Los 56 años del Instituto del Tabaco único fuera de la Capital.


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Por Marcelo Peralta.

Santiago, R.D.- El Instituto del Tabaco ubicado en Quinigua, en el Municipio de Villa González al Noroeste de la provincia de Santiago, ha cumplido 56 años de fundado.

Fue creado el 15 de junio de 1962, mediante la Ley número 5961, publicada en la Gaceta Oficial número 8673, siendo el único organismo nacional que tiene su sede en la Provincia de Santiago.

De este organismo han sido directores personalidades de la estirpe del pasado presidente de la República, 2000 al 2004 el agrónomo Hipólito Mejía.

Las funciones principales desde sus inicios son el de mejorar los sistemas de cultivo del tabaco, para uniformar el procedimiento usual para su preparación y clasificación; luchar contra las enfermedades y plagas del cultivo y gestionar créditos para los productores de escasos recursos.

Organizar cursos, conferencias y exposiciones nacionales con el objetivo de estimular el mejoramiento del producto y de los sistemas empleados en su cultivo, producción y preparación; así como asistir a Congresos, Conferencias y Exposiciones Internacionales.
Estimular a profesionales del país en la especialización del cultivo, mediante estudios intensivos en estaciones experimentales del país o extranjeras.
Su status legal del INTABACO está enmarcado bajo la Ley No. 165-01 de fecha 18 de octubre del 2001, que lo inviste de personalidad jurídica y patrimonio propio. 
En ese sentido, el INTABACO puede adoptar y ejecutar todas aquellas medidas que fuesen necesarias para mantener la producción del tabaco dominicano y proteger los intereses del sector tabacalero. 
Se ha reforzado el plan de acción orientando los objetivos en las siguientes direcciones :
 Objetivo General:
Mantener y reforzar la calidad de la actividad tabacalera nacional, mejorando su desarrollo tecnológico y competitividad, con un equilibrio entre la oferta y demanda que evite trastornos en el mercado del tabaco, asegurando la rentabilidad financiera y el bienestar económico de todos los sectores tabacaleros.

Objetivos Específicos:
Cumplir la programación de la actividad que controla y restringe la siembra en zonas no tradicionales y tradicionales, permitiéndola sólo a aquellos productores que cuentan con contrato de compañía reconocida que le garantiza financiamiento, comercialización y compra, lo cual le garantizaría precios rentables en el mercado tabacalero.
Garantizar a los productores asistencia técnica calificada durante todo el ciclo del cultivo y en el manejo post-cosecha.
Validar y crear paquetes tecnológicos que incrementen la calidad de los tabacos nacionales que son usados en la fabricación de cigarros y cigarrillos y capacitar al personal técnico sobre esos nuevos paquetes tecnológicos.
Colaborar con la Secretaría de Estado de Agricultura (SEA) y demás instituciones del sector, en la producción de plántulas hortícolas en los canteros usados en el cultivo del tabaco, y en la siembra de cultivos alternativos y sustitutos del mismo, en las áreas y zonas que así lo requieran.
Mejorar los aspectos relativos a la imagen institucional, presentación de los productos del tabaco dominicano, logística informativa, mercadeo nacional, nichos de mercados internacionales, reales y potenciales demandantes, con el fin de lograr el crecimiento de la industria, la creación de empleos y la generación de divisas.
Nombre científico del tabaco y sus orígenes.

El tabaco, cuyo nombre científico es "nicotiana tabacum",y de acuerdo a investigaciones antropológicas, los científicos de éste vegetal han determinado que la hoja del tabaco se originó en la zona andina entre Ecuador y Perú.

Sus primeros cultivos datan de por lo menos 3 mil años antes de Cristo.

Cuando la hoy República Dominicana fue colonizada, el consumo del tabaco estaba extendido en casi toda América.

Y los colonizadores al ver la hoja estaban asombrados, que además de fumarse, el tabaco se aspiraba por la nariz, era masticable, lo comían, bebían y lo untaban en el cuerpo pñara alejar a los insectos.

