República Dominicana primera en el mundo en tener un santuario de ballenas en el Océano Atlántico.
Por Marcelo Peralta. Fotos Carlos La Fleur,
Santa
Bárbara de Samaná, R.D.- Santuario de Ballenas Jorobadas que tiene sede en la
provincia Santa Bárbara de Samaná, conjugado con la Madre Naturaleza al máximo,
atrajo en esta época de noviembre 2022 a abril 2023 cerca de dos mil ejemplares,
dicen conocedores en cuestiones marinas.
En 1756, se fundó la ciudad de Santa Bárbara de Samaná, con familias provenientes de las Islas Canarias, en el lugar llamado Carenero Grande.
El poblado se organizó como Parroquia del Partido de La Vega, dentro de la división territorial que tenía entonces el Santo Domingo Español.
Impresionante espectáculo de este ballena jorobada en Samaná,
Creado en el año 1986, República Dominicana se constituyó en privilegio en ser primera en el mundo en dedicar un área protegida del área marina que bautizó “El Santuario de Ballenas Jorobadas en la provincia Santa Bárbara de Samaná con extensión de 50 mil kilómetros cuadrados, donde además, vienen delfines, manatíes y orcas a este maravilloso gigante marino.
Aquí
cada año vienen durante seis meses a parearse y parir especie de ballena “yubarta” que
es uno de los rorcuales más grandes del mundo que cuando es adulta llega a
medir más de 15 metros de largo y pesar 30 toneladas.
Este pregonero recorre a diario la tercera parte del casci urbano empujando esta carretilla para ganarse el sustento suyo y de la familia.
El
proceso de preñarse y parir dura 12 meses, las crías que nacen
en aguas dominicanas miden 5 metros de largo y llegan a pesar una
tonelada.
Mientras
los machos de ballena jorobada son famosos por su manera de
“cantar” con largas vocalizaciones que son una herramienta de interacción
social que utilizan para aparearse, conseguir alimento, localizar a otros individuos
de su propia especie hacer otras funciones básicas de sobrevivencias.
La Bahía
de Samaná y sus aguas adyacentes se convierten en el escenario de uno de los
espectáculos más impresionantes que ofrece la Madre Naturaleza, por la presencia
de miles de ballenas jorobadas que dejan atrás el Atlántico Norte a viajar
hasta las cálidas aguas del trópico a sus áreas de cría y reproducción.
Para
percibir esas escenas de cerca se debe ir en barcos y yates a fin de descubrir
a estos gigantes marinos, en su hábitat natural, lo que significa una
experiencia inolvidable y disfrutar una vez en la vida.
La
Península de Samaná, su enorme bahía es un lugar lleno de sorpresas a donde
acuden millares de personas, que antes era una especie de “escondite de piratas”
y a la fecha es destino “turístico idílico”, auténtico paraíso natural, con sus
maravillosas playas de “Las Galeras”; “Las Terrenas”; la espectacular cascada “El
Limón”; “el famoso Cayo Levantado” zonas de múltiples encantos atractivos y
conectados con la privilegiada naturaleza de la zona.
De envidiables
y ricos ecosistemas, de cálidas aguas, pobladas por arrecifes de coral que sirven
de hogares de innumerables especies marinas, diminutos peces, moluscos que
tienen espacios hasta entre los grandes gigantes del mar, como son las
corpulentas ballenas yubarta y jorobada.
Estos
cetáceos se alimentan en el verano en las aguas árticas, subárticas, se
reproducen en invierno en las zonas tropicales emigrando un trayecto superior a
mil kilómetros cada año.
Disfrutan
de la costa norte de República Dominicana a donde acuden a reproducir y a criar,
las que son muy curiosas, se acercan a los barcos, hacer espectáculos a los
humanos porque gustan presumir, hacer espectaculares saltos fuera del agua, en
especial las ballenas jorobadas que disfrutan en las excursiones de
avistamiento.
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