A pesar de que podría surgir epidemia funcionarios de Salud Pública ni se inmutan.

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Por Marcelo Peralta
prensaglobaldigital

Santiago  Rodríguez, R.D.-La irresponsabilidad de los funcionarios del Ministerio de Salud Pública en la provincia Santiago Rodríguez demuestra los indolentes que son, y al quedarse “callados” ante el lodo como agua que consumen los usuarios del Instituto Nacional de Agua Potable, evidencia que son “cómplices” del desorden gubernamental prevaleciente.

La población está “huérfana de autoridades” debido a que los funcionarios del Ministerio de Salud Pública son especie de “light” ya que el único objetivo es hacerse ricos a costa del dinero del dinero del pueblo y comprando conciencia a comunicadores a fin de callar las graves deficiencias existentes.

De manera que los funcionarios del ministerio sanitario no les importan que el pueblo se enferme consumiendo agua contaminada, toda vez, que el propio director del INAPA admite la mala calidad de los servicios que ofrece a la ciudadanía.

Callar ante un grave problema sanitario, es una clara señal de la irresponsabilidad de esos funcionarios, evidencia el irrespeto,  desorganización y el poco interés que tienen para preservar la salud del pueblo.

La contaminación del agua que suministra del Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados-INAPA- a sus usuarios  y  funcionarios ineptos responsables de preservar y conservar la salud al pueblo debía ser temas de grandes debates para clausurar el acueducto y pedir la cancelación masiva y sometimiento a la justicia de los responsables.

Todos, los que tienen que ver con la salud ciudadana debían estar al “unísono” haciendo esfuerzos por corregir esos problemas, porque se lo contario se  estarían en cómplices por omisión.

Y hay personas que aceptan cargos públicos para apoyar lo mal hecho, cobrar para defender a los irresponsables que nos mal dirigen, cuando lo contrario sería de orgullo la defensa colectiva incondicional a favor de este noble pueblo digno de mejor suerte como es San Ignacio de Sabaneta.

Mientras toda esta vorágine y telarañas permanece, a la gente con palabras bonitas y frases altisonantes les ocultan una defensa vergonzosa.



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