La comisón de la verdad o de las manipulaciones

foto Marcelo PeraltaPor Marcelo Peralta
La visita de la Comisión Internacional de los Derechos Humanos es otro de los abusos cometidos por Estados Unidos, Canadá, España y Francia contra República Dominicana.

Lo que esta comisión ha hecho y hará contra República Dominicana es otras de las pretensiones de Francia de intentar fusionar a Haití con otra dotada de costumbres, idiomas, con Soberanía, Constitución, Himno, Escudo, Bandera.
Esa comisión vino a República Dominicana con veredicto escrito de antemano.
Esos mismos delegados, las ONGs, que reciben millones en euros, dólares norteamericanos y canadienses, los funcionarios, dirigentes políticos haitianos deben pedir que se investigue las condiciones en que viven miles de haitianos en Haití.
Las ONGs que promovieron esa visita deben exigir a la CIDH que vaya a Haití a verificar los maltratos que viven haitianos y haitianas en Puerto Príncipe y sus demarcaciones.
Que revise las condiciones en que viven miles de haitianos en Haití, las violaciones sexuales que se produjeron con las mujeres damnificadas en el terremoto del año 2010 ocurrido allí.
La CIDH si tiene interés en resolver la cuestión haitiana que vaya a investigar cómo viven apiñados y en condiciones antihumanas miles de haitianos en carpas, sin higiene, insalubridad, fruto del terremoto del año 2010.
Por qué esa comisión no averigua la cantidad de niñas y mujeres violadas sexualmente y embarazadas por los miembros de la MINUSTAH.
A caso por la contaminación provocada por materias fecales de los agentes de la MINUSTAH no fue que murieron miles de haitianos de cólera.
Se les escapó a los miembros de la CIDH investigar los contrabandos y cargamentos de drogas en un yate propiedad de un empresario protegido por el gobierno haitiano Martelly y que eso se quedó tapado.
Esa comisión de intrusos debe investigar la cantidad de millones que gasta el Estado dominicano a favor de las mujeres haitianas que enfermas y desnutridas vienen a parir a los hospitales de República Dominicana, especialmente en el Cibao y Línea Noroeste.
Por qué esa famosa comisión de la CIDH no tiene el coraje de venía y desarticular las bandas de haitianos, militares, ONGs, políticos haitianos y contrabandistas que introducen desde Haití toneladas de drogas, armas de fuego, la trata de personas hacia República Dominicana.
Por qué esa eficiente comisión no intercede e investiga la cantidad de niñas haitianas integradas a pedir en las calles de Santiago para engordar los bolsillos de contrabandistas haitianos y dominicanos.
Por qué será que esa comisión no ha investigado la cantidad de ladrones, violadores, narcotraficantes, criminales, asesinos haitianos que se fugaron las cárceles en el terremoto del año 2010 y ahora cometen todo tipo de ademanes, robos, atracos, asaltos, vendiendo drogas en República Dominicana.
Por qué esa comisión no viene a investigar el despojos de carnet y pasaportes de estudiantes haitianos para adjudicárselos a delincuentes que huyen de Haití y están escondidos en República Dominicana y protegidos por quienes atacan a este país solidario.
Por qué esa comisión deja lado los casos de estudiantes que protestaron frente al Consulado haitiano en Santiago porque fueron despojados de sus documentos oficiales para favorecer a delincuentes.
Por qué esa comisión no se percata e investiga que haitianos están comprando empresas telefónicas en República Dominicana para desde ahí atentar contra la Soberanía Nacional.
Por qué esa eficiente comisión no investiga que los haitianos han desplazados a los dominicanos en la compra de dólares norteamericanos, canadienses y euros para poner en apuros la economía nacional en los momentos de escasez.
Por qué esos comisionados no investigan los miles de haitianos que reciben atenciones sanitarias en hospitales sin que tengan que pagar un solo centavos.
Por qué la comisión no investiga los miles de niños y niñas, jovencitas de origen haitiana matriculados en las escuelas dominicanas.
Si los haitianos tuvieran dignidad, vergüenza, decencia y escrúpulos cogieran las ropitas y se fueran a su tierra a producir para que se hagan ricos.
Si tuvieran vergüenza se largaran de la tierra de Juan Pablo Duarte, Sánchez, Mella, Luperón y los demás prohombres y heroínas que ofrendaron sus vidas en aras de las Libertad.
Si los haitianos tuvieran vergüenza se fueran de República Dominicana, porque nosotros nunca los hemos invadidos, sino que han sido ellos los intrusos y abusadores.
Si tuvieran dignidad, todos los haitianos, sin excepción se fueran de República Dominicana recogiendo sus MOTETES y nos dejaran tranquilos.
Porque si tuvieran dignidad se largaran de la tierra porque lo que no su suya es del dueño y los dueños somos los dominicanos.
Veremos y esperamos cuando las agencias que cofinancian esta campaña contra República Dominicana se cansen de las falacias de las ONGs pagadas por Estados Unidos, Canadá, España y Francia hacia dónde van a ir.
Cifro mis esperanzas en Dios de que las mentiras y vilezas no prosperarán.
Al final el que tenga más saliva tragará más hojaldres.

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