Otras investigaciones señalan que se usaba en gotas para los ojos aclarando la vista y usaban en enemas para sacar gases del cuerpo.

Informes indican que diversas la Tribus Mayas, usaban el tabaco en rituales religiosos.

Además, los guerreros lo utilizaban para soplar previo a las luchas, cuyo humo lo esparcían en los campos antes de las cosechas a fin de matar insectos.

Y hasta las mujeres lo utilizaban antes de una relación sexual.

También lo utilizaban como un narcótico.

En los cines en innumerables películas, ha servido para sellar pactos de amistad, constituirse en un símbolo de paz entre tribus y pueblos, que es desde donde se desprender la famosa frase "fumar la pipa de la paz".

Los historiadores han señalado que fueron Rodrigo de Jerez y Luis de la Torre, miembros de la delegación que encabezó por América el almirante Cristóbal Colón en su primer viaje, los primeros occidentales en conocer de su existencia.


Cristóbal Colón lo hace anotar en su "Diario de navegación del primer viaje" en que registró las primeras observaciones acerca del tabaco.

Y, fue a partir de ese momento, que no hubo cronista o viajero que pasara por alto esta extraña costumbre y rito de echar humo por la boca y nariz, la cual no era conocida en el viejo mundo.

Todas esas observaciones no solamente del tabaco, sino de las costumbres de nuestros aborígenes, fueron plasmadas en las obras de Gonzalo Fernández de Oviedo y más específicamente en las de Fray Bartolomé de las Casas, y su obra "Apologética Historia de las Indias". 

Historiadores de la época, dicen que el tabaco fue introducido a España por el marinero Rodrigo de Jerez, y que para su desgracia fue detenido y encarcelado por la Iglesia Católica.


Tras ese período negro de la historia medieval llamada "La Inquisición", siendo acusado por ésta, de brujería, bajo el argumento de que "sólo el diablo podía dar el poder de echar humo por la boca". 

La inestabilidad política en Europa que degeneró en guerras entre España, Francia e Inglaterra en los siglos XVII y XVIII las cuales afectaron directamente las actividades sociales y económicas sobre la Isla Hispaniola.

Con ello, la producción y comercialización del tabaco, el cual junto con la madera y las pieles llegaron a ser el soporte más importante de la economía de esos tiempos. 

Se establece que República Dominicana ha sido la única zona en América y la Región del Caribe la que más agredida, asaltada, vilipendiada y ultrajada.


Todas las potencias como España, Francia, Estados Unidos, bucaneros, filibusteros y hasta por un inglés cuyos robos y asaltos a la Isla fueron premiados por la corona inglesa, otorgándole el título de Sir, al pirata Francis Drake.

Otro atropello fue la dominación haitiana durante 22 años desde el año 1822 al 1844, cuando Juan Pablo Duarte puso en riesgo su vida, los bienes de sus familiares, formó la sociedad secreta La Trinitaria y sacar a los haitianos.

El tabaco, como una de las fuentes de producción y empleos que tenía la isla de Santo Domingo, ha tenido, como el teatro griego, sus risas y sus llantos. 

Durante el siglo XVII el cultivo de tabaco fue seriamente afectado por las conocidas despoblaciones y las devastaciones ordenadas por la corona y ejecutadas por el gobernador Antonio de Villegas y Osorio en 1605 y 1606, las cuales eliminaron muchos cultivos de tabaco.

Para desgraciar más la suerte de los pobladores de la parte oriental de la Hispaniola, se emitió una disposición real que prohibía el cultivo del tabaco.

Eso  motivó tiempos de penuria y de miseria profunda, en un período que los historiadores han llamado de la "España Boba".

Aunque la economía estaba fuertemente deteriorada, se siguió produciendo tabaco contrabandeándolo con ingleses, holandeses y franceses con Haití.

Ellos se establecieron en Saint-Domingue en la parte occidental de la Isla, a raíz del tratado de Ryswick en 1697. 

Un nuevo apogeo para el tabaco tuvo a partir del siglo XVIII, específicamente el 12 de octubre de 1763, en el cual, mediante una Real Orden creada en la colonia una factoría de tabaco.


