Se incrementa flujo de haitianos en Santiago y ni Migración ni militares lo impiden.
Santiago, R.D.- Miles de haitianos que
supuesto se fueron a su territorio, han regresado, y no solo eso, que traen consigo
a otros familiares y allegados, a pesar de todo, las autoridades militares ni
si quiera los miran, aunque si generan asombro los nuevos invasores entre la colectividad.
Los nuevos ocupantes de la tierra de Juan
Pablo Duarte vienen en avalanchas con respaldo de sectores de poder económico, político,
militar, empresarial, de las ONGs, financiadas por la Organización de Estados
Americanos-OEA-, Naciones Unidas-0NU-, los gobiernos de Estados Unidos, Canadá,
Francia, Unión Económica Europea-UE- y otros estamentos con el objetivo marcado
de unificar a Haití y República Dominicana.
Cada día es mayúsculo el flujo de haitianos
y haitianas que incursionan calles, barrios y sectores de Santiago, quienes se
delatan por lo harapiento de sus vestimentas, el poco dominio del idioma español,
el reflujo ambiental, desconocimiento de las áreas donde circulan, tienen que
usar guías para desplazarse y el poco control de sus hábitos.
En la zona Sur de Santiago, circulan por las
calles decenas de haitianos de todas edades quienes alquilan apartamentos,
casas y se alojan en pensiones, viviendo hasta 20 hombres y mujeres en un solo
de esos inmueble.
Además, es elevadísimo el número de pedigüeños
de nacionalidad haitiana de todas las edades en las calles de Santiago y zonas
adyacentes.
Otro factor determinante es la cantidad de
supuestos militares de origen haitiano entrenándose en Santiago, especialmente
en los gimnasios.
Hecho que también crea asombro es que hasta
cuatro y cinco centros, de supuestos religiosos haitianos, simulando ser
predicadores, pero que en definitiva, se sospecha son agentes militares
encubiertos e informantes y los mensajes los transmiten a sus conciudadanos en vudú.
En casas alquiladas donde vivía una sola
persona, sin embargo, ahora cohabitan una mayor cantidad de sus connacionales.
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