Prohíben uso de semen del esperminador hombre que es padre de 33 hijos.
Según recoge El País, las clínicas de fertilidad israelíes ya no podrán utilizar el esperma de Nagel , así se lo han hecho saber a las aspirantes a madres a través de una carta.
Conocido como ‘El esperminador’, Ari Nagel se ha hecho famoso por haber ofrecido gratuitamente su semen a más de una treintena de mujeres para así ayudarlas a concebir.
Su físico, caracterizado por tener una complexión atlética, la piel clara y los ojos azules le ha convertido en el “padre ideal” a los ojos de numerosas mujeres que han demandado su esperma.
“Nunca acepto dinero a cambio pero algunas me ayudan a pagar el billete de avión para cumplir su sueño. Prefiero ser recompensado con muchos besos y abrazos“, decía el propio Nagel en una red social.
Su afán por ayudar desinteresadamente le ha llevado a recorrer medio mundo y ha hecho que ya sea padre de 33 niños, el último de ellos nacido el pasado mes de mayo.
Además, según él mismo dice, hay otros 10 en camino y el próximo nacerá en Taiwán en agosto.
Nacido en el seno de una familia judía ultraortodoxa en Nueva York, Nagel es profesor de matemáticas y tiene tres hijos, de cuatro, siete y catorce años, de su matrimonio con una judía religiosa.
Sin embargo ese matrimonio se rompió porque ni ella ni su familia aprobaban que Nagel repartiera su esperma.
“Conozco el drama por el que pasan las mujeres que quieren ser madres, y para mi en tan sencillo ayudar que me resulta muy difícil decir que no“, decía Nagel al respecto.
Para este donante su prioridad y “misión en la vida” es hacer que las mujeres logren ser madres, y es por ello que se ha casado en varias ocasiones, facilitando así las cuestiones legales a las madres.
“El mes pasado una mujer me pidió que me convirtiese al islam para poder celebrar un matrimonio y que el niño fuese aceptado en su comunidad”, argumentaba.
Israel no lo considera ni honesto ni razonable
En Israel la donación de semen está permitida siempre y cuando se realice de forma anónima o si el donante firma un documento por el que se comprometa a asumir sus obligaciones como padre.
Sin embargo, según argumenta el Ministerio de Salud hebreo en la carta enviada a las futuras madres, “teniendo en cuenta la cantidad de mujeres a las que Nagel ha cedido su esperma, no se considera ni honesto ni razonable”.
Las futuras receptoras pagaron unos 1000 euros a la clínica, los cuales ya les han devuelto alegando que el proceso se ha descartado por su “ilegalidad”.
A raíz de esta situación, la cual ha sido incluso llevada a los tribunales por una de las siete israelíes que aún albergan la esperanza de tener un hijo de Nagel, éste asegura que está en contacto con todas ellas.
“Están devastadas. Espero que la corte tome la decisión correcta pero, en cualquier caso, yo pienso regresar a Israel porque tengo familia allí”.
Comentarios
Publicar un comentario