirse el gran cambio, no lo hubo y que esto se debió a factores
geopolíticos.
“Cuatro
poderes fácticos que estuvieron pisados por la bota de Trujillo durante 31
años, al verse liberados tomaron vida propia plena, y en vez de ser el gran
cambio o la gran transición, lo que hubo fue un acuerdo entre los poderes
fácticos: la Iglesia católica, el poder extranjero, la burguesía nacional y las
fuerzas militares”, explicó.
Apuntó
que el tránsito trajo ese acuerdo que convirtió un trujillismo personal en un
trujillismo plural, entonces cada cual cogió una tajada de su influencia,
repartiéndose, por ejemplo, la burguesía, todas las empresas del tirano.
“Los
norteamericanos, trataron de darle continuidad a ese trujillismo sin Trujillo
al servicio de sus intereses… su preocupación era que pasara en Santo Domingo
lo que pasaba en Cuba y se desata después la Crisis de los Misiles”, rememoró
Soto Jiménez.
Ante
la pregunta de cómo ve la actitud del dominicano de depredar lo que puede ser
un museo de lo que fue el trujillismo, dijo la muerte del tirano en vez de
unificar lo que hizo fue profundizar el dilema nacional.
Manifestó
que Trujillo en sus últimos años políticamente se desbordó en su propia lógica
porque hizo un uso del poder permanente que desgasta.
Apuntó
que “Trujillo es el eslabón en la historia más fuerte del autoritarismo clásico
dominicano” y señaló que todos los autócratas y déspotas en todas las épocas no
solo se copian entre sí, sino que uno va, no mejorando, sino perfeccionando al
otro, bueno Trujillo es el más fuerte, es el hombre que más poder ha tenido en
la República Dominicana”.
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