Cinco (5) internamientos; tres (3) pruebas de COVID-19; estoy ingresado y sigo adelante
Ramón Antonio Veras.
1.- El miedo no debe apoderarse de
nosotros; debemos colocarnos por encima
de la duda. El momento se torna difícil y angustioso, pero jamás hay que
proceder temeroso; olvidarnos de asustarnos por lo que llegue de improviso.
2.- Lo que haga acto de presencia, enfrentarlo
con resolución y, de ser posible, mandar al carajo a aquel que trate de
hacernos de comportamiento miedoso, como si fuéramos una porquería cualquiera, algo así como una marranería, un desperdicio
humano.
3.- Estar afectado en su
salud, es algo normal. El más saludable, en un abrir y cerrar de ojos cambia de
robusto, muy vigoroso, a enfermizo, a un enclenque que no puede mantenerse de
pie porque se lo lleva la brisa.
4.- No cabe duda de que la
especie humana, con el transcurrir del
tiempo, sufre limitaciones en el funcionamiento de su organismo, de
donde resulta que la lozanía de la juventud va poco a poco desapareciendo,
dándole espacio al alojamiento normal de la vejez, que marchita y llega
acompañada de enfermedades.
5.- Lo repito, y no me cansaré de reiterar, que la vida conmigo
ha sido sumamente generosa; se ha comportado con amplia esplendidez, porque me
ha permitido vivir durante más de ocho décadas, teniendo un origen social
paupérrimo; y estando ubicado accionando en un país del tercer mundo como militante
internacionalista contra el imperio, y en distintos escenarios haciendo aportes
a la brega de los pueblos por la paz y contra toda forma de opresión material y
espiritual.
6.- En todo el curso del
presente año 2020, el planeta tierra ha
sido azotado por una pandemia que, hasta
ahora ha causado la muerte de más de 1, 329,231 y ha afectado a unos 55,
127,463 seres humanos, sin contar las negativas consecuencias sociales que ha
traído y que van desde el aumento de la pobreza hasta la incertidumbre de
conservar la vida.
7.- Estoy convencido de que así
como nací y me he desarrollado, de
manera inexorable me espera la muerte,
de la cual no puedo escapar. Una implacable ley que forzosa o voluntariamente
debemos cumplir todos aquellos que hoy formamos parte del mundo de los vivos.
8.- Sé que he de morir, y no le temo a la muerte,
pero porque vivo enamorado de la vida
lucho, me preocupo por mantenerme en salud dentro de las condiciones que lo
permiten mis órganos vitales, las ciencias médicas y el desarrollo de la
tecnología.
9.- En lo que va de año 2020, he estado interno en
5 ocasiones, y me han hecho 3 pruebas de COVID-19, de las
cuales he salido libre del virus. Actualmente me encuentro ingresado en un
centro médico al que llegué en las siguientes condiciones.
10.- El día viernes 13 del mes
y año en curso, siendo más o menos la 5 de la madrugada sentí fiebre y problemas
respiratorios. Decidí medicarme, luego de transcurrir un tiempo prudente y no
ver mejoría, llamé a uno de mis amigos médicos, quien me sugirió dirigirme a su clínica a donde llegué trasladado en mi
vehículo por el chofer de unos de mis vecinos, ante la imposibilidad de
localizar un taxi.
11.- Luego de mi
internamiento, he ido superando la afección respiratoria que me impulsó a llegar en estado
declinante al centro hospitalario donde ahora escribo estas líneas, con la dicha de poder decir, gracias a mis
médicos y sus asistentes, que después de cinco internamientos, tres pruebas de
COVID-19, sigo adelante.
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