Es mediante esta orden que se entiende que nuestra colonia, así como, Cuba México, Venezuela y Perú, iban a suplir de tabaco en ramas a España, específicamente en Sevilla donde iban a ser convertidos en cigarros.

Ya para 1771 se reportaba que la factoría de Santo Domingo suministrara 60,000 libras de tabaco en ramas. 

Pero de nuevo los acontecimientos políticos en Europa afectaron a la colonia de la isla de Santo Domingo.´


Se desencadenan guerras entre España y Francia, y con la victoria de esta última, se firma el Tratado de Basilea en 1795, que ponía en manos de Francia toda la isla, provocando inmediatamente la ruptura con los suplidores españoles de Sevilla

Después hubo una sensible baja en la producción y comercialización del tabaco, y con esto, el desempleo y el aumento de la pobreza.

Años más tarde, tuvimos el dominio por parte de Haití, país que obtuvo su independencia de Francia en 1804, siendo la primera independencia de América, después de la de los Estados Unidos.


Tras ese período del dominio haitiano, el cultivo del tabaco registró un aumento como nunca antes se había conocido.

De acuerdo a los datos históricos indicados por el doctor Franklin Franco en su libro Historia económica y Financiera de la República Dominicana, en 1841.

Las exportaciones de tabaco ascendieron a $3, 219, 690, una cantidad impresionante, ya que superó en más de veinte veces las exportaciones hechas en el período colonial entre 1810 y 1822.

Una penalización económica establecida por Francia, que obligaba a pagar al recién creado Estado Haitiano unos 150 millones de francos por las propiedades perdidas por los colonos franceses, hizo que el presidente Jean Pierre Boyer estableciera, disposiciones, un sistema impositivo convulsivo que los dominicanos entendieron injusto y abusivo, hecho que sumado a otras decisiones, como el Código Rural, provocaron un descontento general que fue aprovechado por Duarte y los trinitarios para preparar el clarín de la independencia el 27 de febrero del 1844.

Los acontecimientos derivados de la lucha por la independencia originaron una escasez de mano de obra, ya que una buena parte de los hombres del campo tuvieron que integrarse a los batallones por la lucha de la independencia.


Esto afectó muchas actividades productivas, entre ellas, la siembra y comercialización del tabaco, aunque en menor medida que otros renglones, ya que las batallas más importante fueron en la región sur la Batalla de Santomé; la Batalla del 19 de Marzo en Azua.

A partir de la independencia, el tabaco continuó su desarrollo, y aunque se sembraba tabaco en buena parte del territorio nacional, era en el Cibao, específicamente en La Vega y Santiago, donde se producía la mayor cantidad y calidad.


Tenía otra característica, que en el cultivo y producción del tabaco se involucraban grupos familiares y artesanales, haciendo esto una "distribución de la riqueza más equitativa y participativa".´

De acuerdo a Juan Bosch, en su libro "Composición Social Dominicana", fueron los productores de tabaco y sus características de producción y comercialización que crearon los primeros grupos que conformarían la naciente pequeña burguesía dominicana. 

Otro hecho trágico para nuestro país, la anexión a España, trajo consigo nuevas restricciones y control sobre la producción de tabaco. Pero una infortunada información que comenzó a correr en ese período de dominio español, señalaba que estos pensaban volver a introducir la esclavitud en nuestro país.
Todo este estado de intranquilidad y desasosiego hizo estallar el movimiento Restaurador, el cual auspiciado y financiado por los grupos de poder en Santiago y las zonas aledañas, entre ellos los cosecheros y andulleros de tabaco, los cuales veían amenazada su condición de pequeños burgueses, como señala Bosch. 

Fue tal la importancia y la transcendencia del tabaco en la sociedad dominicana que fue descrita por Pedro Francisco Bonó en sus "Apuntes sobre las clases trabajadoras dominicanas" (1881).


Bonó señaló que el tabaco era la base de nuestra infantil democracia por el equilibrio en que mantenía a las fortunas de los individuos.

