Por Miguel De Jesús
Critican que el hospital José María Cabral y Báez, de
Santiago, está lleno de estudiantes orgullosos provenientes de
universidades para los ricos y haitianos que apenas saben decir
“perejil”.
ENVIADA POR CARIBBEDANO DIGITAL
SANTIAGO, República Dominicana./El pasado jueves
trajeron de Mao al Hospital Cabral y Báez de Santiago a mi amigo Luís
Rosario. Un derrame cerebral le impidió hacer su día normal. Fui avisado
de inmediato y me mantuve desde el primer momento atento a todo.
Luís
Rosario.
A pesar de su gravedad, la indiferencia de médicos y enfermeras era
notable. Después de varias horas tirado en emergencia del hospital fue
ingresado en una habitación y al día siguiente, es decir, viernes la
historia se repetía, cuando el reloj marcó la 1:00 de la tarde fue
trasladado a un centro privado para hacerle un estudio.
Regresaron a las 3:00 y lo cambiaron de habitación. Personas de
buena voluntad nos ayudaron a moverlo de la camilla a la cama. Pasaron
más de 20 minutos y fue entonces cuando una enfermera con cara de pocos
amigos entró al cuarto del “
ala este” quinta planta
ocupada por Luís, el hijo de Candita y Martín.
A las 4:00 de la tarde entró un estudiante chino que a decir de su
credencial era estudiante de la Pontificia Universidad Católica Madre y
Maestra (PUCMM)! oh que sorpresa ! el descubrió que el paciente no se
movía y le puso las sondas .
Es decir, desde las 12 y 30 de la tarde del jueves hasta las 4 y 15
de la tarde del viernes, Luís era colocado de lado para María su
hermana ponerle una cajita de jugo o botella plástica de tomar agua para
que pudiera orinar.
Pasadas las 5:00 de la tarde abandoné el hospital, lo hacía para no
estallar. Estaba indignado ante la forma inhumana de tratar a las
personas, conozco mi temperamento y mi cardiólogo después de mi
preinfarto me prohibió emociones y rabietas.
Una doctora nos dijo que la solución era llevarlo a una clínica y
que se gastaba más de medio millón de pesos porque el tenía un coágulo
de sangre en la cabeza. La desesperación no trajo la reacción de
trasladarlo y luego emburujarse con los médicos de centros privados.
Esta mañana mi amigo no podía respirar y en medio de un ataque de
tos le preguntó a su médico de cabecera que no era otra que Albania su
joven esposa, que a que hora lo iban a operar. Luís quería vivir y pudo
vivir, pero las malas atenciones del Hospital Cabral y Báez le robaron
el sueño de terminar su maestría y ver crecer a sus hijos.
Lo dicho aquí lo viví no me lo contaron. Una vez mi hermano
Fernando hizo una gravedad y lo atendieron VIP, claro para ese tiempo
Maribel Tineo una prima nuestra era la administradora, sí usted no tiene
dolientes y lo llevan a ese hospital despídase del mundo, porque será
victima de estudiantes sin experiencias y enfermeras sin conciencia.
Que alguien me explique por favor por qué el Cabral y Báez de
Santiago está lleno de estudiantes de medicina en su gran mayoría sin la
más mínima calidad de trato, estudiantes orgullosos porque están en la
Universidad de los ricos y otros haitianos que apenas saben decir “perejil”.
Ellos no sabían que Luís venía de navegar en medio de la oscuridad
de los mares de la vida, que su Sol era su familia, su Luna y Estrella
principal sus padres ya fallecidos, que sus sueños eran profundos y
hermosos.
Que no tenía más riqueza que el capital del conocimiento, que a
pesar de graduarse como licenciado en derecho, siguió siendo alguacil
para poder llevar la comida con dignidad a su familia.
Ellos no sabían que estaba en medio de la preparación de su tesi
para finalizar una maestría. Ellos no sabían la cantidad de amor para
ofrecer que tenía mi amigo en su Corazón de miel.
Ellos, los Buitres con batas blancas solo les importa practicar con
seres humanos de los cuales suponen no tienen dolientes por vivir en
medio del pecado de ser pobres de un país donde si usted no tiene
apellido sonoro o una buena cantidad de dinero en el banco
“no vale nada “.
Si hubiese muerto en medio de buenas atenciones y diligencias de
facultativos, este escrito, solo hubiese sido de gracias a los
profesionales de la salud y despedida a un ser humano, bueno, noble y
honrado.
Doble dolor ,la muerte de Luís y el maltrato recibido por el
personal encargado de atenderlo ,paro mi indignación porque mis versos
esta vez no traen ninguna esperanza. Ellos abandonaron tu cuerpo
,nosotros nunca abandonamos tu Corazón, hasta aquí te hemos acompañado
hermano Luís, algún día nos abrazaremos de nuevo y quizás en ese nuevo
mundo reine la igualdad .
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Saludos.
Mi blogs tiene problemas e ignoro las razones