Cuando la arrogancia provoca risas


Por: Luís Amílkar Gómez
Después que la República Dominicana hizo historia al ganar invicta el Clásico Mundial de Béisbol han abundado las excusas de parte de los que inventaron este juego.

Los alegatos han sido variados y abundantes de parte de jugadores y fanáticos del equipo estadounidense. 

                         Vamos a ver algunos de ellos:
Que Estados Unidos no puso sus mejores hombres en el terreno.
Que a nadie en gringolandia le importa este torneo.
Que los dominicanos no tienen otra cosa qué hacer que jugar béisbol, mientras los estadounidenses tienen "cuchumil" opciones.
Que los dominicanos son famosos usando esteroides.
Que los dominicanos provocan al contrario cuando celebran sus triunfos en forma tan ruidosa.

Que los jugadores quisqueyanos juegan y se preparan durante todo el invierno.
Todas esas excusas lo único que provocan es risas, risas y más risas.

Decír que los Estados Unidos no tuvo sus mejores jugadores es una vil mentira y una defensa barata.
Un orden al bate donde el mejor jonronero joven de las Grandes Ligas, Giancarlo Stanton, sea séptimo no puede ser mejorado. 
Además, nosotros tampoco tuvimos a nuestros mejores si vamos a usar excusas.
Hay que saber perder!
Alegar que a nadie le interesa el torneo es temerario ya que la tercera edición del mismo batió los records de asistencia.
Lo que pasa es que muchos estadounidenses no se entusiasman por deportes donde su país compita de igual a igual y con la posibilidad de perder.

Ejemplo palpable: el fútbol ó soccer.
Hay que saber perder!
Asegurar que los dominicanos no tenemos otra opción que el béisbol, es ignorancia total de lo que es la República Dominicana de hoy, ya que hemos sostenido medallas olímpicas en judo, boxeo y campo y pista. 
El volibol femenino nuestro ganó oro panamericano y uno de los equipos que nuestras muchachas vencieron en esa ocasión fué al estadounidense.

Hay que saber perder!
En lo referente a los esteroides, hay que destacar que ningún laboratorio dominicano fabrica esas sustancias y que nuestros muchachos aprendieron esas malas costumbres de ellos.

Hay que saber perder!
Los dominicanos admitimos ante el mundo que sí usamos una sustancia, que para los blancos del norte es prácticamente desconocida y que da a nuestros deportistas un poder extra: el plátano.

Hay que saber comer!
En cuanto a que los peloteros dominicanos provocan al rival en sus celebraciones fuera del dougout, hay que destacar que en el clásico eso no está prohibido.

Hay que saber perder!
Si un equipo no quiere ver al contrario celebrar, lo único que debe hacer es no dejarlo ganar.

Otro alegato es que los peloteros dominicanos jugaron todo el invierno y por eso estaban en mejores condiciones físicas. 
Otra muestra de ignorancia de lo que es la pelota de invierno.
Ni José Reyes, ni Robinson Canó, ni Edwin Encarnación que eran tres de los principales jugadores, participaron en el torneo dominicano.

Hay que saber perder!
A Estados Unidos lo que le faltó fue la explosión de patriotismo, que causaron entre los jugadores dominicanos las palabras ya célebres de Fernando Rodney, cuando dijo que "para jugar por la patria no había que pedir permiso."

Ya el dominicano aprendió como se gana el Clásico. 
Ya Rodney se adueñó del arco y, de ahora en adelante, los indios no serán los muertos de la película.

Hay que destacar que si hoy el béisbol no está en los Juegos Olímpicos, se debe a la negativa de las Grandes Ligas a que sus mejores jugadores participen, lo cual fue uno de los requerimientos del Comité Olímpico Internacional.

Es que al imperio no le gustan las competencias parejas.

"Hasta en la guerra esa sí".

Siempre agarrando piedras para el más pequeño.

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