Jueza impone 12 meses coercion a asesinos del periodista Blas Olivo.

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Blas Olivo

Por Marcelo Peraltamperiodista1958@hotmail.com

Bonao, provincia Monsenor Nouel, Cibao Central, R.D. A siete miembros de una banda de sicarios, acusados de asesinar el 12 de abril pasado al periodista Blas Olivo, una jueza del Juzgado de Atención Permanente impuso un año de prisión preventiva como medida de coerción.
El grupo de forajidos lo integran José Diloné Vargas Valerio, Ceferino Durán Arias, Radhamés Portes Jiménez, Iván Eliseo de León Ramos, Joryi Leonardo Blanco Rodríguez y Máximo Rafael Alcántara.
Palacio de Justicia de Bonao.

Los encartados deberán purgar 12 meses de cárcel en los precintos Palo Hincado en Cotuí, provincia Sánchez Ramírez, situada en el Cibao Oriental y el Centro Correccional “El Pinito” en La Vega en el Valle del Cibao, determinó la jueza Rosa María Almonte, que impuso la sanción.

José Miguel Rodríguez Almonte (Job)
José Miguel Rodríguez Almonte (Job)
El supuesto jefe de la banda de sicarios.
Fue este Tribunal que antes decidió ante una petición incoada por el Ministerio Público el caso de un séptimo imputado en el crimen del periodista Blas Olivo y se trata de Olivares Ogando Herrera, el que también debe cumplir un año en la “chirona”.

Olivo a quien el grupo de delincuente chocara su vehículo para similar un accidente, lo secuestraron, torturaron, lo llevaron a unos matorrales y allí le propinaron varios balazos, cuando salía de Bonao a Santo Domingo tras participar en actividades religiosas en el cuatro ano de muerta de su madre.

El profesional de la comunicación era nativo de Montecristi, vivió varios anos en Bonao y finalmente se radicó con su familia en la  capital donde era director de prensa de la Junta Agroempresarial-JAD- Dominicana y producía un programa televisivo.

El crimen fue cometido el pasado 12 de abril en una zona apartada del municipio de Piedra Blanca, provincia de Monseñor Nouel.

Este miércoles en la audiencia en el Palacio de Justicia de aquí, familiares de los criminales imploraron a las autoridades judiciales y carcelarias preservar las v idas a los criminales, sin antes pedir  “perdón” ni arrepentimiento a los descendientes del periodista consagrado asesinado.

La Policía ha dicho que el presunto jefe de la temible banda criminal, el convicto José Miguel Rodríguez Almonte-Job-murió en la cárcel de Monte Plata en un confuso incidente durante una requisa sorpresa.

Rodríguez Almonte-Job-cayó abatido en el Centro de Corrección y Rehabilitación de Monte Plata, provincia situada al Este de la República Dominicana y quien fuera el jefe de la banda de sicarios que estuvo al servicio del capo y narcotraficante de origen puertorriqueño José David Figueroa Agosto.

Tildado por la Policía como un criminal muy peligroso era el jefe de la banda de asesinados que, supuesto,  mató al periodista Blas Olivo, el pasado 12 de abril en Bonao.

Pero, a pesar de estar encerrado en una celda en la cárcel de Monte Plata, Rodríguez Almonte, al decir de la Policía tenía en su poder armas de fuego de alto calibre, no obstante, a pesar de que fue muerto, las mismas nunca fueron mostradas a la opinión pública.

Y las versiones de las autoridades, fue de que Job recibió a tiros a los agentes, por lo que se vieron precisados a disparar. 

En agosto de 2012 la Tercera Sala de la Cámara Penal de la Corte de Apelación del Distrito Nacional confirmó la condena a 30 años de prisión contra José Miguel Rodríguez Almonte y otros cuatro presuntos sicarios al servicio del capo boricua.

Al grupo se le atribuía encabezar una banda desde la cárcel que mataba y atracaba, sindicándoseles las muertes de Omar Lantigua Polanco, en el centro comercial Carrefur; de Vienesa Cesariana Capellán, "Bianca La Gorda", así como la de Rubén Soto Hayet, propietario de la Plaza Francesa, y de agresión de Marino Popoteur, subdirector de Seguridad del Modelo Penitenciario.

Tras ser acribillado a tiros en prisión, las autoridades dijeron haberle ocupado varios celulares con comunicaciones recientes, fotos de casas y personas, contra las cuales existían planes para asesinarlas.



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