Por las Águilas Cibaeñas en este momento
1.- Los deportes que, como el béisbol, se
juegan basándose en una reunión de personas, para tener resultados exitosos
requieren la fusión de voluntades en la ejecución de cada función. Además, la
brigada debe estar bien dirigida, sacándole el dirigente lo mejor que pueda
aportar cada jugador.
2.- Dirigir es orientar, canalizar hacia
cierto objetivo. El que conduce está en la obligación de gobernar a los que
hacen de sus subordinados. El que administra, profesionalmente está en el deber
de conocer lo que más rendimiento puede sacar de cada miembro de su equipo.
3.- En el conjunto Águilas Cibaeñas, hasta
ahora, en la presente temporada ningún dirigente ha sacado lo mejor de cada uno
de sus jugadores, y una prueba de esto es que, aunque la mayoría son jóvenes,
con ellos no se hacen jugadas de toque, corrido y bateo ni squeeze play. Luce
un grupo de muchachos con discapacidad motora.
4.- El dirigente de un equipo de béisbol
debe saber que la rapidez forma parte importante en el juego del bate y la
pelota. La aceleración de las piernas, la precipitación en el movimiento de las
extremidades inferiores hace posible la ligereza, la prontitud para alcanzar
las bases y, en ocasiones, desconcertar, hacer perder la concentración al
adversario. De seguro que en el equipo aguilucho no solamente Yefri Pérez es
veloz; otros más pueden accionar presurosos.
5.- Con respecto al picheo, los lanzadores
abridores, intermedios y cerradores, en general, no han cumplido con su misión.
El promedio de efectividad les identifica, a cada uno, con poco rendimiento
para Las Águilas.
6.- Por ser el béisbol un juego de sumar,
no basta con que uno sea buen bateador; lo que importa es la combinación, el
enlace en el bateo de uno y otro, con el fin de con la sincronización traer
carreras a la goma. El empalme ofensivo colectivo hace carreras, no el
individual. El colectivismo se impone; ningún jugador debe hacer su trabajo
para satisfacción personal, sino para el equipo.
7.- Al momento de escribir estas líneas,
es mi creencia que de los seis equipos del campeonato 2018-2019, el de menor
vigor, el más débil, es el de las Águilas Cibaeñas, y de continuar como hasta
ahora, veo confusa su clasificación.
8.- Para competir con posibilidad de
victoria, las Águilas Cibaeñas, necesitan armarse de picheo abridor, fortalecer
la parte intermedia, y contar con un cerrador confiable. En la ofensiva hay que
procurar otro bateador de contacto, además de Zoilo Almonte.
9.- El último enfrentamiento de las
Águilas ante las Estrellas Orientales, lo ganamos por una cuestión de suerte,
pero el encadenamiento de sucesos fortuitos no ocurren a cada momento. No
podemos participar al azar, sino hacer depender el triunfo de nuestras propias
fuerzas, de la capacidad de acción del dirigente y el trabajo colectivo de los
jugadores, de cuyo grupo debe salir uno que haga el papel de líder en el dugout y en el terreno de juego.
10.- El cabecilla en el equipo hace de guía, motoriza
a sus compañeros para que todos compenetrados hagan de héroes en cada juego.
Las águilas Cibaeñas precisan de un jugador que motive a los demás.
11.- Por último, en la coyuntura que se encuentra el
equipo Águilas Cibaeñas actualmente, es oportuno hacer la observación que el
béisbol rentado necesita el concurso de todos aquellos que intervienen en el
negocio, sin importar que sea en la oficina o en el terreno, por lo que aunque
cada quien mantenga y defienda sus posiciones e intereses, por el bien del
equipo y el respeto a los fanáticos, se impone poner a un lado caprichos y
ambiciones, y contribuir a que en la administración reine la armonía y depongan
enconos que en nada provechoso contribuyen al éxito.
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