A los 86 meses de la tentativa de asesinato contra mi hijo.
1.-
De los integrantes que acordaron asesinar a mi hijo Jordi, siete (7) fueron
detenidos, procesados y condenados. Uno falleció, y otro está en libertad
condicional porque luego de haber colaborado con el órgano publico acusador
para aclarar el crimen, cumplió la mitad de la pena que le fue impuesta.
Jordi Veras
2.-
Todavía cinco (5) quedan en prisión, y ahí permanecerán hasta que cumplan el
último día de la merecida sanción que le fue impuesta por su participación en
la tentativa de asesinato de que fue objeto Jordi. No existe ninguna
justificación valedera para que los restantes miembros de la asociación de
sicarios puedan obtener su libertad antes del tiempo establecido por la
sentencia condenatoria, la que esperamos sea confirmada por la Suprema Corte de
Justicia.
3.-
Conviene que la opinión pública nacional sepa que ese grupo que aún guarda
prisión constituye, al igual que los dos
que ya no están en la cárcel, un
verdadero peligro; una real amenaza; desgracia latente; inminente
nocividad pública e inseguridad social.
4.-
Nuestro pueblo debe saber que del quinteto que está detenido, dos cumplen penas
por crímenes cometidos antes de ejecutar el de mi hijo; un tercero fue señalado
de descuartizar a tres personas en la
ciudad capital, y los otros dos utilizaron el uniforme de la Policía Nacional
para hacer operativos de sicariato.
5.-
Resulta provechoso para refrescar la memoria de lo mejor de la sociedad
dominicana, recordar que los cinco (5) recluidos
que quedan por el caso Jordi, han sido los más incisivos, punzantes,
virulentos, irónicos y desafiantes entorpeciendo el curso normal del proceso
judicial, utilizando términos ofensivos contra Jordi.
6.- En
un momento como el actual, cuando el
medio social dominicano está viviendo en
estado de espanto, pavor y sobresaltos por la alta criminalidad, es una necesidad
para la tranquilidad, la paz espiritual
y el sosiego colectivo, que los cinco (5) confinados que quedan por el crimen contra Jordi,
permanezcan en las respectivas
penitenciarias que hoy se encuentran.
7.-
De delincuentes y criminales está saturada la sociedad dominicana, por lo que
aquellos antisociales que ha sido posible su captura y sanción, deben
permanecer en su lugar natural, la cárcel, y no venir a rebosar el medio donde
estamos viviendo, azotado por crímenes
de diferentes facturas y calibres.
8.-
De todas maneras, continuaremos en situación de vigilancia, atentos a los
movimientos que hagan los remanentes del operativo criminal contra Jordi, así
como de las gestiones de solidaridad que pueda seguir prestándoles la Oficina
Nacional de la Defensoría Pública, órgano que ha hecho alianza ininterrumpida
en los tribunales con los que procuraron matar a mi hijo.
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