Aseguraba Bonó, a quien se le llamaba el "intelectual de los pobres", que el tabaco era el motor de la pequeña agricultura y ésta a su vez uno de los puntales de nuestro desarrollo económico. 

Entre los presidentes fumadores tenemos a Pedro Santana, el cual fumaba una especie de andullo y picadura de tabaco en una pipa o cachimbo. Y el presidente Ulises Heureaux (Lilís) , quien fumaba puros, tanto nacionales como cubanos.

Ya para la entrada del siglo XX, había varias fabricas de tabaco, entre las principales estaban "La Aurora", empresa privada fundada en 1903 por Don Eduardo León Jimenes, que llegó a tener en pocos años unos 100 cigarreros; La Compañía Anónima Tabacalera, fundada el 25 de junio de 1914 y que fue, durante muchos años, la mayor empresa tabaquera y cigarrillera del país, llegando a tener 200 cigarreros en sus inicios.


Estuvo la empresa tabacalera "El Gallo" que tenía unos treinta cigarreros.


EXPORTACION.

En cuanto a la exportación de puros, la República Dominicana no era un exportador importante en el 1966.


Es con el triunfo de la revolución cubana y establecimiento del régimen comunista de Cuba, que se establecen en el 1970 las más importantes marcas de puros, y con ello crean una nueva mística en la producción de puros, con nuevas mezclas de tabacos, capas y capotes extranjeras y un riguroso control de calidad.

Una variedad de vitolas y el establecimiento de un nuevo concepto en el mercadeo de tabacos finos. 

Estas marcas nuevas que se producían bajo el régimen de zonas francas, al principio no se podían obtener en el mercado nacional.


Más adelante se permitió la comercialización en todo el territorio y aprovechando la nueva industria que se estaba desarrollando: el turismo.


EMBESTIDA.

Sin embargo, los productores dominicanos, tuvieron otra embestida que hizo disminuir y tambalear la siembra, producción y venta de tabaco para las exportaciones, cuando en el gobierno del doctor Salvador Jorge Blanco en el período del 1982-1986, en donde se impuso un impuesto del 36% a las exportaciones del café, azúcar, cacao y claro está, del tabaco, por "los buenos precios" que se tenía en esos momentos en los mercados internacionales.


Esta perversidad en contra de los productores fue desmontada en su totalidad por el gobierno del presidente Joaquín Balaguer (1986-1990).

A finales de los años 1970 se establecieron las principales fábricas de marcas extranjeras en el país.


Esto trajo nuevas tecnologías y conocimientos para la fabricación de puros, y mirando en retrospectiva en donde fue oportuno la entrada de todas esas fábricas en que se hizo "despertar" a la industria tabaquera nacional.


Por lo que se visualizaron el potencial de la calidad del puro dominicano en los mercados extranjeros y la creación de un mercado en el país.

Lo más impresionante que se puede mostrar es, que si tomamos en cuenta que para la década de los 70 nuestro país casi no exportaba nada de tabacos y que, para el año 1994.


Pero, 24 años después, la República Dominicana se convertía en el mayor exportador del mundo de cigarros (puros) hechos a mano: (90) noventa millones de unidades frente a (55) cincuenta y cinco millones de Cuba.

Para el 2009 exportamos cerca de trescientos cincuenta millones de puros, por lejos el mayor productor de tabacos del mundo.

Esto ha desarrollado una gran cantidad de artesanos, vendedores y especialistas en tabacos de diferentes clases que viven y se han desarrollado gracias a la manufacturación del tabaco, impactando económicamente de manera positiva en muchos pueblos y regiones.

Gracias a todo ese crecimiento se ha desarrollado una cultura tabaquera que ha permitido que continúen las investigaciones para mejorar el tabaco del país.


Además, se halla en desarrollo plantaciones para producir la capa del cigarro, las cuales son importadas mayormente de Ecuador, Connecticut y Camerún.

No ha sido sorpresa que la capa dominicana entre las más selectas del mundo. 

Mientras tanto, siéntese en su mejor sillón y encienda un buen puro dominicano, acompañado de su bebida favorita.

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